Papá [Libro 1]

19|Un buen rival.

Akira se había hecho varios cortes en el labio por morderlo con demasiada fuerza, pero su nerviosismo y su mal humor solo aumentaban cada que el sabor dulce de la sangre empapaba su lengua.

Maldijo en voz baja, se había lastimado de nuevo.

— Estas demasiado nerviosa— su compañero la miro de reojo.

Akira ni siquiera se había tomado la molestia de preguntarle su nombre, pero parecía un poco agradable.

— Quizá— mordió con fuerza la punta de su dedo gordo.

— Debes controlarte, todos nos observan—

Era verdad que todos los miraban con cierto recelo, ellos dos se encontraban alejados del resto causando mucha curiosidad, incluso Kakashi los miraba de reojo cada cierto tiempo. Akira rezaba porque su notorio nerviosismo lo atribuyeran a los combates que estaban por iniciar y no a algo externo.

— Vuelvo enseguida— Akira hizo una seña a su compañero antes de irse.

El hombre asintió sin ver a la chica.

Akira salió de la sala bajo la atenta mirada de casi todos. Giro un poco la vista para sonreír en dirección a Kakashi.

El pasillo parecía interminable y el nerviosismo de la chica aumentaba.

— Lo has hecho bien, te recompensare— el siseo de esa voz era inconfundible.

— Gracias, pero no hay nada que puedas hacer por mí y aunque lo hubiera jamás te lo pediría, eso solo me ataría a otro favor— sonrió.

El de tez pálida sonrió mientras observaba fijamente a la peli plata.

— Veo que aprendes de tus errores—

— Pareces un padre orgullos y eso me enferma— la chica dio media vuelta. — Por cierto, pude ver que marcaste al Uchiha—

— Sera un buen aprendiz—

— Pondrás a Kabuto celoso— se burló antes de irse.

Para cuando volvió a la arena, las peleas ya habían comenzado, inclusive su compañero estaba siendo llevado por paramédicos. Vio el tablero con curiosidad, Sasuke y un tal Yoroi, le hubiese encantado ver la pelea, pero no es divertido ver a un chico que puede salirse de control en cualquier momento, eso definitivamente no era bueno para sus nervios.

Frunció el ceño al ver a su compañero derrotado, esperaba más de él. Observo a Sasuke, se había controlado, pero no podía hacerlo por siempre.

El siguiente combate fue interesante, Akira sin duda estaba demasiado interesada en aprender las debilidades y fortalezas de todos, era un viejo hábito que se le inculco de pequeña.

Cuando el tercer combate terminó dando como resultado que Kankuro ganara, la peli plata ya se había relajado lo suficiente para poder tener su propio combate, al menos había dejado de hacerse daño en el labio inferior.

El tablero mostro el cuarto combate, Sakura se enfrentaría a una chica llamada Ino, la verdad es que desde que ambas chicas comenzaron a insultarse Akira había dejado de prestar atención, era como ver dos niñas pelear por una muñeca.

La peli plata se alejó de todos para poder curar su labio, agradecía internamente que los jutsus médicos fueran mejores que sus técnicas de camuflaje, en eso era terrible.

Akira rodó los ojos al ver el penoso empate en la pelea de Sakura.

El siguiente combate se puso en marcha. Temari bajaba las escaleras cuando su mirada se cruzó con la de Akira, ambas asintieron mientras mostraban una leve sonrisa, todos quedaron algo desconcertados al ver la aparente amistad de esas dos.

Como era de esperarse, Temari gano su combate.

El sexto combate fue sin duda el más interesante para Akira, ese chico de cabello raro probablemente era el genio de esa generación, ver como uso cada elemento a su alrededor para darle fin a una batalla que parecía perdida.

Akira leyó con atención el nombre del chico en el tablero, Shikamaru, era sin duda alguna un excelente ninja, tendría que enfrentarlo en alguna ocasión.

Los ojos de la peli plata brillaban con intensidad, un buen rival aparecía frente a ella.

El séptimo combate era finalmente el de Naruto. Akira sonrió y tomo bastante aire.

— ¡Vamos Naruto tú puedes! — se recargó en la baranda.

Todos quedaron un poco sorprendidos, la chica parecía más del tipo callada, pero al parecer era más del tipo Naruto.

— ¡Gracias Akira-chan de veras! — sonrió en dirección a su amiga.

Akira sonrió de vuelta.

Naruto era alguien bastante impredecible eso lo hacía un buen y mal ninja, pero esta vez eso había jugado a su favor pues había ganado su combate.