A la mañana siguiente me desperté por la luz del sol que pasaba a través de mis cortinas.
Miré el reloj: las 10:28.
Bostecé y me estiré perezosamente, quedándome mirando fijamente al techo. La verdad es que no quería salir, estaba muy cómoda dentro de mi cama.
Mientras estaba disfrutando de mi pereza, cogí mi móvil para observar si había sucedido algo de nuevo, y para mi sorpresa vi 2 llamadas perdidas.
Eran de un número desconocido, lo cual me extrañó, pero decidí no hacerle caso.
Ya volverían a llamar.
Me levanté para alcanzar mis auriculares y poder escuchar música y justo en el momento en el que me dirigía otra vez a la cama, mi móvil volvió a sonar.
Me dirigí hacía éste y observé la pantalla: número desconocido; otra vez.
-¿Hola? -dije mordiéndome la mejilla, impaciente por saber quién era.
-Buenos días graciosa. Te he llamado antes...
Volteé los ojos y sonreí inconscientemente como una boba al escuchar su voz, después me di cuenta de mi acción y suprimí mi sonrisa al instante, sacudiendo mi cabeza.
-Lo sé; estaba durmiendo. Por las noches, pongo el móvil en silencio. Me gusta dormir tranquilamente sin que pesados como tu me molesten.
-Dormilona...-dijo con una ronca carcajada.
-Bueno, ¿me puedes decir que quieres y como has conseguido mi teléfono?
-A ver como te cuento yo esto...
Fruncí el ceño.
-Te llamo para que sepas que has quedado dentro de 2 horas en la plaza del ayuntamiento con tus amigos.
- ¿C-como? -dije sorprendida.
- Eso no importa. Ahora empezamos a ser amigos y creía injusto que ellos se hubieran enfadado contigo. Tanto tu como yo, sabemos que hemos de poner fin a lo que pasó en esa jodida fiesta.
¿Estaba de broma? Aún no me podía creer lo que acababa de hacer.
¿Así que iba en serio lo de ser amigos?
- Jake... Y-yo... No sé que decirte...
- Yo sé que me puedes decir.
Alcé las cejas, esperando a que continuara.
- Acepta ir conmigo a dar una vuelta esta tarde.
- ¿Tu y yo? -le dije sorprendida.
- Si.
¿Quería decir a solas?¿El y yo solos?
Pero yo no sé si quiero estar con el a solas...
- No te voy a comer ¿lo sabes, no?-me dijo riendo.
Podría ser divertido...
Lo que justo acababa de hacer demostraba que esto de ser amigos iba en serio.
Quizás debería de hacerle un poco de caso a mi abuela y abrirme un poco más.
- Esta bien... ¿A que hora quedamos?
- ¿Perdona? ¿He oído bien? ¿Me estás diciendo que si?
Volteé los ojos.
-¿Que pasa?¿Quieres que te diga que no?
Volvió a reírse.
Me gustaba su risa...
- He de colgar, te paso a recoger sobre las 6. Hasta luego Jess.
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Hope
Teen FictionSola, pero sin motivos para sentirse así. Tiene a sus amigos y a su familia, y los quiere con locura, pero no ven que en sus ojos la luz se apagó. Vacía, no siente nada en su interior, para que buscar a una persona a la que querer, si probablemente...