-Cariño, ¿que haces aún así? -me dijo mi madre.
Fruncí el ceño. Iba con unos pantalones cortos de chándal y una camiseta de tirantes.
-¿No te acuerdas de nuestra cita Jess? -dijo Jake sonriendo.
¿Cita? ¿Que cita?
-¿De que estás hablando? -dije aún sin entender nada.
-Jake te ha venido a buscar, ¿no te acuerdas de que teníais una cita? -dijo mi madre como si nada.
¿Pero de que me están hablando? ¿Donde está la jodida cámara oculta?
-N-no. Yo no había quedado con él.
-Vamos Jess. Te ha venido a recoger. Ve a cambiarte.
-Pero si yo..
-¡Vamos ve!
¡Urgh! Me giré, dirigiéndome a mi habitación.
¿De que iba toda esto?
No entendía nada, yo solo quería quedarme en mi cama, leyendo mi libro.
Abrí el armario y suspiré.
¿Se podía saber que quería Jake ahora?
Cogí un peto de pantalones cortos tejano y me lo puse encima de una camiseta blanca.
No tenía ganas de maquillarme. Es más, no tenía ganas de ir a ningún sitio.
Miré de reojo a mi libro, que aún estaba encima de mi cama.
-Que porras.
Me tumbé en mi cama y cogí el libro, pero justo en cuando, empecé a leer, se abrió la puerta de mi habitación.
-Oh vamos, ¿piensas salir en algún momento o que? -me dijo Jake.
-Pues va a ser que creo que no. -dije volviendo mi vista a la interesante historia.
-Pues va a ser que si. -vino hacia mi y me quitó el libro de las manos.
-¡Eh! ¡Devuélvemelo! -dije intentando recuperar-lo.
-Cogelo.-dijo levantando aún mas su brazo, causando que mis saltos no sirvieran para nada.
Cuando me rendí, me di cuenta de como nos encontrábamos.
Estábamos a pocos centímetros de distancia y notaba su suave aliento cerca de mi rostro.
Le miré los labios, después a sus ojos, los que ahora me miraban fijamente serios pero con un pequeño brillo que los resaltaba.
Me mordí la mejilla internamente, volviendo mi mirada a sus labios.
Poco a poco me acerqué a él, hasta que nuestros labios se encontraron.
Nos besamos. Saboreé sus labios y él saboreo los míos. Pero justo cuando el beso se empezó a animar, me separé rápidamente y le cogí el libro.
¡Toma!
Jake se quedó con una cara que no sabría como describirla.
No pude evitar que se me escapara una sonora carcajada, mientras volvía a mi cama, pero antes de que pudiera sentarme encima, unos fuertes brazos me cogieron por la cintura, elevándome en el aire, y antes de que pudiera darme cuenta, me encontraba encima el hombro de Jake, como un saco de patatas.
-¡Bajame ahora mismo Jake Matthews! -dije dándole golpes en la espalda -¡No quiero salir, y aún menos contigo!
-Lo siento. ¿No querías jugar? Pues vamos a jugar querida Jessie.
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Hope
Teen FictionSola, pero sin motivos para sentirse así. Tiene a sus amigos y a su familia, y los quiere con locura, pero no ven que en sus ojos la luz se apagó. Vacía, no siente nada en su interior, para que buscar a una persona a la que querer, si probablemente...