Possessive Love (Freddie Highmore Fan-Fic)

Capítulo 11

Freddie despertó de golpe. El departamento olía mal, yo estaba a su lado contemplando el cadáver en el suelo, me sentía atrapada en una pesadilla. Freddie regresó la mirada y también lo vio, se paró rápidamente y corrió hacia el cuerpo inerte, maldijo en voz alta y observó el cuerpo detenidamente. Yo desperté de mi trance gracias a sus gritos, me acerqué a él lentamente.

—¿Estás bien?— pregunté sin mirarlo a la cara. Freddie se regresó hacia mi yme tomó de las muñecas.

—¿Tú lo hiciste?— preguntó atónito.

—Sí...—dije asustada mientras empezaba a llorar.

Freddie me miró preocupado, negó con la cabeza y me abrazó. Decidió llamar a Peter, necesitábamos transporte para sacar el cadáver sin que alguien lo notara. Nos separamos, caminó lentamente hacia el cadáver y lo tomó de las piernas para arrástralo a la puerta del apartamento. Yo estaba confundida y él estaba concentrado en deshacerse del cuerpo lo más pronto posible. Lo ayudé con lo que más pude, limpiaba el piso con nuestra ropa y trataba de deshacerme de las pintas de sangre de las paredes, pero lo único que logré fue mancharlas más. Luego envolvimos el cuerpo en una alfombra y lo bajamos por las escaleras de emergencia. La alfombra emanaba un olor inmundo y pesaba demasiado, Freddie sostenía el bulto desde la parte de abajo mientras yo intentaba que no se me resbalara de las manos. Al pisar el parqueadero llevamos la alfombra hacia auto del enviado de Peter, no había mucha gente, pero la que había se limitaba a sonreír y seguir con su rutina. Al subir, Freddie no emitió ninguna palabra.

—¿Todo bien? —pregunté recelosa.

Freddie regresó la mirada hacia mí y asintió con la cabeza rápidamente. Al terminar se acercó a mí, me envolvió en sus brazos y me plantó un beso en la cabeza. Se dirigió al baño y escuché que el agua de la ducha caía con velocidad. Me quedé en medio de sala pensando en lo que había pasado, caminé hacia mi habitación y tomé el libro dónde lo había dejado "Usted no puede hacerme feliz y yo tengo la certeza de que soy la última mujer en el mundo que podría hacerle feliz". Era Elizabeth Bennet rechazando a su primo, sabía que merecía algo mejor. Tal vez en otras circunstancias y en otro tiempo yo podía haber estado en su lugar. Cuando me lancé a mi aventura en Nueva York tuve la oportunidad de elegir al hombre que creí podía hacerme feliz, pero a un precio demasiado alto. Si todo salía bien podía terminar como en un cuento de hadas con Freddie, teniendo un felices para siempre, o al final darme cuenta de que él no podía hacerme feliz a mí ni yo a él, menos después de lo que pasamos.