Cartas para el

Abuelo

Un año, un maldito año en donde por primera vez en 16 años se que no estás aquí, un año en donde mi vida ah cambiado, un año en donde tú partida me dolió más que nada.
Cada vez que me sentía mal voy a la azotea miro al cielo y hablo contigo, solo quiero sentirte cerca, se que me cuidas desde el cielo pero aunque no lo creas te extraño y mucho.
Te eh soñado varías veces ahí es la única oportunidad que tengo para poderte abrazar, solo en mis sueño eh podido escuchar un té quiero tuyo, es difícil escribirte solo con recordar lo que sentí cuando me enteré que ya no estabas aquí.
Desde que tú te fuiste ya no eh sido la misma, cambie mucho y todo fue para mal, empecé a fumar y no fue por moda, tal vez quería que el dolor se fuera. Así fue por meses, cuando llegó abril una tristeza llego a mí, no me imaginaba un cumpleaños sabiendo que no estabas vivo, no quería festejar nada.
Llego el día de mi cumpleaños fue el mejor día de mi vida, me sentí tan feliz, cuando casi acababa el día fui a hablar contigo, te dije que te quería mucho y también dije que tú estarías siempre conmigo.
Pero la felicidad no es para siempre pocos días después de mi cumpleaños todo se volvió gris, oscuro y feo, fue un sentimiento muy fuerte el dolor me consumía y mi única salida fue cortarme, pensé que si me moría se irían los problemas y también de que te volvería a ver, era un martirio ver mis brazos. Hasta que apareciste en mis sueños regañándome, me decías que era una estupida que la vida era hermosa y me faltaba mucho por vivir aún.
Ahora eh entendido y te agradezco por eso.