Mi Don.

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-No.- Toda la sangre se me puso fría, no sabía qué hacer, quería creerle pero ¿Cómo?

-Amanda, lo que te digo es enserio, todo me ha dicho que eres tú. Primero encuentras la pluma en tu casillero, después veo que no eres feliz y aparte tus marcas.- Él tenía razón, no soy feliz con la vida que llevo, siempre he sentido que no soy humana. Mis marcas, me había olvidado de ellas. Desde los 13 años me corto, sin embargo nadie sabe.

-¿Y para que has venido? ¿Es mi tiempo de morir?- Las palabras sonaron muy frías.

-No, pero me mandaron a ver que todo estuviera bien, hasta ahora no has cumplido ninguna de tus misiones y nos estas preocupando.- Me estaba volteando a ver, pero yo no quería verlo.

-Bien, me tengo que ir a casa, es mucha información que tengo que procesar.- Me pare y me encamine hacia mi casa, quería estar sola. Nada de eso podría ser cierto ¿Cómo es posible que yo sea un Ángel Guardián?

Sin pensarlo llegue a casa en muy poco tiempo, pensé que Ryan me seguiría o quisiera llevarme a casa; pero no fue así.

Abrí la puerta grande de madera, rogaba porque nadie me viera llegar así me libraría de que me cuestionen donde andaba o algo por el estilo.

De pronto vi a toda mi familia en la sala de la casa, pero había algo que me inquietaba ¿Qué era la luz que emanaba de ellos? Era como si cada uno tuviera una pequeña luz alrededor, parecían foquitos.

Todos me voltearon a ver con cara extraña, imagino que fue por cómo me quede petrificada en la entrada.

Lo primero que se me ocurrió fue sonreír e irme a mi cuarto, cuando iba a mitad de las escaleras escucho que me habla mi madre.

-Cariño ¿estás bien?-asentí y seguí mi camino hacia mi habitación para poder descansar y analizar todo lo que había pasado hoy.

Cuando llegue cerré mi puerta, quería estar lejos del mundo por un rato. Mi cabeza daba vueltas, este día había sido muy raro. Debía saber que me estaba pasando ¿Por qué veía luces que emanaban de mi familia? ¿Acaso eso era normal?

Busque mi celular en mi pequeña mochila que hace un segundo deje en mi escritorio antes de acostarme en mi cama. Debía hablar con Ryan, tal vez todas esas luces sean producto de lo que me dijo el, o solo me estaba volviendo loca y era mi imaginación.

-Hola ¿Ryan?- Marque sin pensarlo y de pronto el ya había contestado.

-Amanda ¿Qué pasa?- Su voz era calmada, parecía que estaba dormido.

-Me estoy volviendo loca. Llegue a mi casa y unas luces de muchos colores salían de la piel de mi familia ¿Acaso eso es normal en los Ángeles?- Me escuchaba alarmada o desesperada pero era porque así lo estaba, no iba a aparentar que estaba bien cuando estaba asustada.

-Si. Muy bien, has descubierto uno de tus dones.-

**********

Hola, bueno aquí esta el capitulo 4, espero que les guste.

¿Qué creen que sea las luces que ella ve?

Para aclarar Amanda esta inspirada en mi, sin embargó ella tiene mucha mas edad que yo, obviamente ella tiene cosas que yo no. Pero si, en parte somos muy parecidas.

Voten y comenten, enserio, denme fuerzas para seguir escribiendo c:

Gracias

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Si comentan y votan subiré prox. capitulo el Domino, si no hasta el Miércoles otra vez

c:

-N.

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