La noche terminó y dio paso a la mañana, Akira salió a correr y regreso a la hora exacta para desayunar. Se dio un baño y terminó dormida en el sofá de la sala.
Para cuando despertó ya era medio día, suspiró mientras trataba de regularizar su respiración, ahora recordaba porque no dormía durante la tarde, las pesadillas eran frecuentes a esa hora.
Se levantó del sofá con pereza y fue directo a su habitación para tomar sus guantes, no le gustaba que nadie viera sus cicatrices, pero a veces olvidaba usarlos, esta vez no lo olvidaría. Al salir de su habitación pudo notar que la puerta de la habitación de su padre estaba abierta, dio un pequeño vistazo adentro, era simple y sin ningún color llamativo, era toda una habitación de adulto, estaba por irse, pero algo captó su atención, un montón de libros sobre un pequeño librero.
Ya eran aproximadamente las dos y media de la tarde, la peli plata corría a través de las calles de Konoha, olvidó por completo que debía ir a presentar el dichoso examen, su mente se distraía cada tanto haciéndola sonrojar, jamás pensó que su padre tuviera esos gustos en lo que a libros se refiere.
Aunque tenía que admitir que eran interesantes, pero se sentía un poco sucia de mente, si era sincera le agradaba la lectura más de lo que pudiese admitir en voz alta.
Entró en la oficina sin tocar la puerta, sus mejillas estaban rojas y su respiración era tan acelerada que si no se calmaba probablemente terminaría por desmayarse.
— Ya llegué— anuncio aun sin aire.
Para cuando levantó la vista se sintió enrojecer, un ninja algo alto y de aspecto amable le sonrió.
— Llegaste justo a tiempo— intervino el Hokage.
Akira aún no podía quitar la vista de quien consideraba el ninja más lindo que había visto. Se interrumpió a si misma al darse cuenta que la manera en que miraba al mayor era demasiado directa.
— Mi nombre es Iruka Umino y hoy ayudaré al Hokage a evaluar tus habilidades— se presentó sin quitar la sonrisa de su rostro.
— Un gusto conocerlo— hizo una reverencia— Mi nombre es Akira Oyako—
— Terminadas las presentaciones, comencemos— Sarutobi tomó un lapiz y una hoja.
Iruka asintió imitando la acción del Hokage.
— Tu examen consistirá en crear clones de sombra, no sabemos si estas familiarizada con esta técnica— el castaño habló lentamente.
— Si la conozco ¿Cuántos clones debo hacer? —
Ambos adultos se miraron por unos segundos.
— ¿Cuántos serian tu límite?— Iruka se inclinó un poco sobre su asiento.
Akira lo pensó durante un rato.
— ¿Quince? Quizá trece— dijo no muy convencida.
— ¿Podrías hacer diez por esta ocasión?— el anciano la examinó detenidamente.
Akira asintió mientras hacia las posiciones de manos correspondientes, ni siquiera dijo el jutsu en voz alta. Diez clones en perfecto estado aparecieron en la sala, todos hicieron una leve reverencia.
Akira había ido a que le tomaran una foto para sus papeles, había pasado le examen sin problemas, por un momento pensó que sería más difícil. Ahora se encontraba sentada frente al Hokage y al ninja castaño llamado Iruka, todo iba bien hasta que la puerta se abrió bruscamente y una estrella ninja fue directamente hacia su rostro.
La peli plata solo tuvo que mover un poco la cabeza para evitar el arma.
Un niño castaño cayó al piso quejándose, Akira suspiró. Detrás del niño venía un ninja con lentes, al parecer lo estaba persiguiendo desde hace rato ya que su respiración era agitada.
— Honorable nieto ¿está bien? —
— Konohamaru ¿Qué haces aquí? — preguntó Iruka a modo de reproche.
— Pensé que era Naruto— se excusó mientras sus mejillas tomaban un adorable tono rosado al ver a la chica de cabello plata.
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Papá [Libro 1]
FanfictionTerminada. Editada. Naruto Fanfic. ❝Es simple, Kakashi tiene una hija.❞ El cabello plata, los ojos grises, la piel lechosa y una sonrisa radiante. Akira sólo tiene trece años, pero ya ha conocido los horrores que un mundo en guerra y el deseo de pod...