Capitulo 11

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-Cariño, ¿que haces aún así? -me dijo mi madre.

Fruncí el ceño. Iba con unos pantalones cortos de chándal y una camiseta de tirantes.

-¿No te acuerdas de nuestra cita Jess? -dijo Jake sonriendo.

¿Cita? ¿Que cita?

-¿De que estás hablando? -dije aún sin entender nada.

-Jake te ha venido a buscar, ¿no te acuerdas de que teníais una cita? -dijo mi madre como si nada.

¿Pero de que me están hablando? ¿Donde está la jodida cámara oculta?

-N-no. Yo no había quedado con él.

-Vamos Jess. Te ha venido a recoger. Ve a cambiarte.

-Pero si yo..

-¡Vamos ve!

¡Urgh! Me giré, dirigiéndome a mi habitación.

¿De que iba toda esto?

No entendía nada, yo solo quería quedarme en mi cama, leyendo mi libro.

Abrí el armario y suspiré.

¿Se podía saber que quería Jake ahora?

Cogí un peto de pantalones cortos tejano y me lo puse encima de una camiseta blanca.

No tenía ganas de maquillarme. Es más, no tenía ganas de ir a ningún sitio.

Miré de reojo a mi libro, que aún estaba encima de mi cama.

-Que porras.

Me tumbé en mi cama y cogí el libro, pero justo en cuando, empecé a leer, se abrió la puerta de mi habitación.

-Oh vamos, ¿piensas salir en algún momento o que? -me dijo Jake.

-Pues va a ser que creo que no. -dije volviendo mi vista a la interesante historia.

-Pues va a ser que si. -vino hacia mi y me quitó el libro de las manos.

-¡Eh! ¡Devuélvemelo! -dije intentando recuperar-lo.

-Cogelo.-dijo levantando aún mas su brazo, causando que mis saltos no sirvieran para nada.

Cuando me rendí, me di cuenta de como nos encontrábamos.

Estábamos a pocos centímetros de distancia y notaba su suave aliento cerca de mi rostro.

Le miré los labios, después a sus ojos, los que ahora me miraban fijamente serios pero con un pequeño brillo que los resaltaba.

Me mordí la mejilla internamente, volviendo mi mirada a sus labios.

Poco a poco me acerqué a él, hasta que nuestros labios se encontraron.

Nos besamos. Saboreé sus labios y él saboreo los míos. Pero justo cuando el beso se empezó a animar, me separé rápidamente y le cogí el libro.

¡Toma!

Jake se quedó con una cara que no sabría como describirla.

No pude evitar que se me escapara una sonora carcajada, mientras volvía a mi cama, pero antes de que pudiera sentarme encima, unos fuertes brazos me cogieron por la cintura, elevándome en el aire, y antes de que pudiera darme cuenta, me encontraba encima el hombro de Jake, como un saco de patatas.

-¡Bajame ahora mismo Jake Matthews! -dije dándole golpes en la espalda -¡No quiero salir, y aún menos contigo!

-Lo siento. ¿No querías jugar? Pues vamos a jugar querida Jessie.

HopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora