Capítulo 20

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Peter Blazkowicz, su deceso estaba registrado el 1995 tras un asalto a mano armada. Su nuevo nombre era Francis Keys, un viejo que vivía de su barbería junto a su esposa en un pequeño pueblo de Pensilvania. Nuestro ángel de la guarda, literalmente. Peter había advertido a Freddie en Nueva York que lo seguían, envío entretenimiento al departamento de Newark, pagó nuestra deuda con Franco y envío suplementos a Thiago y Anna. Estuvo detrás de nosotros todo el tiempo.

El interrogatorio anterior fue solamente una confirmación de datos. Sabía perfectamente de la estafa de HighGallery, sabía sobre las tonterías de Freddie y claro que sabía de mí.

—Tardaste mucho en llegar Freddie—le dijo mirándolo a los ojos — casi ocho meses.

Ocho meses habíamos estado moviéndonos por toda la costa este.

—No contaba con que todo se saldría de control—respondió Freddie molesto.

—Por favor, no vengas con excusas absurdas. Te lo advertí a tiempo, te dije que cuidaría de Kaya y fuiste a verla. Perdiste tiempo necesario—regresó la mirada hacia mí—Siento tanto que este imbécil te haya metido en tanto lío—Yo no entendía nada. Peter regresó la mirada a su ahijado— Desapareces y me obligas a mandarte mi colección de clásicos hasta Newark. Tuve que pelear con Berenice casi dos semanas, para que los dejaras llenos de sangre.

—Nunca te pedí que lo hicieras—dijo Freddie con desdén.

—No seas mal agradecido— respondió —Luego, haces que Franco te encuentre y te pierdo el rastro por dos malditos meses, dos meses dónde perdí dinero Freddie. Te encuentro y resulta que tengo que pagarle a Franco por tu cabeza y la de esta pobre muchachita.

Se quedaron en silencio. Peter regresó la mirada hacia mí y negó con la cabeza para verme con decepción. Continúo:

—Luego, la vuelves a embarrar y le pides a Joshua que te saque. Más dinero perdido... más cabezas volaron y más problemas ganaste. No aprendes la lección ¿cierto?

Freddie no decía nada. Tenía la mirada perdida y apretaba los puños aguantando la ira. Una sombra se asomó detrás de un umbral y se acercó lentamente con una bandeja de plata. Era una anciana vestida con un vestido verde oscuro de gamuza y con el cabello recogido, supuse que era Berenice. Dejó la bandeja sobre la mesita de café del salón y tomó una taza para entregármela en las manos. Ni siquiera regresó a verme. Se incorporó y salió por el mismo umbral por el que entró.

—Gracias cariño— le dijo a la mujer—Tómate eso, por favor—me pidió Peter—te hará bien.

Asentí con la cabeza y mantuve la taza entre mis manos. Estaba helada por los nervios.

—Cómo te decía, porque aún no he terminado Freddie Highmore. Desapareces de nuevo, por dos putas semanas y Anna tiene que ir a recogerte a las afueras del estado todo mugriento, esperando que no hayas perdido la cabeza ni la razón.

Freddie estaba con la cara roja, estoy segura que quería pararse y propinarle un buen golpe.

—Sí, es por el dinero, te lo pagaré todo. Hasta el último centavo Peter.

—¿Con qué capital señor?—preguntó Peter con ironía—Estás peor que cuando tu padre empezó con la galería—se incorporó del sillón y empezó a caminar por el salón— No tienes casa, ni familia, ni dinero... tampoco vida— miró a Freddie directo a los ojos—Esto no es vida Freddie Highmore, ni para tí, ni para ella. Apuesto a que no sabe lo que le ha pasado a su familia o a su amiga ¿me equivoco? —dirigiéndose a mí.

Me quedé helada, no había pensado en mi familia en mucho tiempo, me sentí avergonzada. Regresé la mirada a Freddie y él no podía verme a los ojos. Peter me observaba y negaba con la cabeza, caminó hacia el umbral de donde había salido Berenice con anterioridad y se perdió en la oscuridad. Freddie y yo nos quedamos solos, en silencio. Sentí que mi cuerpo se estremeció y me abracé a mí misma para calmarme un poco. Regresaron las náuseas, el olor a humedad me invadía. Peter regresó con varios periódicos en la mano y me los acercó.

Possessive Love (Freddie Highmore Fan-Fic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora