Capitulo 12

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Narras tu:

— ¿Vamos a buscarlos? – pregunté mientras veía a JungKook, aun, encogiéndose de hombros.

— Vamos. – al fin contestó, él se fue por la derecha y yo por la izquierda.

Caminé hacía una heladería, puede que YoonGi se fuera ahí como desde un principio quería ir conmigo antes de que se liara una escena muy desagradable. Pero luego cuando llegué y no lo vi, pensé que no hubiera ido con sangre en la cara, si no a un sitio más tranquilo. Pero ese lugar no sé donde se puede encontrar.

Miraba las calles, no veía a nadie que se pareciera para nada a YoonGi, hasta que caí a la cuenta, podía llamarlo, a si que saque mi móvil y busqué su contacto, cuando lo encontré lo presioné. Un pito, dos pitos, y 3 pitos.......... Contestó.

Llamada con YoonGi:

T/n: ¿Dónde estas?

YG: ¿Para que lo quieres saber?

T/n: Porque pensamos que te has ido con Bon-Hwa para seguir la pelea.

YG: ¿Te preocupas por mi?

T/n: Claro.

YG: ¿Desde cuando? Nunca has sido a sin conmigo.

T/n: ¿No puedo preocuparme por ti?

YG: No, amenos que.....

T/n: ¿Amenos que........?

YG: ¿"No te puedes culpar de a quien amas"?

T/n: ¿Por qué me imitas?

YG: ¿Soy yo a quien no debes amar?

T/n: ¿Por qué desde que te he llamado solo me preguntas cosas?

YG: ¿Por qué desde que me has llamado no contestas mis preguntas?

T/n: ¡Oye! En mi defensa si que te he respondido algunas preguntas. ahora contéstame a mi.

YG: ¿Qué quieres?

T/n: Y seguimos igual..... -- susurré -- ¿dónde estas?

YG: Detrás tuyo.

T/n: ¿Qué?

YG: ¿Quien es la que no para de preguntar, eh?

T/n: Tu.

YG: Gira te.

Me giré y lo vi un poco encorvado, mirándome desde donde esta. Me acerque a él a paso ligero.

— Acompaña me sin decir ni rechistar nada. – me cogió de la mano y yo me dejé llevar por sus pasos.

Ahora, solamente podía ver su espalda torcida, seguro que le dolerá.

— ¿Te duele la espalda? – me puse a su lado mientras que lo escuchaba bufar y se desencorva – no hace falta que te pongas bien si no puedes o te duele. – él negó para luego pasar por unos arbustos y empujarme hasta el interior. Me dejé arrastras aunque habían plantas que me estaban pinchando las piernas.

— Ya hemos llegado sienta te, si quieres. – él se sentó en una manta que había en el suelo, bien puesta a cuadros rojos y blancos.

— ¿Es un sitio donde vienés siempre que estas enfadado o para otras cosas? – me senté al frente de él.

— ¿Qué otras cosas te refieres? – me miró con cara de pervertido.

— Cuando estas triste, solo, ya me entiendes.... – miré mi alrededor y era muy bonito.

— No, me lo he encontrado hace unos minutos, pero se esta bien. – le señalé la manta que teníamos en nuestros traseros. – eso, pues lo he encontrado en la basura. – me levanté asqueada mientras que él se reía levemente. – la compré – me volví a sentar –, ¿crees que he podido ir a sin? – pausó mirando sus piernas y tocaba sus zapatos – porque la he visto por ahí con algunas ratas. – me levanté otra vez.

— Aish.... Podías haber dicho, simplemente, que, ahg.... Da igual. – me senté en unas piedras que habían en el suelo. Estábamos alrededor de plantas y él, YoonGi, estaba recostado en una piedra enorme, y yo sentada casi al frente de él en una piedra minúscula del suelo.

— Ahora tienes que contestar me. – dijo de repente.

— ¿El que? – tire la cabeza hacía atrás para que descansara, rara la posición.

— “No puedes culparte de a quien amas”. Refiriéndote a alguien que amas pero que no deberías..... – puso sus brazos detrás de su cabeza y suspiró – ¿a quien te referías? – y se acordaba, pensé bastante mi respuesta por lo que tardé en darla, él se levantó un poco y levantó un ojo para asegurarse de que si estaba ahí.

— Bueno, no me refería a nadie, solo a mi y a JungKook, que yo soy esa persona que no debe amar. – me levanté bien y me lo quede mirando.

— Pero.... Cuando hablabas de.... Ese tema, con JungKook – asentí, aun que sabía que no me estaba viendo –, parecías complacida, como si supieras de lo que iba el tema, como si lo hubieras vivido. – quitó los brazos de detrás suyo y se me quedó mirando a los ojos.

— No, yo nunca he tenido de eso porque nunca he estado enamorada.

— ¿No? – parecía confuso.

— Pues no, aun que no lo parezca, lo que pasa es que...... – Callé – antes de haber venido aquí, tenía una.... Vida..... Bastante difícil, en el tema de relacionarme y eso. – pude observar que se ponía mejor que antes y tenía toda su vista en mi.

— ¿Tampoco has echo nada de nada? – me sonroje y asentí – ¿vas de monja? – ahora enfurecí, indignada levanté el brazo derecho. – vale, vale, no he dicho nada. – y cerró los ojos.

— Nunca he tenido necesidad de nada de esas cosas. Como en lo físico y en general. –podía escuchar sus pesados suspiros – Lo siento si te aburro...

— ¿Eh? No, no es eso, solamente estaba pensando en todo lo que me dijo Jin. – decía con, aun los ojos cerrados.

— A si que... ¿No me has estado escuchando? – soné molesta. Jugué con mis dedos en mi regazo, me aburría tanto como él, lo sé.

— Es que te en rollas mucho, y no te callas. – parecía más un puchero que una frase fría a lo que estoy acostumbrada a escuchar de su parte. Sinceramente, esta cambiando mucho.

— Dicen que la gente cambia cuando conoce a otra, pero los que no pues se quedan igual. ¿No?

— No lo sé, solo he escuchado que el amor cambia a la persona. – levanté la vista, lo miré fastidiada.

— ¿Y a que me refiero entonces? – abrió los ojos con pesadumbre.

— ¡No lo sé, no te aclaras!

— ¡¿Por qué será?! ¡Es que no te soporto! – me crucé de brazos. Escuche risas, las de él. – ¡aishh! ¡No te burles de mi! – fui directa a él y le di suavemente en el brazo. Me iba a volver a mi sitio cuando me coge del brazo y me tira encima suyo.

— Es difícil no burlarme de ti, haces.... Cosas.... Graciosas.... – dijo aún riéndose.

— ¡Pues es tu culpa! – inconsciente mente mordí mi labio al verlo con una sonrisa arrogante en la cara.

— No hagas eso..... – y me besó, este no era como los demás, aquellos besos que empezaban lentos, suaves y acababan salvajes y con desesperación. Directamente fue salvaje y desespero. En seguida lo aparte.

— Pues no hagas esto. – señalé sus labios, carnosos, gustosos.... ¡Ay! Muero por él.

No, no, no puedo, no puedo ser la chica débil que una vez pude haber sido. Me niego a caer de esta manera, no, a menos de este modo. Sabiendo como es y conociéndolo, seguramente, que me quiera para quitarme lo que él dice ser “monja” y dejarme desecha en la basura.

— Entonces no mires mis labios, tampoco te relamas los tuyos, y no te preocupes por mi. – asentí y me aleje de él. – tampoco me ames....

Are you crazy? | 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora