Cap. 2: Kyoya

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-Joven amo despierte -escuche que alguien me decía.- Su madre le quiere ver.

-Hmmm -abrí los ojos encontrándome al viejo mayordomo se la familia.- Di le al omnívoro que ya voy.

-Como usted diga joven amo -hizo una reverencia y salio de mi cuarto, no son antes abrir la puerta del balcón y dejar entrar a Hibird.

Sentí como aquel pequeño animal se posaba al lado derecho de mi almohada, al otro lado estaba Roll, mi erizo. Coloque mi mano en mi frente, mirando el decorado del techo, tan lujoso y caro, que a cualquiera me dolería dañar.

No tenia ganas de levantarme y escuchar el discurso de mi omnívoro padre, no quiero ver la mirada de burla de mi hermana menor ni la sonrisa de tranquilidad de mi gemelo. Solo deseo quedarme aquí, y pensar en lo ocurrido la noche anterior.

-Sabes que no debes de dejar esperando a tu madre -solté un suspiro, cerré mis ojos y deje que mi padre carnívoro quitara a mis mascotas.- Levante y ve a verlo, Giotto estaba muy nervioso anoche.

-Dije que ya voy -las palabras salieron mas como un gruñido de molestia.

-Deberías no demorar, de pronto tu madre envíe al herbívoro explosivo por ti.

Diciendo eso salio de mi habitación, mire a la mesa de noche encontrandome un florero con rosas negras y naranjas, las únicas que crecían en el castillo.

Me levante por fin, camine descalzo hasta el espejo de cuerpo completo al lado de la puerta del armario, solo tenia puesto mis pantalones de dormir de coló morado, dejando mi torso descubierto decorado con moretones y algunas heridas menores.

Al ver eso recordé la pelea de la noche anterior. Yo solo quería dar un paseo por la ciudad en compañía de los herbívoros que siempre están conmigo aun si les digo que no, recorrer el lugar donde se realizaría el dichoso festival de primavera y el molesto concurso donde escogerán a mi pareja. Pero no todo fue bien, antes de volver a mi cárcel personal, se cruzaron una manada de herbívoros idiotas retando me para que peleara con ellos y quedarse con la corona. No se de donde sacaron eso, pero yo solo me defendí de su patético ataque. Nadie se entero de lo que de verdad paso, solo que yo soy el malo y el violento.

Saque ropa del armario junto a una toalla, entre al baño y deje que mi cuerpo se relajara bajo la ducha, el agua caliente recorrió todo mi cuerpo, de cabeza a pies, limpiando todo tipo se suciedad que habitase en él. Pensé en el futuro cercano y en lo molesto que era todo eso. Yo debería se escoger a mi pareja, no un grupo de ancianos decrépitos que solo quieren el poder.

Cuando ya estaba limpio, salí cogiendo una toalla y comenzando a secar me. Fue ahí donde mi mente me comenzó a traicionar, donde posaba mis manos las sentía de otra persona, como si mi cuerpo desease a la otra alma que le completa, el rostro borroso de un herbívoro sonriente apareció en mi mente, cabellos castaños y un aura de armonía que me tranquilizaba.

-Joven amo, el rey Giotto lo esta esperando en el comedor -gruñi molesto ante aquella interrupción. Lo mas seguro que la herbívoro al otro lado de la puerta este temblando.

-Largate, y di le a mi omnívoro padre que no demoro -no escuche nada, solo el sonido de cierre de la puerta del cuarto. Suspire cansado, ser hijo mayor del rey no era nada sencillo.

Ya listo, salí en dirección al comedor mirando mi celular, la noticia de ayer ya estaba circulando por mas redes sociales al igual que los comentarios negativos y positivos de aquel encuentro. Los mensajes de animo y reclamos esperaban pacientes a ser respondido, pero yo solo los borraría ignorandolos como siempre.

-Has tardado -ese regaño ya lo esperaba. Me senté en mi puesto mirando a mi madre, sus ojos azules cielo comenzaron a tornarse naranjas brillantes, como siempre pasaba al estar enojado.- Kyoya, ¿que te he dicho de tus peleas?.

-Que las realizara en secreto o simplemente no las hiciera -conteste calmado, la risa burlona se I-pin me comenzaba a irritar.- ¿Eso que tiene que ver?

-¿Es que acaso no has visto las noticias? -alzo un poco la voz, callando cualquier sonido.- Hijo, eres el próximo rey, y con tu expediente creo que escogerán que Fong sea el sucesor.

-Que lo hagan, a mi no me importa el puesto -solté con fastidio.

-Hijo, controlate -frunci mas mi ceño, esto comenzaba a molestar- Tu madre solo quiere lo mejor para ti.

-Pues si quieren que yo sea el rey, dejen que elija por lo menos a mi pareja -me cruce se brazos y cerré los ojos molestos. Si vea la sonrisa divertida de Fong, lo mordería hasta la muerte.

-Eso no se puede Kyoya -escuche decir a mi padre omega.- Es una tradición de la familia, así le damos a entender al pueblo que no nos importa de que clase social sean, tendrán una oportunidad de ser rey o reina, que sueñen en que eres su igual.

-No seré el igual de un herbívoro molesto que solo desea poder y fortuna -el suspiro cansado de mis padre junto a la pequeña risa de mis hermanos comenzaba a enojarme.- Si no escojo por lo menos a una persona que yo quiera, no participare en ese estúpido festival. Detestó las multitudes.

-Eso lo heredaste de tu padre - el gruñido de molestia de mi carnívoro padre se escucho en toso el comedor. Eso fue lo unico que me saco una pequeña sonrisa y aligeró el ambiente.

Desayunamos con calma y viendo las divertidas peleas de mis padre. Era por ese tipo de relación que yo quería escoger a mi pareja, alguien capaz de aguantarme pero comprenderme y apoyarme en todo, alguien como mi padre omega, alguien con sus características personales, con esa sonrisa que trasmite amor y cariño a todos, esos ojos que con una mirada te da a entender que todo mejoraría o que daba miedo cuando se enojaba, alguien que veía a todos por igual y los trataba como tal.

Suspire antes aquellos pensamientos herbívoros, maldiciendo el ser un alfa y necesitar a un omega junto a mí, pero solo deseo a mi omega o beta destinado.

Al terminar nuestro momento familiar cada uno se fue hacer lo que le correspondía, G llevo a I-pin al colegio, Fong se fue a la universidad, mi padre Alaude a ver la seguridad para el evento y tratar de solucionar mi problema, mi madre Giotto a ser sus deberes como rey en compañía de su mano izquierda Asari, por otro lado mi mano derecha llegó para llevarme a ver los trajes que utilizaría para ese día.

Tetsuya Kusakabe era un joven de la colonia en Japón, sus padres lo presentaron como si fuera un esclavo, pero al final lo deje como un subordinado de mucha confianza.

Solo deseaba que este día pasara rápido y poder encerrarme en mi cuarto hasta que comenzara el dichoso festival. Esperaba que mi madre no hiciera una locura como siempre y termine haciendo algún tipo de show, esos que tanto le gusta a él.

-Kyoya es hora de mirar las afirmaciones de asistencia -suspire y conté hasta diez, aleje mi mano del pomo de la puerta de mi habitación para voltearme y ver a mi madre con una sonrisa y su tablet en la mano. Este día iba a ser largo.

El Omega Del Rey #PSY18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora