Esperaba su llamada, habíamos estado saliendo por varios meses y esperaba que pudiéramos dar pronto el siguiente paso. Freddie era un encanto, siempre tenía detalles conmigo, me hacía sentir muy especial. Aún no había tenido la oportunidad de conocer a sus conocidos, no le daba mucha importancia a esos asuntos tomando en cuenta su estilo de vida, al fin y al cabo era él quien me interesaba. Esta vez se había ausentado por varios días con su padre por asuntos de negocios. Mordía mis uñas frenéticamente, y no quería que siguiera pasando sino iba a terminar con dedos calvos y sin gracia. Solo pensaba que si no me llamaba iba a llamarlo yo y la verdad es que me aterraba hacerlo. Sin embargo, cuando estuve a punto de marcar el botón verde para llamarlo, su nombre apareció en mi pantalla.
—¿Hola? ¿Freddie?
—Hola Kaya, siento no haberte llamado antes, tenía varias encomiendas.
—No hay problema—dije levantándome de un salto— ¿cómo estás?
—De momento bien, extrañándote— dijo con tranquilidad a través de la línea. Mi corazón empezó a latir a mil por hora.
—Yo también te extraño...— dije avergonzada— ¿en dónde andas?
—Estoy en Nueva Jersey, con mi padre, ajustando unos negocios—podía escuchar el caos de la oficina en dónde estaba— Como si tuviera opción...En fin, llego el jueves a Nueva York ¿quieres salir a tomar un café o algo?
—Claro, me encantaría —Parecía que aquel paso tan importante al fin se daría lugar.
—Te llamo cuando llegue.
—De acuerdo.
—Adiós, Kaya.
—Bye.
Colgué el teléfono con una sonrisa de oreja a oreja y volví a sentarme en el sillón. La puerta se abrió de golpe de repente y Alison entró riendo a carcajadas junto a un hombre alto y fornido.
—¡Hola Kaya! —gritó con emoción.
—Hola...—dije en voz baja.
—¿Cómo estás?—preguntó mientras cerraba la puerta con su tacón.
—Bien...
Alison me miró con gracia. Miré de reojo al hombre y luego Alison quien, con un gesto de superioridad, se acercó al sofá para sentarse a mi lado. Mientras tanto el hombre se dirigió directamente a la cocina.
—¿Freddie llamó?
—Sí...—dije sin prestarle mucha atención. Quería saber que rayos hacia un hombre de ese calibre en nuestro departamento, bueno su departamento que de todas formas era mío también.
—¿Y qué te dijo?
—Nada importante...—dije mientras observaba al tipo hurgando en el refrigerador— está de viaje. Y ya...—estaba empezando a sacar mi mousse de fresa en el que tanto me había esmerado.
—¿Solo eso?
Asentí con la cabeza y para mi sorpresa el alto se estaba atragantando todo mi postre. Abrí mi boca desesperada pero no dije ni una sola palabra. Alison me miraba confundida.
—¿Qué rayos estas mirando, eh?
—Mi postre siendo devorado por una bestia...—dije en voz baja. Alison me miró divertida y finalmente giró los ojos. —¿Quién ese ese monstruo que se acaba de devorar mi cena?—susurré irritada.
— Se llama Lucas y lo conocí hoy en un bar—dijo mirándome seriamente—deja de ser exagerada, no es la gran cosa.
—¡Me tardé mucho haciéndolo! ¡No es justo!
—No seas inmadura, te compras uno y ya.
—Para ti es fácil decirlo, no cocinas nada.
—Trabajo amiga—dijo mientras se paraba—para eso estas aquí de todos modos: acompañarme, relajarte y cocinar para mí.
Alison me regaló una sonrisa cargada de ironía y la verdad es que no le veía ninguna gracia. Respiré profundo y me levanté rápidamente del sofá.
—Voy a salir teniendo en cuenta que este mastodonte y tú se quedan solos. No pienso quedarme aquí para saber que terminarán haciendo.
—Como quieras—dijo Alison.
—Nos vemos —dije mientras tomaba mi chaqueta y mi gorro de lana que se encontraban en el perchero. Salí del apartamento sin prisa, tomé el ascensor y al llegar a la planta baja caminé hacia la salida sin imaginarme lo que vería luego.
No tenía ningún rumbo específico así que simplemente giré a la derecha y caminé con prosa sin destino. Quería espantar las desagradables imágenes que mi imaginación empezó a producir al ver a ese hombre y Alison en el mismo lugar. El invierno había llegado a la ciudad por lo que las calles estaban cubiertas de una densa capa de nieve. Los edificios vestidos de blanco mostraban cierta hermosura, las calles que había recorrido hace unos meses mostraban una nueva cara con un traje impoluto. Después de caminar un buen rato terminé en una repostería buscando un postre parecido al mousse que había perdido. Al no encontrarlo terminé comprando un insípido brownie de chocolate. Me senté en una de las mesitas y empecé a comer sin ganas, tomé una de las revistas que estaban sobre la mesa y pasé las hojas lentamente. Pensaba en que llevaría puesto para la próxima cita con Freddie, pensaba que tal vez podría llevar puesto algo más revelador.
De repente un fuerte estruendo se escuchó desde la avenida: un choque entre un taxi y otro conductor, no había sido muy fuerte, pero asustó a varios transeúntes y seguramente provocaría un embotellamiento fatal. Al alzar la mirada pude ver una cara conocida caminando sonriente en la acera, y no estaba solo. Freddie caminaba a gusto de la mano con una mujer de cabellos rojos que llevaba puesto un vestido tallado blanco y con tacones de aguja. La pareja se veía distinguida, parecían conversar de algo sumamente divertido. Me puse de pie rápidamente y salí del lugar cruzando la calle entre el tumulto de gente que se acumulaba alrededor del accidente. Quería asegurarme de que mis ojos no me fallaban. Los seguí por detrás sin hacer ningún revuelo, aunque al final hubiese querido no haberlo hecho. Observaba como los dos entraban a un lujoso hotel. Los dos se detuvieron frente al edificio y se acercaron el uno al otro. A él no se le notaba ni una pizca de remordimiento, ella se acercó más a su cuerpo plantándole un beso en la boca. Después de aquel acontecimiento salí corriendo, no quería ver más. Volví al departamento de Alison al caer la noche, con suerte Lucas ya no estaba. Al entrar la saludé y me dirigí a mi cuarto sin decir nada. Cerré la puerta con seguro y me recosté en la cama, tratando de asimilar lo que había visto.
La llegada de un mensaje interrumpió el silencio que había en la habitación.
Estoy ansioso por verte. Nos vemos el Jueves.
—Bastardo —escupí.
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Possessive Love (Freddie Highmore Fan-Fic)
FanficFreddie Highmore, un tipo encantador y galante. Kaya, una chica inocente y algo torpe. Las malas decisiones que toman ellos y terceros los llevarán a vivir varias situaciones que pondrán en peligro su vida ¿En realidad el amor lo puede todo?