Segunda Temporada, parte 29

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Jimin y Mika habían pasado la noche juntos acurrucados en la cama de la única habitación del apartamento.

El pelirrosa había preparado la cena, sabiendo que Mika solo se alimentaba a base de ramen instantáneo desde que estaba allí. Lavó, peló e hirvió sus verduras favoritas y por primera vez en algún tiempo la rubia comió nutritivamente.

Se veía algo decaída. Jimin le hablaba animado, contándole sus planes una vez que aquella psicópata estuviera tras las rejas y ellos podrían salir a las calles sin miedo al peligro. Pero Mika solo asentía con una débil sonrisa y jugaba más con la comida en su plato de lo que llevaba a su boca.

—Mika.

—¿Hmm? —la aludida levantó la mirada.

—¿No te gusta la comida?

—Oh, sí. —barrió los vegetales con el tenedor y los amontonó en el medio del plato. —Es que estoy algo cansada. —sonrió para despreocupar al chico.

—Imagino que estar encerrada te deprime. —Jimin dejó el tenedor a un lado y se centró en ella. —Lamento todo esto, amor. Yo... no puedo hacer mucho por ahora. Pero... —empujó la silla hacia atrás y palmeó sus muslos. —Ven aquí.

En el momento en que Mika se levantó de la mesa para ir hacia él, sintió unas insoportables ganas de llorar.

Jimin notó su expresión al instante. —Hey, ¿por qué lloras? —le preguntó al momento en que jaló de su mano y la sentó en sus piernas. Mika rodeó el cuello con sus brazos, hundiendo el rostro en su cuello al segundo de sentarse sobre él. —Amor, por favor, háblame. —pidió con vehemencia y la abrazó lo más fuerte que pudo.

Ella no contestó, no podía hablar en aquel momento con ese nudo en su garganta.

Jimin dejó que llorara en sus brazos hasta que descargara toda su frustración. Sentía como su cuello era humedecido con sus lágrimas y solo pudo escucharla sobar por su nariz y acariciar su espalda mientras ella sufría leves espasmos por el llanto.

No supo cuánto tiempo estuvieron así, aferrados el uno al otro, abrazados tan fuerte sin dejar espacio entre ellos. Hasta que Mika de a poco iba calmándose. Jimin sentía como su cuerpo se relajaba con el paso de los segundos, ya no escuchó más sollozos y al final dio un profundo suspiro, dando por terminado su llanto liberador.

Se separó de él, solo un poco, para darle una sonrisa que para Jimin fue difícil de responder. La suya fue más como una mueca. Se sentía terriblemente culpable. La angustia que veía en sus ojos pesaba en su corazón y pudo sentir una dolorosa punzada al pasar por enfrente de sus ojos la posibilidad de dejarla ir.

Así entonces su preciada Mika dejaría de sufrir.

Si la dejaba ir, ella ya no tendría que pasar por todo aquello.

Si la dejaba ir... un fuerte estremecimiento azotó todo su cuerpo al pensar en siquiera soltarla. En no verla nunca más.

Apretó sus parpados y sacudió su cabeza tratando de despejar su mente de aquel pensamiento. Volvió abrir sus ojos para mirarla, pero al sentir los tersos labios de la chica sobre su boca los cerró nuevamente.

Mika lo besaba con parsimonia, explorando su boca como si fuera la primera vez que lo besaba.

Dios, ambos habían extrañado aquel estado de euforia y, a la vez, apacible cosquilleo en el pecho, llenando con aquel beso todo aquel tiempo de haber estado separados.

Una sensación de felicidad hormigueó en el corazón de la rubia porque en aquel momento volvía a sentir todo aquello que creyó haber olvidado de su novio. Lo amaba, sí. Lo amaba de verdad.

𝕋𝕣𝕒𝕡𝕡𝕖𝕕 | ♥ PJM - JJK ♥  (BTS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora