Papá [Libro 1]

07|Hermosos ojos.

El divertido entrenamiento había terminado y ahora Akira se encontraba en casa con su padre. La peli plata se había ofrecido a hacer la cena, no era nada nuevo para ella ya que había estado preparando la cena durante el último par de años.

Un poco de curry y arroz para cenar parecía una buena idea, estaba bastante concentrada en preparar todo, quería que quedara perfecto, ni muy picante, ni muy dulce. Una voz la interrumpió.

— Huele bien— Kakashi tomó asiento en la encimera.

— ¿Puedes oler con la máscara puesta? — arqueó una ceja.

— Claro que sí, es solo tela— soltó una pequeña risa.

La peli plata se giró de nuevo para poder seguir cocinando, bien, todo estaba saliendo bien, el tipo era agradable. Akira observó de reojo al mayor, parecía bastante normal y nada esplendoroso, pero si esos dos chicos la retaron tan directamente, entonces tenía que tener un buen precedente, y es que con se delgada complexión y sus finas facciones parecía que era solo una niña, así que definitivamente debía ser por él.

La chica suspiró mientras colocaba todo a fuego lento, ahora solo hacía falta esperar.

— Por cierto, hija— Kakashi sostenía su mentón pensativo.

¿La había llamado hija? Akira sonrió por inercia.

— Si dime— se giró para verlo de frente.

— ¿Cómo conoces al clan Uchiha? —

Mantuvo su sonrisa, aunque por dentro estaba colapsando.

— Aprendí sobre ellos de algunos aldeanos, la mayoría contaban historias sobre un monstruo gigante— su voz sonaba más infantil de lo habitual.

Estaba mintiendo, solo esperaba que no se notara tanto.

— Creo que los rumores siguen más vivos que nunca— suspiró.

Akira soltó el aire que no sabía que estaba reteniendo, le había creído.

— Si, los adultos les gusta hablar sobre ese tipo de cosas—

— En fin, ¿Cuánto crees que falte para que esté listo? — apuntó la cena.

Akira sonrió.

La noche fue corta y justo ahora antes de que el sol dejara ver sus primeros rayos de luz, una chica de cabello plata se encontraba corriendo alrededor de la aldea, está bien podría ser la décima vuelta, aunque no las había contado.

Quería mantener su buena condición física, no quería echar años de entrenamiento intensivo a la basura.

Sentía sus músculos arder y su respiración siendo espesa, cerró por un momento los ojos para hacer que su cuerpo se concentrara en mantener el ritmo, no se dio cuenta que había alguien justo en frente.

Ambos chocaron.

— Lo siento fue mi culpa no me fijé— Akira trató de ayudar al extraño.

— Claro que fue tu culpa—

Akira elevó una ceja incrédula por la descortesía.

— ¿Quién eres tú? — volvió a hablar el extraño.

— Me llamo Akira— se presentó a sí misma.

— ¿Eres de esta aldea? No te había visto antes—

Akira solo pudo pensar en lo raro de la situación y en lo hermosos que eran los ojos del chico frente a ella.

— Soy nueva en la aldea— sonrió nerviosamente.

El chico no respondió, parecía estar en su propia burbuja.

— Por cierto, ¿Quién eres tú? —

— Me llamo Neji, Neji Hyuga— dijo después de unos segundos.

Akira asintió, giró un poco su vista viendo los primeros rayos de sol asomarse en el horizonte, ya era tarde.

— Un gusto Hyuga, nos vemos— dijo antes de salir corriendo y dar un gran salto hacia uno de los techos cercanos.