pobre de ti [COMPLETA]

adiós

  Mis padres habían conseguido una casa fuera del país. Sería muy difícil mudarse, no simplemente en lo material... sino en lo emocional.
Ya que nosotros hemos vivido aquí dieciséis años, aquí me vieron crecer, fui a la escuela, conocí a gente nueva, tuve tristezas así mismo como felicidades, comí, jugué, peleé muchas veces con mis padres en aquella casa...
Ahora la abandonaba, al igual que los buenos momentos que nunca olvidaré.
Pero por una parte [gran] estaba él, Jack, mi súper amigo, como él se apoda.
Lo conozco desde que estuve en la panza de mi madre, solo que él es dos años mayor que yo. Él era mi vecino de a lado, vivimos muchas aventuras juntos, muchos desastres así él le llamaba a los problemas; desastres.
Se la pasaba recordándome que yo era un pequeño desastre, una chica problema. Lo que él ignoraba, que él también era un pequeño desastre, un maravilloso desastre, mejor. Sí, así como el libro. Simplemente me sentía muy feliz a su lado, podía olvidar todos mis problemas, sentía que él era mi hogar.

Lamento que todo esto esté en pasado. Pues sí, todo pasó, pasado.
Me fui, y fue la peor elección que hice...

Esos últimos días fueron horribles, todavía los recuerdo...

--No te puedes ir, por favor, no lo hagas--me suplicaba con ojos tristes cuando le conté la noticia--, por mí.

No podía, dolía tan solo mirarlo, tuve que irme esa tarde, dejándolo en esa banca del parque, cuando llegué a casa; lloré.

Sentía que muchas cosas me unían a ese lugar, entre ellas; él. Cielos, no sentía cosas por él, pero lo amaba mucho, como amigo, claro. Pero, fue tarde cuando lo pensé.

--¿Todavía piensas irte?--tenía una leve esperanza, pero ya todo estaba decidido.--Oye, si quieres puedes quedarte en mi casa... yo, hasta los dieciocho... no tienes que irte así...

Su idea me causó gracia, aunque no me reí, estábamos sentados en el patio de mi casa, viendo el atardecer que avanzaba lentamente. Ya había hablado con mis padres, sobre quedarme con mi tía, que vivía en un pueblo cercano de aquí. Pero claramente se negaron.

--No puedo hacerlo, Jack, mis padres ya lo decidieron, así será...--sentía un nudo en la garganta--aunque me duela mucho, te extrañaré mucho, podemos hablar todos los días si...

--¡NO! ¿Acaso no entiendes? ¿No es obvio?--se rió amargamente-- más de doce años he estado enamorado de ti. Creo que desde que naciste.

Eso me dejó en shock, no sabía como reaccionar a eso... oh, pobre Jack.

--Todos estos años he estado enamorado de ti, ¿y ahora me dices que te vas? Por favor, Emily, no me hagas esto, te necesito. Te necesito junto a mí.--sostuvo mis manos, y me miró fijamente. Para suerte de los dos, yo últimamente también sentía cosas por él, intentaba disimularlo con él, pero eso era natural, como de amigos.

--Yo... no sé que decirte...

El corazón de los dos se detuvo un momento. Me sentía totalmente avergonzada; su declaración me tomó desprevenida.

--No tienes que decir nada, yo... uff, no sé para que dije eso... creo que es mejor que lo dejes así--se apartó y recogió sus cosas para irse--, sería menos doloroso.

Ahora que notaba su lejanía por unos breves segundos; me sentía incompleta, me faltaba él.
Rápidamente corrí a sus brazos y lo abracé, llorando en su suéter azul marino. Él solo suspiraba y me abrazaba mientras que yo solo lloraba y sollozaba.
Cuanto lo extrañaría, oh, mi Jack.
Existía una fuerte unión entre nosotros dos, creo que nada ni nadie podía separarnos.

Llegó el día.

Fue más doloroso que más nada, él simplemente decidió no ir, o al menos yo no lo vi. Ya mi hermano, padre, madre y yo estábamos esperando el avión que estaría listo en quince minutos.
Cuando lo ví, con sus típicos jeans oscuros y suéter azul, su color favorito. También llevaba su cabello oscuro más largo de lo normal, recuerdo cuándo me divertía peinándolo y él solo se dormía en mis brazos como un bebé.
Sonrió triste al verme e hizo un gesto con la mano, a modo de saludo. Velozmente corrí hacia él y lo abracé, el último abrazo antes de irme. Lo abracé y disfruté de su olor, y del calor de su cuerpo, simplemente lo disfrutaba. Escuché como su corazón se aceleraba; igual el mío.

--Pues vine aquí para despedirme. No es un adiós, es un hasta luego.--ambos sabíamos que no sería un hasta luego...
Sonreí ante su mal chiste.

--Te extrañaré mucho, mi Jack.--él rió y yo lo acompañé ante tal apodo.

--¿Tu Jack? ¿Desde cuándo soy tuyo?

--Desde cuando a los seis años hicimos pulseras de la amistad y te hice una tobillera y tu me hiciste un lindo brazalete que decía "UNIDOS POR SIEMPRE E&J"--se lo enseñé, siempre trataba de llevarlo puesto. Él solo sonrió y se sonrojó un poco.
Cuando vi que sus ojos (con notables ojeras) se aguaron.
Lo abracé una vez más y sentí unas cálidas lágrimas en mi cabello y hombro izquierdo.
Anunciaron que mi vuelo ya estaba listo. Mi corazón se aceleró.

--Eh, Em, quiero... quiero que no me olvides, quiero que recuerdes como era yo y como eras tú de antes, que no olvides los buenos recuerdos que vivimos juntos, cada juego, cada palabra, cada momento especial. No me olvides, Emily.

Sentí unas inmensas ganas de besarlo, y así lo hice. Me alcé un poco para quedar a su altura y juntar nuestros labios en un sentimental beso, lleno de lágrimas, dolor y amor.

--No te olvidaré, mi Jack. Te lo prometo.-tendí el dedo meñique para una promesa.

--No te olvidaré, mi Emily. Te lo prometo.-él aceptó mi promesa y apretó mi dedo con su dedo meñique.

Una promesa
Un amor adolescente
Aventuras puras.

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Stay Alive |-/