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Estaba confundida.

Su hermano... Su pequeño hermano Skull estaba embarazado del hombre que amaba, ¿cómo demonios podía ser eso posible?

«Es mentira... Tiene que serlo»

De su mochila sacó su amada rana mascota para empezar a acariciarla, signo de que estaba estresada.

Miró detenidamente al rubia cenizo, en busca de mentiras y Squalo fue el único que se dignó a hablar ya que Xanxus estaba muy metido en eso de atormentar a su amadísimo primo Giotto.

—Alaude, más vale que tengas una buena explicación —bufo mirándole a los ojos—. Es poco probable que algo como lo que dices pueda pasar, Skull es...

El Hibari suspiró interrumpiendo al Omega, en qué lío se acababa de meter, lo que tenía que hacer por la familia.

«Espero que el pago sea bueno, Fon»

—Ambos estaban dolidos —se encogió de hombros—. Una copa tras otra y terminó en lo que ahora es el espectáculo más grande, genial, ¿no?

El rostro inexpresivo del Alfa hacía imposible para todos saber si mentía o no, Giotto sólo rodó los ojos.

Vipper tembló ligeramente, aterrada por la imagen de un desolado Omega sin ella para cuidarle. ¿Quién había hecho daño a su niño? ¡Quien quiera que fuera las pagaría con sangre!

Nuevamente, fue Superbi el que reaccionó.

—¿Dolidos?

El chino se encogió de hombros sin darle demasiada importancia, girándose a mirar por un momento hacia su molesta pareja.

«Tolerancia, cero»

—Por si no era muy obvio —ironizó—. Skull estaba enamorado de Verde y tú, Vipper, sabes que mi tío babeaba por ti.

La Omega quedó muda ante eso, ahora entendía por qué su hermano actuó tan raro el día que se supo del compromiso.

Se sintió mal y consideró realmente aquello hacer que tanto su supuesto prometido como ella llorasen sangre, se estaba odiando demasiado, la culpa la consumía pero no dejaría que nadie lo notase.

Dejó a Phantasma en manos de Squalo y se plantó completamente seria y orgullosa frente al primer hijo de Reborn.

—¿Dónde está mi hermano?

Ante su tono de voz Giotto soltó el grito más femenino que tenía guardado, su pareja suspiró.

Menudo dramas se iba a montar para no dar respuestas.

°

Caminaron hasta el comité disciplinario en un silencio, algo cómodo a ojos del Omega.

Tsuna apreciaba enormemente los pocos momentos de paz que tenía cuando no estaba con su loco padre o su muy desquiciado hermano, suspiró. Amaba esa calma, la armonía...

A la hora de entrar a la oficina del prefecto no tardaron escuchar la típica risa de su mejor amigo, otro suspiro escapó de sus labios, estaba vez fue lastimero.

«¡Calma, vuelve a mí!»

—¡Piña traidora y sin vergüenza!

El castaño miró con reproche al mayor pues ya se había enterado de lo que ocurrió con la hermana de su hermana, Mukuro sonrió tenso y dejó de verle mal.

—Kufufufu~, no eres precisamente un santo para decirme eso Tsunayoshi-kun.

El menor, ofendido, iba a empezar un drama digno de su familia pero se contuvo.

Caminos entrelazados. (Cancelada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora