30|Escondite.

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Akira terminó asustada y escondida entre los escombros de algunas casas. Kakashi la estaba buscando por toda la aldea sin resultado.

— ¿Qué le hiciste a mi padre? — cuestionó a la criatura junto a ella.

—Improvisé, te estaba haciendo daño—

—Pero...— fue interrumpida.

—No puedes reclamarme por esto, solo estoy haciendo lo que debo, eres la última del clan, no puedo dejar que nada te pase—

Akira abrió la boca con intención de decir algo más, pero al final la cerró sin nada más que argumentar.

La de cabello plata comenzó a pensar, no podía quedarse escondida ahí para siempre, al menos debía conseguir un mejor lugar para ocultarse.

¿Con quién podría ocultarse?

Quizá Sakura, aunque ella probablemente estaba ocupada con la reconstrucción de la aldea, tampoco quería molestarla, además de que parecía ser una persona muy correcta y probablemente la delataría. Sasuke, torció el gesto al saber que no sería buena idea, era in insensible y probablemente la echaría de su casa. Naruto, sería la mejor opción, ahora solo debía encontrarlo.

Para cuando encontró al rubio, este le dijo que se iría a un viaje para entrenar y muchas cosas más que la peli plata no escuchó ya que estaba quejándose por no poder pasar tiempo con el rubio, o al menos que la ayudase a esconderse.

— ¿Qué tipo de viaje harás? —

—Pues el sabio pervertido dijo algo sobre enseñarme una técnica genial y poderosa— sonrió entusiasmado.

— ¿Quién? — elevó ambas cejas ¿Sabio pervertido?

—Es un vejete que sabe muchas técnicas geniales, aunque también le gusta espiar a las mujeres, es un viejo verde— se cruzó de brazos.

Akira dejó salir una pequeña risa, no conocía a ese hombre, pero la descripción de Naruto era divertida.

— ¡Naruto! Te he estado buscando, será mejor que estés listo porque ya nos vamos—

La voz grave alertó a la peli plata, al ver a la persona que se acercaba se quedó muda.

— ¿Viajarás con uno de los tres grandes? — de inmediato se centró en Naruto.

— ¿El viejo pervertido ese? — rascó su nuca —Creo que sí—

Aunque Akira estaba impresionada y admiraba profundamente a Jiraiya, no solo por ser un Sannin, sino también por escribir novelas geniales, aun así conservó la postura una vez que estuvo cerca.

— ¿Quién es tu amiga niño? —

—Soy Akira Hatake, es un placer— hizo una leve reverencia.

— ¿Hatake? No me digas...—

—Hija de Hatake Kakashi, aunque creo que ya lo dedujo—

—Me sorprende que tenga una hija, aunque he estado bastante tiempo lejos de la aldea— dejó salir una carcajada, como si todo eso fuese gracioso.

La peli plata definitivamente no entendió el chiste.

Akira se despidió de Naruto en la entrada de Konoha,le deseó buena suerte y volvió sobre sus pasos para encontrar un lugar dondeesconderse antes de que llegara la noche. Akira paro en seco, tenía un levepresentimiento de que algo malo pasaría, respiro profundamente mientras negabacon la cabeza, Naruto estaría bien ya que en el viaje iría con nada más y nada menosque uno de los legendarios Sannin, decir que estaba un poco decepcionada por laapariencia envejecida y lo poco centrado que parecía aquel tipo de pelo blancoera hablar de más, no podía negar que aunque no pareciera la octava maravilla,aquella persona era un Sannin y ese título representaba mucho.     

Papá [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora