Capitulo 15

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Resonó en mi cabeza lo que minutos antes me había dicho Ann.

¿De verdad estaba preocupado? ¿por mi? Agité mi cabeza suprimiendo ese pensamiento.

Necesitaba acabar con esto.

-Hola...-dije respondiendo a la llamada.

-¡Joder Jess! ¿Pero de que coño vas? ¿donde te escondes? 

-Jake... -dije intentando hablar.

-No, ni Jake ni mierdas, te estuve esperando y hoy no has venido, ¿y no se te ocurre ni encender el jodido móvil?

-Jake -lo corté- hemos de dejar de vernos.

-¿Qué?- me dijo después de unos segundos de silencio.

-No quiero ser tu amiga, lo siento.

-¿P-pero porque? ¿Que he hecho?

Nada, tu no has hecho nada...

-No quiero meterme en problemas Jake, ya me he metido en bastantes y no... no puedo. Lo siento Jake.

Y colgué.

Me sorprendió la pequeña punzada de dolor que me produjo decirle eso. 

Tenia ganas de llorar, pero ya no me quedaban lagrimas. Ahora todo volvería a ser como antes, mi estúpida vida aburrida de siempre.

Entre mis mil batallas mentales, finalmente caí en un profundo sueño.

***

-No sé que le pasa, Jake. Desde ayer que no sale de su cama, nos ha dicho que se cayó, pero creo que le ha pasado algo... -escuché decir a mi madre fuera de mi habitación.

¿Jake? Debo de estar soñando...

Volví a cerrar los ojos.

Al cabo de un rato escuché como la puerta se abrió. 

-Mamá te he dicho que estoy bien. Déjame sola.-dije con los ojos aún cerrados.

Me sorprendió no escuchar una protesta por su parte y extrañada abrí los ojos, encontrándome con unos ojos marrones observándome con el ceño fruncido.

Muy fruncido...

-Madre mía...-dijo Jake llevándose las manos al pelo nervioso.

Yo no podía hablar, estaba petrificada, yo... esto... ¿Que hacia él aquí?

Se acercó rápido a mi cama y se sentó a mi lado. Sin quererlo, hice una mueca de dolor, cuando al sentarse me rozó la rodilla.

Él cerró los ojos con frustración.

-¿Quien cojones te ha echo esto Jess?

-Nadie me ha echo nada. Me caí...

Intenté cubrirme con las sabanas, pero Jake me descubrió al instante.

-No me digas gilipolleces, sé que me estás mintiendo. 

Me cogió de la barbilla para que le mirara a los ojos.

-¿Quién?

Como no parase, iba a llorar.

-Nadie...

- Jess... -me dijo entre dientes- ¡¿Quién?!

- No grites, están mis padres abajo.

- Ahora mismo me importan una mierda. -cerró los ojos y suspiro, pasándose una mano por el pelo- Vamos a ver, lo que sé es que desapareces, te llamo y no respondes. Cuando por fin lo haces, me dices que quieres dejar de verme y cuando vengo a hablar contigo en persona me encuentro con que estas echa una mierda porque algún desgraciado te ha dado una paliza. ¿¡Me puedes decir quien cojones te ha echo esto!?-me cogió por los hombros, gritándome.

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