Capitulo 16

1.7K 87 0
                                    

Aaron estaba de vacaciones, como llegaban las Navidades pues decidió coger un mes de vacaciones. Él nunca las había cogido, ya que nunca tenía con quién compartirlas.

Nos metimos en casa y preparé unos chocolates calientes para los dos. Mientras se calentaban, mi móvil vibró y vi que el mensaje era de Jimena.

Lapelirrojamasfea 💓 : Fea. √√
Donde andas? √√

– Yo: Estoy en casa con Aaron.√√ Acabamos de llegar a casa √√

– Lapelirrojamasfea 💓 : Sabes si..?√√

– Yo: Nidea. √√
Tendré que preguntarle. √√
Lo que si se es que mañana voy a llevarlos a todos a la pista de patinaje sobre hielo. √√

– Lapelirrojamasfea 💓 : Por lo de tu cumpleaños no? √√
No crees que deberías de decirle a Aaron la edad que tienes realmente?? √√

– Yo: No quiero que crea que le he mentido. √√
Mientras viva con el le diré que mi cumpleaños es en Junio, cuando en realidad es en Octubre. √√

– Lapelirrojamasfea 💓 : Te va a descubrir √√
Díselo antes de que lo averigüe por el mismo. √√

– Yo: Si, creo que llevas razón. √√
Mañana vendrás no? √√

– Lapelirrojamasfea 💓 : Ah, pero que no era broma, que es verdad? √√

– Yo: Claro que si tonta. √√
Además alguien del grupo te ha echado el ojo. √√

– Lapelirrojamasfea 💓 : Te como tía. √√
Te superquiero √√

– Yo: Y yo a ti pelirroja mía.

Dante era el único de los cinco tíos con los que se juntaba Aaron, que daba la talla para Jimena. Tenía la misma edad que Aaron y encima era exactamente igual que Aaron.
Llevan tiempo hablando, solo las pocas veces que viene a la cafetería, pero mañana voy a intentar que aprovechen el tiempo. A ver si consigo que Jimena tenga de novio a Dante.

Le llevo el chocolate caliente a Aaron y me siento entre sus piernas para estar más calentitos los dos. Él me abraza con su brazo libre y nos disponemos a ver las noticias. Últimamente se han puesto de moda la ropa blanca y la verdad es que Aaron necesita nueva ropa.

Pero yo en verdad paso de la moda, todavía llevo cosas que se llevaban hace tres años y a mi me la pela.

Vi que Aaron se quedó mirando el Rolex de unos de mis actores favoritos. Me encantaría hacerle un regalo de ese tipo a Aaron. Sé que le gusta mucho el color negro y el azul oscuro, así que miraré en alguna tienda algún reloj así, y que no cueste muy caro.

– Aaron. He pensado que mañana quiero pasar el día en la pista de patinaje. Que vayamos todos.

– No está mal el plan, pero ¿Porque exactamente mañana? – dijo mientras me abrazaba por la cintura y me lo la su barbilla en mi hombro. Me encanta cuando hace eso.

– Pues porque yo quiero mañana. Total, estás de vacaciones y en inviernos se cierra dos horas antes la cafetería, ya que Gloria tiene que hacer de niñera de sus nietos. – digo sentándome encima de el. Pecho con pecho. Sinceramente esta es la primera vez que estoy tan cerca de un tío, bueno este año. Nunca he tenido novio y todo gracias a mis hermanastros. Se las arreglaban bien para ahuyentar a los tíos.

– Cathina, ¿puedo preguntarte algo?

– Claro. – dije nerviosa. Cuando hablaba serio me daba como dolor de barriga.

– ¿Algunas vez tu...?

– ¿Me estás preguntando que si soy virgen? – dije mientras lo miraba a los ojos. Su sonrisa lo delataba, había dado en el clavo. – Si, si soy virgen. Mis hermanastros se encargaban de que no se me acercara ningún niño.

– Buenos hermanos tenías. – dijo relajándose. Creo que le incómoda hablar sobre ese tema.

– ¿Buenos? A ese paso iba a llegar virgen al matrimonio. No quiero decir que sea malo que me protejan pero que con 17 o 18 años es la edad perfecta ¿no?

– Yo la perdí con 16. – dijo incorporándose un poco para pegar su cara más a la mía.

– Tu porque eres muy listo hijo. – dije riéndome. Me quedé mirando como sus ojos verdes penetraban en los míos verdes caqui. En realidad nos parecíamos mucho.

En este momento sonó el timbre y, fui yo la que me levanté para ver quién era. Era Jimmy. Bueno en este mes Jimmy se había convertido en mi mejor amigo, aparte de Aaron. Iba y venía conmigo a todos los sitios que quería, le ayudaba a trabajar en la tienda cuando yo terminaba de trabajar en la cafetería o los días que estaba de descanso...

– Jimmy pasa. ¿Quieres un chocolate caliente? – dije mientras cerraba la puerta. Jimmy y Aaron se había hecho buenos amigos, desde que los presenté han compartido gustos y opiniones y eso me hacía muy pero que muy feliz.

Me fui a mi cuarto y me cambié de ropa. Me puse unas mayas negras, una camiseta térmica que me regaló Dante hace tiempo y una sudadera en gris que ponía Bad Bunny. Era la polla la sudadera. Encima de la sudadera,me puse el chaquetón y cogí 100 dólares para comprar algunas cosas.

Solo salía una vez al mes para comprar algo de ropa. Y siempre me sobraba mucho dinero en realidad. Normalmente me compraba una o dos cosas.

Cuando salí de la habitación, vi que Aaron y Jimmy entablecían una conversación algo subida de tono, pero no me dió tiempo a retroceder cuando ya me vieron ir por el pasillo. Se separaron y me miraron. Jimmy vino a donde yo estaba y me removió el pelo haciendo que le pegase un puñetazo en el hombro. Abrí la puerta del apartamento y mientras Jimmy llamaba al ascensor, yo me quedé dentro para despedirme de Aaron.

– Volveré a las siete. – dije mientras le daba un beso en la mejilla.

– Ten mucho cuidado Cathina, por favor. – dijo mientras me colocaba sus manos en mis hombros.

– Lo tendré. No me eches tanto de menos. – dije mientras cerraba la puerta del apartamento. Me monte en el ascensor y cuando salimos a la calle, hacia muchísimo más frio del que hacía cuando fui al veterinario.

– Jimmy, dime qué tu coche está cerca. – dije mientras lo miraba. ¿Sabeis el coraje que me da, de que vaya super tapada por arriba y, que tenga frío por arriba? Osea, ¿Es que cabeza cabe eso?

– Mi coche es este. – dijo mientras miraba ese coche blanco.

– Está guapo. – dije mientras lo contemplaba. Estaba muy bien cuidado la verdad.

– ¿Te gusta? Me lo compré el día que te conocí? Ese día me pasaron dos cosas buenas. El coche y conocerte. – dijo mientras me guiñaba el ojo, y arrancaba para irnos al centro comercial.

¡El policía es mi vecino!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora