Papá [Libro 1]

18|Marca de maldición.

Habían pasado ya algunos días, estaba por terminar el tiempo límite asignado a esta fase de los exámenes. Akira había estado jugando por el bosque, evitando encontrarse con cualquier otro estudiante, la verdad era que su espíritu aventurero le dictaba vagar en el bosque, era gratificante explorar.

La peli plata dio un salto más para llegar a la orilla de un rio, al sentir a alguien cerca de inmediato se escondió. Solo era Sasuke, jamás pensó que se llegarían a topar en un lugar tan grande. La chica dio un pequeño salto quedando detrás del azabache, desde donde estaba pudo ver algo que le causó pánico.

— ¿Akira? — el pelinegro ladeó la cabeza.

— Sasuke— su voz sonaba temblorosa, respiro hondo— ¿Cómo es que tienes esa marca en el cuello? —

Sasuke desvió la mirada y coloco una mano en su cuello.

— No es tu asunto—

— Conozco esa marca y es mi asunto ahora, supongo que te has desmayado, pero quien te puso esa marca— su voz sonaba seria.

— Ya te dije que no te interesa, y ¿Cómo es que sabes todo eso? — frunció el entrecejo.

— ¿Dónde te encontraste con esta persona? ¿Puso la marca en alguien más? —

— Deja de hacerme tantas preguntas— su tono era de molestia.

— Estoy tratando de ayudar—

— No necesito tu ayuda— su tono de voz era frio y en cierto punto daba miedo.

— No tienes idea— Akira dio media vuelta y desapareció del lugar.

Esto era malo, demasiado. Esa maldita serpiente se estaba metiendo en terreno peligroso, los Uchiha son peligrosos.

La hora de reunirse con su equipo había llegado. La peli plata estaba de brazos cruzados esperando a sus compañeros, por más que intento buscar a Orochimaru no lo logro, estaba segura que esa serpiente estaba cerca, pero no tenía idea de donde exactamente. Suspiró relajando sus facciones, debía estar tranquila y pensar con la cabeza fría, debía quitarle la marca a Sasuke, o al menos sellarla, pero estaba frustrada por no haber desarrollado una técnica de sellado decente.

El tipo de mascara había llegado, ahora solo faltaba el idiota de Kabuto, Akira se limitó a reír un poco al ver la apariencia del cuatro ojos, parecía haber sufrido un ataque.

Pasaron el examen sin mayores problemas.

Todos los equipos que pasaron la prueba se reunieron, el Hokage les explico algo sobre el verdadero propósito del examen, Akira como de costumbre no había puesto atención, además de que estaba ocupada asesinando con la mirada a la serpiente, oh si, podía reconocerlo.

Cuando al fin puso atención, se dio cuenta que tendría que pelear ahí mismo, no los dejarían descansar ni un minuto. Kabuto levantó su mano retirándose de los exámenes.

Akira sujetó a Kabuto del brazo después de que Naruto le gritara algo sobre no rendirse. La peli plata lo cuestiono con la mirada.

— Tengo mejores cosas que hacer— Kabuto acomodo sus gafas.

— ¿Qué estas planeando? —

— Ya lo veras, pero te daré un adelanto— Kabuto tomo las manos de Akira amablemente— Esta aldea será historia— susurro.

Poco a poco algunos más se retiraron, pero Kabuto y Akira seguían con la vista fija en el otro.

— Ten cuidado en los exámenes Akira-chan— dijo en voz alta antes de darse media vuelta e irse.

Akira estaba frustrada.

— Akira...— la voz de Kakashi la sacó de sus pensamientos.

— Papá— corrió a abrazarlo.

El peli plata estaba un poco sorprendido, pero jamás rechazaría el afecto de su hija.

— ¿Cómo te fue en el bosque? ¿Te sientes bien para continuar? —

Akira formo una preciosa sonrisa mientras asentía enérgicamente.

— Todo bien, puedo con esto— dijo segura.

Cuando el mayor se alejó para hablar con el equipo siete, la sonrisa de Akira desapareció, su rostro se oscureció y comenzó a temblar un poco, todo estaba mal, todo se estaba complicando.