Papá [Libro 1]

17|Bosque de la muerte.

La sensei Anko estuvo explicando algo acerca de que muchos morirían en el intento de terminar el examen y que debían firmar algunos papeles para verificar que eran conscientes de eso.

Akira solo restó atención cuando Naruto recibió un pequeño corte en la mejilla, se hubiese lanzado a defenderlo si no fuese por el hecho de que sentía que la estaban vigilando y no se equivocaba, la peli plata reconocería esa lengua asquerosamente larga donde fuera, Orochimaru estaba ahí.

— Akira ten— Kabuto interrumpió los pensamientos de la chica.

— ¿Qué? —

— Firma esto— le entregó los papeles que les dio la sensei.

— ¿Y si no firmo? — lo retó.

— Madura— la miró por sobre las gafas antes de alejarse.

Akira bufo mientras daba media vuelta, tampoco quería estar cerca del idiota de Kabuto. Terminó sentada bajo un árbol lejos de todo, odiaba no poder hacer su contacto habitual con todo debido a esa serpiente y su estúpido lacayo.

Firmo de mala gana los papeles mientras murmuraba maldiciones, apenas se dio cuenta cuando alguien se sentó junto a ella.

— ¿Y tus hermanos? — la chica seguía luchando con su lápiz y con no romper la hoja.

— Fastidiando gente— su voz era más baja de lo normal.

— Ya veo, les gusta hacer eso—

— ¿Puedes reconocer el chakra de alguien al instante? —

— ¿Eh? Oh no, si es porque ni siquiera te miro y sé que eres tú es por tu tipo de chakra—

El pelirrojo la miraba sin entender.

— Tu chakra es muy grande, me da...—

— Miedo— la interrumpió.

— Claro que no, me da bastante tranquilidad, lo cual es raro porque tu chakra no combina con el de shukaku— finalmente había firmado los papeles.

— ¿Cómo sabes de él? —

— Puedo escucharlo, ya te lo había dicho— lo miró directamente casi ofendida.

Gaara ladeó un poco la cabeza.

Akira podía sentir una mirada intensa sobre ella, estaba cien por ciento que era el Uchiha, todos los Uchiha tenían la misma mirada intensa y molesta.

— Voy con mi equipo, deberías hacer lo mismo— Akira sonrió mientras se ponía de pie y le ofrecía una mano al pelirrojo.

El chico aceptó la ayuda para levantarse, después de una breve despedida, Akira salió corriendo en dirección a Kabuto.

— ¿Dónde diablos te metiste? — el de gafas arrebató los papeles firmados a Akira y fue a entregarlos.

La peli plata sonrió de lado.

— Ya va a comenzar— el tercer integrante del equipo habló finalmente.

— Vaya, pensé que eras mudo— Akira acomodó su cabello en una coleta alta y comenzó a estirar.

— Soy mudo mientras el cuatro ojos esté cerca—

— Al parecer tampoco te cae bien, algo que tenemos en común— sonrió infantilmente.

— Mientras sea el favorito de lord Orochimaru— se cruzó de brazos.

Akira dejo la conversación en el aire, al parecer la única cosa que tenía en común con aquel tipo era su odio por Kabuto.

La segunda etapa del examen de selección chunin comenzó, todos se dirigieron a sus puertas asignadas, y la cuenta regresiva se activó.

Lo peor estaba por venir.

Las puertas se abrieron y los equipos se internaron en el bosque, después de media hora de camino, Kabuto fue el primero en hablar.

— Tenemos los pergaminos asegurados, vayan a la torre, permanezcan cerca de nuestra entrada asignada, nos reuniremos el último día—

— Eso no es divertido— Akira se quejó en voz alta.

— Si quieres puedes ir a jugar por ahí, solo no mueras y si encuentras a alguien mátalo— dicho esto se alejó saltando entre los árboles.

Akira y el otro ninja decidieron separarse para explorar.