Todo estaba medio oscuro, era un pasillo negro, con pocas luces.
Se escuchaba música de fondo que cada vez, crecía más y más.
Cuando llego al final del pasillo, mi cuerpo se congela y mis pasos se paran por completo. ¡Dios! ¿¡Esto que es!?
Era un gran espacio, con azulejos negros y adornos en color rojo puton. En el fondo de la sala se veía un escenarios que acababa con tres círculos para que las mujeres pusieran danzar, mientras otro por detrás daba un espectáculo.
Voy a aclarar una cosa. NUNCA Y REPITO NUNCA HE ENTRADO EN UN SITIO COMO ESTE. TODO ESTO LO SE POR LAS PELÍCULAS ¿VALE?
Después de aclarar esto, me quedo observando aquel espectáculo mientras noto funcionar de nuevo mi organismo. No sé qué hago aquí, ¿Qué hago yo aquí? Yo no debería de estar aquí... Cuando me disponía a irme, una chica vestida de cuero negro, me coge de la mano y me quedo mirándola extrañada. ¡Ah saber dónde habrán estado esas manos!
- ¿Eres Cathina no? - dijo con una sonrisa en la cara. ¡Hay dios! ¿Ya saben quién soy? Ya no puedo huir.
- Si... Si soy yo. - dije mientras intentaba tranquilizarme. Dios, estaba súper nerviosa. Esto me pasa por curiosa...
- ¿Estás nerviosa no? Yo estaba igual que tú al principio... Pero yo fui peor que tú. Yo me escondí en los baños y tubo que venir un chico a buscarme.
- ¿Un chico? ¡Dios qué vergüenza! - dije mientras la acompañaba a la barra. Me sirvió un vaso de agua y se lo agradecí.
- Sabes, ahora agradezco que viniera a ver cómo estaba. Él ahora es mi mejor amigo. Te lo presentaría pero hoy está de descanso. Bueno... Voy a decirle a mi jefe que venga.
La chica se va y me deja allí sola con el vaso dándole vueltas. Estaba tan concentrada mirando el vaso que no me di cuenta de que había alguien a mi lado. Era un chico moreno, pelo castaño, con tatuajes en los brazos e iba sin camiseta... ¡Cathina! No lo mires,es una trampa. Me quedé mirando el vaso pero, el chico me ponía nerviosa.
- ¿Estás esperando a alguien? - dije mientras me giraba para tenerlo de frente. El chico se me quedó mirando mientras seguía apoyado en la barra. ¡Lucia tan sexy!
- Estoy esperando a la chica que sirve las copas aquí. - dijo mientras volvía a mirar hacia adelante. ¿Y si...?
- ¿Te importa si te la pongo yo? - el chico se giró y se encogió de hombros. Me metí detrás de la barra y me quedé vueltas de espaldas mirando la bebida, pero todavía no me había dicho lo que quiere de beber. - ¿Qué quieres de beber?
- A ver... ¡Sorprendeme! - dijo mordiéndose los labios y mirándome fijamente. ¡Ufffff! ¿Qué calor de repente no?
Me giró y busco la botella de Bacardi. Al localizarla, la cojo lleno la copa menos de la mitad (se nota que le gusta medio cargado) y el resto se lo pongo de Coca-Cola y, antes de sacarlo, pongo una rodaja de limón en el borde. Al entregárselo, el chico me mira un rato sorprendido por mi rapidez.- Buena elección. - dijo mientras se llevó la copa a la boca. - Le has echado la cantidad adecuada. ¿Vienes a trabajar aquí?
- Si tu jefe me acepta, si. - dije sonriendole. El chico no paraba de mirarme a los ojos, era algo tentador pero a la vez algo macabra. ¡Deja de mirarme!
- Espero que si lo haga. - dijo mientras me cogía de la mano. Después se retiró dejándome allí sola sin saber que hacer. ¡Me había tocado! ¡ME HABÍA TOCADO! Vale, basta ya! Es solo un chico Cathina... Un chico que está muy muy bueno.
Veo de lejos, como la chica de antes,se acerca a mi con una sonrisa de oreja a oreja. Se inclina en la barra y se acerca a mi.
- ¡Estás contratada! - dijo sin más. ¿Ya? ¿Así sin más?
- Pero... Si no me ha conocido...¿Cómo voy a estarlo? - esto era una broma ¿No? Osea, ¿Si no me ha visto?
- Hemos visto como has actuado con Logan.
- ¿Con Logan? Quieres decir...
- Quiero decir, el chico que está más bueno que el pan y que tiene tatuajes y, que para empeorarlo más, tiene una extraordinaria sonrisa que haces que te derritas.
- Si... Me ha sonreído dos veces. Mis piernas no paraban de temblar. - las dos nos pusimos a reírnos. Era la primera vez que la veía y no se... Era un sentimiento raro...
- Empiezas a trabajar la semana que viene. - dijo cuando paramos de reírnos. - Ah, por cierto, me llamo Hannah.
- Bueno, el mío ya te lo sabes. - dije estrechándole la mano. - Tengo una pregunta... ¿La ropa...?
- ¡Ostias! Se me había olvidado, ven acompañame. - yo seguí a la chica hasta una puerta donde ponía Acceso Privado. Allí vi, a las chicas y a los chicos medios desnudos. Yo intentaba no quedarme mirando, pero era inevitable, la curiosidad mata.
Mire como sus cuerpos definidos se lucían sexis bajo sus ropas de cuero. Al abrir otra de las puertas,nos encontramos a un chico, pero esta vez iba vestido.
- Hannah, ¿Una nueva striper? - dijo mirandome de arriba a bajo. Me quedé quieta sin moverme pero es que esté tío era un cerdo... ¡se había quedado mirandome las tetas!
- No Jacob, es la nueva camarera. Ahora si nos disculpas, tenemos que irnos. - dijo apartando al chico de nuestro camino.
Caminamos en silencio por el largo pasillo hasta llegar a otra habitación, ponía en ella privado Camareras. Al entrar vi que había varias perchas con ropas, tres tocadores (son mesas con espejos, por si alguien no lo sabía. No malpenseis) y dos puertas que supongo... Que serían los cuartos de baño.
- Siento mucho lo de Jacob. Este chico no tiene modales ni vergüenza. - dijo cerrando la puerta de atrás de mi.
- No pasa nada... Menos mal que no me ha violado.... - dije mientras sonreía.
- Mientras no te quedes sola... - mis ojos se abrieron como platos y ella se empezó a reír como loca. - Que no tonta, que es broma. - después de ese momento algo inquietante... - Bueno te voy a explicar. Ahora en estos percheros, hay ropa nada más para nosotras dos, eso quiere decir que nos tenemos que poner de acuerdo. ¿Negro o Rojo?
- ¿Perdona?
- ¿Cuero negro o cuero Rojo? - dijo mientras sostenía un top de cuero de cada color. ¡Dios! ¿Mis tetas cabrán ahí? No es que las tenga muy grande pero... No sé si...
- Me gusta el cuero rojo pero... ¿Pero me lo podré poner?
- Créeme, todas entramos ahí. - dijo mientras volvía a poner la ropa en su sitio. - El tema del maquillaje es como tú quieras pero... Tenemos que llevar esto. - era como una tipo máscara de Batman. ¡Era la polla! - Y bueno... Por último los zapatos. Tacones. Ya que has elegido el color rojo, tendrás que llevarlos rojos.
- Vale, de acuerdo. La ropa cuando nos cambiemos, la dejamos ahí ¿no? - dije señalando las taquillas. Ella asintió y al terminar de explicarme las cosas, salimos de allí y nos dirigimos a la barra.
- Este es mi número de teléfono. - dijo entregándome una tarjeta. Me la guardé en el bolsillo y le sonreí.
- ¿Me lo das por si llega el chico ese que quiere violarme? - dije mientras las dos rompíamos a reír. Me dolía tanto la barriga...
Hoy había sido un día bastante... Diferente
- Por si te lo encuentras o necesitas algo de mi. - dijo giñandome el ojo. Eso habia sonado muy... ¿Coqueto?