La única pregunta que realmente importaba era: ¿qué es lo que siente ella realmente por él? Le había dicho que le gustaba. Pero, ¿hasta qué punto? ¿Sería un simple crush o algo más fuerte? Y, lo más importante, ¿por qué siempre aceptaba el hecho de...
La noche estaba fría, sin mencionar que estaba en medio de la nada. Así que volvió a la casucha después de una hora.
-- ¡Jimin oppa! ―So Hyun saltó del sillón a los brazos del nombrado.
― So Hyun, ¿qué haces aquí a estas horas? ―miró de reojo a Mika y Jungkook que estaban presentes.
Mika miró a un costado, acongojada. Jungkook se dio cuenta y la observó.
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―Mika, ¿estás bien?
― S-sí, solo que... ―sus ojos viajaron a Jimin por un segundo. ―No puedo estar aquí.
La rubia se levantó del sillón y Jungkook la siguió.
― ¿Qué sucede? ―el pelinegro la toma del codo.
― Jimin oppa, debes saludarme como se debe. ―So Hyun se coloca de puntas de pie acercando sus labios a los del pelinaranja y...
Jungkook es más veloz y toma a Mika colocando su cabeza en su pecho. Quiso ahorrarle ese sufrimiento, pero Mika supo que se habían besado.
Mika aprovechó que su cabeza estaba contra el pecho de Jungkook y dejó que una lagrima rodara por su mejilla.
¿Por qué él? ¿Por qué tenía que gustarle alguien que ya tenía dueña?
― So Hyun ―Jimin la obligó a separarse de él. ―No hagas eso.
― ¿Qué cosa? ¿Besarte? ¿Disculpa, pero no es eso lo que hacen las parejas?
Jimin miró a Mika lamentándose que haya tenido que escuchar eso. Se detuvo viéndola descansar su cabeza sobre el maknae y tuvo que separarlos. Mika escondió su cara llorosa con su cabello.
― Yo... lo siento.
― No te disculpes, Mika. ―se apresuró a decir Jungkook. ―Es otro quien debería disculparse. ―lo miró directamente a Jimin.
― ¿Quién te crees que eres para hablarme así?
― Sé que eres mi hyung, pero soy mejor persona que tú y no hago llorar a quienes quiero.
Mika no quería escucharlos discutir así que prosiguió a ir a su habitación. Cuando una mano la sujeta de la muñeca.
― ¿Podemos hablar? ―le suplica Jimin.
― No. ―responde la rubia y se suelta de su agarre. Camina unos pasos y nuevamente Jimin le impide continuar situándose frente a ella.
― Por favor.
― Ella dijo que no, hyung. Déjala en paz.
- Tú no te metas, Jungkook. ―le dice señalándolo con el dedo. Luego baja la cabeza para ver a Mika a la cara y le toma su mano. ―Tú y yo hablaremos, aunque no quieras.
Mika se dejó arrastrar por él solo porque el calor de su mano abrazando la de ella la hacía sentir protegida. La sujetó con fuerza.
Se metieron en la primera habitación por la que pasaron después de subir las escaleras.
Jimin cerró la puerta, aun sin soltarla.
― Aquí podremos hablar tranquilos.
Mika observaba sus manos aun juntas. Jimin lo notó y la soltó con una disculpa.
― No... no me sueltes.
Miradas intensas, miradas profundas.
― Permíteme explicarte lo que sucede entre So Hyun y yo.
Mika esquivó sus ojos. ―Creo que no quiero escucharlo.
― Ella y yo no somos nada. ―comenzó Jimin sin darle importancia si ella quería escucharlo o no. ― Esta chantajeándome con que dará aviso a la policía sobre ti si no vuelvo con ella.
― No tienes que explicarme nada, Jimin. Después de todo, no somos nada.
― Tu bien lo sabes tanto como yo que entre nosotros hay algo más.
Silencio.
― Y yo no quiero que la policía te encuentre aun, porque... porque no estoy listo para separarme de ti. ―tragó saliva y avanzó un paso hacia ella.
― Sabes que tarde o temprano la policía me encontrará, volveré con mi familia y ustedes volverán a sus respectivas vidas. ―Mika bajó la cabeza. ―No creo que nosotros volvamos a...
Un beso sediento de Jimin calló las palabras llenas de dolor y verdad. Jimin lo sabía, pero no quería que se lo recordaran.
Cuando Mika sintió dolor en sus pulmones por la falta de aire, se separó de él.
Jimin aún no abría los ojos, había quedado encantado. Besarla se volvía una adicción.
Y al abrirlos, Jimin vio a So Hyun mirándolos desde la puerta con los ojos húmedos.
― So Hyun, yo... ―la pelinegra salió corriendo. Jimin fue tras ella.
"Los delataré a la policía"
Corrió y fue más rápido que ella.
― Espera. ―le cortó el paso.
― No digas nada, Jimin. Te lo advertí. ―lo empujó.
― No puedo mantenerme alejado de ella. Lo intenté, pero...
― Para mí, lo nuestro no terminó.
― Para mí sí. Por favor entiéndelo y no hagas nada estúpido.
So Hyun reflexionó.
― Te daré una última oportunidad. Te alejarás de ella y volverás conmigo.
Jimin se tiró el pelo para atrás, frustrado. No había elección. Todo sea por mantener a Mika cerca suyo.
― Okay, te seguiré el juego.
So Hyun sonrió descaradamente. ― Buen chico. ―se puso de puntas de pie para alcanzar la boca del pelinaranja.
