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Tantos sentimientos ocultos, daños y sonrisas que invaden el ambiente, un amor que no se esfuma, una atracción que nunca se rompe y dos personas que juegan a ser amantes, imaginando que nunca se volverán a hacer daño, el día y la noche volviéndose a unir convirtiéndose en un eclipse siendo cada vez más fuerte. Sentimos que nunca se olvidan así como las cicatrices que dejaron en aquella ruptura, todo ese dolor desaparece cuando están juntos, sus cuerpos envonan perfectamente como si estuvieran hechos el uno para el otro, cortados por la misma tijera, intentan olvidarse rezando no tener que volver a verse es inevitable el no poder verse, actuar fríos no es su mayor fuerte, son su debilidad aunque no lo quieran admitir.
Mil y un noches atormentan con sus recuerdos los besos y esas noches en vela diciéndose las palabras más lindas de universo, ahora solo se preguntan a donde quedaron esas palabras donde quedaron esos sentimientos, nada de eso murió solo buscaron nuevas personas para decirlo pero en el fondo sabían que siempre iban a volver a formar aquel bello eclipse.

Cartas para elDonde viven las historias. Descúbrelo ahora