Capítulo 4

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Mi teléfono sonaba por todo el apartamento mientras cocinaba la cena para Alison y para mí. Ella estaba tomando una cálida ducha en el baño y yo ignoraba el teléfono celular. Sabía que era Freddie, ya que tenía un tono de llamada específico para él. Era jueves y no pensaba contestar el teléfono, estaba pensando en apagarlo. Revolvía las verduras del sartén con furia, desquitando mi ira con el brócoli y el pimiento. Escuché a Alison salir del baño y atravesó el pasillo en toalla hacia mí.

— ¿Acaso no piensas contestar? —preguntó intrigada—esa cosa va sonando desde hace más de media hora.

—No ¿puedes apagarlo por mí?

—Claro.

Tomó mi teléfono y cuando estaba a punto de apagarse la llamada de Freddie interrumpió la función.

—Es Freddie—dijo— ¿no vas a contestar?

—No Alison—dije respirando profundo—Apágalo por favor.

Alison se encogió de hombros y vaciló antes de que apagar el dispositivo por completo. Regresó la mirada hacia mí, como si me acusara de algo y finalmente se dio la vuelta para dirigirse a su habitación. Yo por mi parte terminé de desquitarme con la comida y serví todo en los platos. Mi pecho me dolía y tenía todas las ganas de llorar. Preparé la mesa y finalmente pegué un fuerte grito par que mi amiga se acercara a comer. Salió de su habitación en pijama y con su teléfono en mano.

—Ven y come, deja ese aparato por un momento—dije sentándome.

—Pareces mí abuela Kaya—dijo Alison mientras se sentaba en frente sin quitar la mirada de su celular.

—Ya en serio Alison, deja esa cosa a un lado.

— Perdón —dijo con una sonrisa inocente mientras dejaba el teléfono a un lado.

—¿Con quién hablas tanto? — pregunté.

— ¿Recuerdas a Lucas? Desde el día que nos conocimos no hemos parado de conversar. Es inteligente, siempre tiene algún tema de conversación tan culto e intelectual habla de Mozart, Tchaikovsky, Liszt...—soltó un largo suspiro— me encanta.

— ¿Y a ti desde cuando te gusta la música clásica? —dije mientras comía mi primer bocado.

—Desde que él me mostro el gran mundo de la música culta.

—¿O sea desde hace tres días? — reí— Y además, nos ponemos puristas en la música—dije fingiendo estar ofendida—Eres la reina de la pista cuando ponen trap.

—Hay cosas nuevas que una no conoce Kaya.

—Cuando así que te enseñe—alcé mis brazos mostrando mis pocos músculos— es más interesante ¿no?

— Buen provecho—dijo molesta y metiendo su primer bocado a la boca mientras yo reía.

—Gracias.

Estaba a punto de meterme un gran bocado de carne a la boca cuando tocaron la puerta a golpes.

—Rayos...—dije quedándome con ganas — ¿Quién osa a interrumpir mi súper cena? —dije ofendida—yo que tengo tantas ganas de estar hablando con alguien que no sea más que...—abrí la puerta y ahí estaba Freddie todo sudado y desaliñado.

— ¿Freddie? —dije confundida.

— ¡Gracias al cielo estas bien! — dijo mientras me abrazaba. Lo aparté inmediatamente —Creí que te había pasado algo... no contestabas mis llamadas y...

—Vete —dije enseguida. Abrió los ojos sorprendido y trató de asimilar lo que le decía. Sentí una punzada en el pecho.

— ¿Perdón?— dijo confundido,

—Que te vayas Freddie. No quiero verte.

— ¿Por qué? ¿Te hice algo? — preguntó confundido.

—Vete.

—Kaya, yo... —Negué con la cabeza y cerré la puerta en su cara.

Respiré profundo, sacudí mis manos y me di la vuelta para dirigirme a la mesa de nuevo.

— Creo que se me fue el apetito...—dije recogiendo mi plato.

— Kaya ¿Qué fue eso? —preguntó Alison.

— Ya no tengo hambre, dejaré esto para almorzar—dije caminando hacia la cocina— Pero tranquila, mañana prepararé un plato para ti, dime que quieres y yo lo preparo sin ningún...

— Kaya, para —dijo Alison alejando mi plato y tomándome de las manos— ¿Qué paso?

Sonreí sin gracia y me solté de su agarre. Tomé el plato y lo llevé a la cocina para guardarlo en el refrigerador. Alison me siguió, tratando de sacarme alguna explicación. Caminé en silencio hasta mi habitación, abrí la puerta y Alison gritó desde el comedor.

— ¿Qué está pasando?

Me quedé en el marco de la puerta, regresé la mirada furiosa hacia ella y le respondí con lágrimas en los ojos.

— ¡No soy la única! ¡Freddie tiene varias chicas más! No vale la pena ¿Ok? — después de esto entré a mi habitación y cerré la puerta de un solo golpe.

Me tiré sin ganas sobre mi cama y tomé mi almohada para poder descargar mi furia para consolarme, dejando que cayeran mis lágrimas sobre ella. Me levanté y me miré al espejo que tenía cerca del armario, lloraría, pero no por él. Sentí como si apenas lo conocía, pensaba en que tal vez él era un psicótico que podía matarme o un mentiroso compulsivo que quería llamar la atención. Pero lo más probable era que fuese un niño de papi adinerado que creía que podía jugar con cualquiera. Después de un rato escuché a Alison entrar a su habitación, me sentía mal por haberle gritado. Me levanté y caminé hasta la suya, toqué la puerta y luego la abrí lentamente. Estaba acostada en su cama con la lámpara prendida, texteando probablemente con Lucas.

—Lo siento, sé que quieres ayudar—dije avergonzada—estoy en tu casa...

—Tranquila—me miro condescendientemente—todos pasamos por malos ratos. Estás en tu derecho querida.

— Hoy vi a Freddie besando a otra mujer, muy hermosa, antes de que entraran a un hotel—dije en voz baja tratando de no romper en llanto.

Alison me miró sorprendida.

—Kaya... Lo siento mucho—dijo mientras se levantaba para abrazarme.

—Y yo creí que en serio quería estar conmigo—dije con lágrimas en los ojos.

— Hey, no llores.

Me acerqué a ella y empecé a sollozar sobre su hombro. Me sentía mal y decepcionada, no quería saber nada de él. No era la primera vez que me traicionaban, ya me había pasado con mi novio en la secundaria y otra vez en la universidad. Sin embargo, esta vez estaba segura de haber encontrado a la persona correcta y otra vez me decepcionaban. Alison me llevó hasta su cama y lloré abrazada sus brazos como una niña pequeña. Mientras tanto en el pasillo del edificio, Freddie estaba tirado en el piso contra la pared, sosteniendo su nariz que sangraba borbotones por el golpe de la puerta. Pensaba en que había hecho mal, no recordaba nada sospechoso, a menos que ella se enterara que estuvo con su amiga en el hotel. No era posible porque Kaya creía que estaba en Nueva Jersey. Respiró profundo, tomando sus cosas y salió del edificio con la mano derecha en la nariz y con miles de preguntas en su cabeza. 

Possessive Love (Freddie Highmore Fan-Fic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora