26|Salvación.

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La pelea de Sasuke avanzo rápidamente, la peli plata estaba demasiado tensa y nerviosa como para que Sakura no lo notase

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La pelea de Sasuke avanzo rápidamente, la peli plata estaba demasiado tensa y nerviosa como para que Sakura no lo notase. Aunque la peli rosada prefirió no preguntar, ya lo hablarían después, por ahora trataría de actuar natural.

—Por cierto, ¿Contra quién pelearas? — Sakura giro su cabeza para mirarla.

—Oh, sobre eso— rio nerviosamente—Fui expulsada de los exámenes—

—Espera, pero pasaste las preliminares sin problema—

—Bueno, veras...— fue interrumpida.

Kakashi llegó para sentarse justo a su lado, Akira le dedico una sonrisa ladeada.

Mientras la conversación se desviaba hacia la batalla que se estaba llevando a cabo, la peli plata se aseguraba que sus guantes estuviesen bien asegurados, el pequeño peluche que se sostenía a su cinturón conservaba una sonrisa maliciosa, esperaba ser usado.

Akira elevó la vista por instinto, algo dentro de ella siempre le indicaba cuando alguien estaba en peligro, pero al parecer no solo era eso, también era el chakra que ambos en el campo de batalla estaban usando.

Todos estaban centrados en lo que le pasaba a Gaara y Sasuke, todo fue demasiado rápido, para cuando Akira reaccionó, estaba en el piso junto a Sakura mientras Kakashi las protegía de un ninja.

Ambas chicas llegaron a la cima de las gradas mientras Kakashi les cubría la espalda, Naruto estaba tirado en el piso junto a otro chico, había olvidado su nombre.

—Sakura, despierta a Naruto— ordenó el platinado.

Kakashi se alejó un poco para poder luchar contra algunos ninjas, Akira estaba desorientada.

Un kunai iba directamente al pecho de Akira, pero fue rechazado con facilidad.

—Despierta niña—la voz gruesa hizo a la peli plata reaccionar.

—Perdón, pero es tu trabajo protegerme— respondió con altanería.

— ¿Qué rayos es eso? — Gai miraba con curiosidad el aura oscura que parecía salir desde un muñeco atado a la cintura de la niña.

—Se llama Ryaku, no es una cosa—Akira extendió su mano e inmediatamente el peluche se transformó en una gran y pesada espada articulada.

Naruto había despertado al igual que Shikamaru.

— ¿Por qué tienes a este...—Kakashi no supo cómo terminar la frase.

—Es la invocación especial de mi clan— la chiquilla sonrió mientras trataba de medir el peso de su espada— Los presentaré después—

Los ojos de la niña viajaron de la espada hasta el lugar donde se supone debía estar el Hokage, en su lugar solo había dos ninjas muertos.

Un ninja se lanzó al ataque sobre la peli plata. Akira tenía buenos reflejos, aunque la espada pesaba demasiado para ella, afortunadamente era una espada con vida propia y la protegió en el momento justo. El pecho del ninja enemigo era atravesado como un dango por un palito, aunque el dango no sangra.

Todos veían la escena con asombro, nadie imaginaba que la chiquilla pudiese ver con tanta naturalidad una muerte provocada por ella misma.

—Tengo cosas que hacer— Akira dio un salto y otros más para salir de la arena.

*Flashback*

—No conoces a esa niña, debes llevar el asunto con delicadeza— el hombre torció el gesto.

—Es solo una niña, puedo manejarlo— respondió tranquilo.

*Fin flashback*

Quizá Kakashi no podía manejarlo todo.





La peli plata podía observar el terror que se empezaba a desatar en la aldea, la misma aldea que se impregnaba de los rayos matutinos de sol y en la misma que la gente te sonreía sin cuidado, ese mismo lugar estaba derrumbándose y siendo manchado por la gente en la que confiaron. Esos de la arena ya se las pagarían, por ahora tenía asuntos más importantes.

—Mira que trajo el viento, una hoja perdida— el de lentes la miraba con una sonrisa.

— ¿Qué quieres decir? —Akira sostuvo su espada con fuerza.

—No te hagas la tonta, sé que no estás aquí por una misión, estas aquí porque ese ninja de cabello plata es tu padre—

Akira frunció el ceño, si ese maldito se atrevía a hacerle algo.

—No te metas en mis asuntos imbécil—

—Tranquila, lo asesinaremos sin dolor—

La peli plata se lanzó contra él, pero el peso de la espada solo la ralentizaba.

— ¡No te atrevas a tocar a mi padre! —gritó con la voz ronca.

Kabuto sonrió.

— ¿Quién me lo impedirá? No te metas en el camino de Lord Orochimaru—

—Yo lo impediré, esa serpiente me debe una—

—No pudiste salvar a tu familia antes, no podrás hacerlo ahora, mírate, tan miserable y débil, hasta me das pena—

Un gran estruendo interrumpió su conversación.

La peli plata soltó a Ryaku mientras Kabuto estaba distraído y le dio una patada justo en las costillas, casi pudo sentir los huesos crujir bajo su pie.

—Te dije que no volvieras a mencionar a mi familia— escupió las palabras. 

Papá [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora