Dia 4: Ellos, ¿Una mentira?

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Me levante decidida de la cama desando solo haber soñado pero todo era real, Ryan se había quedado en mi cuarto porque quería sentirme segura, y él me proporcionaba eso, además que por la noche sentía una energía negativa de todo el edificio, era mucha presión y quien mejor que mi hermano para ayudarme. Normalmente eso sería muy incómodo para mí pero algo cambio que ahora era muy normal, el espero hasta que yo me durmiera y después se acomodó.

Hoy quise visitar a las personas de las cuales me había olvidado completamente sin tener en cuenta que hace unos meses eran lo más importante para mí, Denisse y Ed.

Por la noche les había hecho un par de llamadas pero ninguno atendió, así que hoy iría a visitarlos a la escuela; me había ido de ahí porque ya no tenía dinero para pagar la escuela y mucho menos tiempo. Cada semana me asignaban a un adolecente para ayudarlo, no era tan mala sin embargo existió un chico que me causo problemas todo el tiempo.

Brian, era tan alegre que me costaba asimilar que tuviera problemas, que con un descuido mío me quitaba todas mis pertenencias y se iba corriendo hasta que yo me cansara, pero cuando tuvimos una plática seria entendí que era huérfano y su felicidad e interactividad era ocasionada por todos los recuerdos de sus padres. Por suerte logre que sus abuelos se contactaran con él y ahora vive con ellos.

Había llegado al estacionamiento pero no vi el escarabajo que conducía Ed lo que es raro, la única vez que no lo trajo fue porque se había enfermado y no podía conducir, lo que era una señal muy alarmante, el jamás renunciaría a su espacio en el estacionamiento por el que tuvo que pagar 200 dólares sin mencionar que él amaba el dinero, así que por nada del mundo lo dejaría.

Entre en la familiar aula de Historia, el profesor estaba explicando la Segunda Guerra Mundial por lo que me atreví a interrumpir la aburrida clase.

-Disculpe, ¿me permite a Denisse y a Edward?- Todos me reconocieron al instante pero fue un momento fugaz hasta que pronuncie los nombres de mis amigos, los busque con la mirada pero no los encontré por ninguna parte.

-Señorita Ckoost, veo que nos ha visitado, pero…- La frase quedo suspendida en el aire mientras que el maestro Nicholas miraba al piso con una mirada sombría.

-¿Qué pasa?- Pregunte ya desesperada por encontrarlos.

-Ellos…se sui…suicidaron justo después de que usted se fuera a Miami, lo…lo siento mucho.- No. No puede ser, ellos no, todos menos ellos.

Me arrodille en el piso deseando que ellos llegaran junto a mí para decirme que todo fue una mala broma y que iríamos a comernos un helado, pero no fue así.

-Dis…culpe por interrumpir.- Me levante lo más rápido y corrí hasta que mis piernas ya no podían más y caí en el césped de un parque que no conocía, todo estaba solitario, pero así nadie me vería llorar.

Me quede mirando las flores rosas que crecían por una hora sin tener en claro que había pasado o porque lo habían hecho, pero nada tenía una respuesta fija. Yo solo quería estar con ellos un rato más.

Busque mi celular y automáticamente llame a Ryan…Un poco antes le habría llamado a Oscar o a Lukka pero en ninguno de ellos confiaba, solo me quedaba el, que en lo profundo de mi ser esperaba que no tuviera ningún secreto respecto a mí.

-Amanda, ¿Qué pasa?- Su tono de voz me tranquilizaba mucho pero nada curaría la usencia de mis únicos amigos.

-Ven por mí.- Dije con una voz entrecortada la cual nunca había escuchado así.

No tardó más de veinte minutos en encontrarme, y al verme todavía tirada viendo la naturaleza corrió y me abrazo levantando mi espalda, yo recargue mi cabeza en su pecho. Él siempre me trasmitiría esa sensación de tranquilidad y de paz cuando estaba a su lado.

-Ed y Denisse…- me interrumpió y me estrecho más contra el provocando que su cálida respiración chocara contra mi cuello.

-Sí, lo sé, lo lamento. Pero ellos eran espías de Elliot y por eso cuando te nos volviste a unir ellos desaparecieron. Te lo iba a decir hoy pero no me dejaste tiempo para explicarte.- ¿Cuándo se acabarían los secretos entre nosotros, los hermanos?

-Lo supuse, todo tenía una conexión muy extraña, ellos no serían capaces de suicidarse, pero si tenían algo que ver con Elliot no había que esperarse más.- Solloce cuando termine de hablar.

Cuando nos separamos donde estaba apoyada mi cabeza estaba mojada por todas las lágrimas, estaba muy apenada de que estuviera en estas condiciones pero jamás me lo espere. Cuando me vio todavía con lágrimas en los ojos me las limpio con su pulgar y me dedico una sonrisa sincera que valía mucho en estos momentos. Sabía que él era el único que me la podría dar así.

Asintió y me ayudo a pararme, después me rodeo con un brazo y me guio al auto que tomo prestado del consejo.

-¿Ellos eran Ángeles?- Me dolía la pregunta, no quería asimilar que ellos tuvieron que pasar por lo mismo que yo, o peor que tuvieran las marcas necesarias para llegar a ser una Ángel.

-No, ellos eran parte de Elliot. Él puede crear humanos y manipularlos.- ¿Todo fue una mentira de Elliot? Mi vida lo era, todo en lo que creía estaba rodeada de mentiras, era peor cada vez que me enteraba de algo, pero de mis amigos ya era muy fuerte, no aceptaría eso, jamás creí que el fuera capaz de hacerme vivir una vil mentira.

Ryan me miraba con pena por todo lo que yo no sabía y sin embargo el sí, pero aun sabiéndolo no quizo decirme, ¿Qué más me falta?

-Todo lo sabias.- Dije entre susurros pretendiendo que no lo escuchara pero no fui capaz de controlar el volumen de mi voz, por lo tanto lo dije de una forma tajante.

-No quería decírtelo así, pero no me diste opción.- Se defendió, pero siempre en las películas dicen lo mismo cuando es cierto, sin embargo tenía razón para estar furiosa. Tantas cosas que habían pasado peores y el no tuvo el valor para decírmelo. Es mejor una bomba grande que millones de misiles.

Deje escapar una risa falsa para que se diera cuenta que estaba muy enojada.

-Lo se Amanda, escucho tus pensamientos ¿recuerdas?- Cierto, todo lo que pensaba él lo sabía, pero era imposible controlar mi mente en ese momento. La guerra de pensamientos que había en mi cabeza emprendía muy a menudo en esta semana.

Y pensar que hace unos meses yo estaba en la heladería con mis amigos disfrutando de un día caluroso, o los días que mi madre me mandaba hacer las compras pero yo revisaba todo para ahorrar dinero y quedármelo. Ahora mis amigos “muertos” y de mi familia no sé nada, lo menos que quiero es preguntar por ellos, Elliot es capaz de también haberlos inventado, prefiero no enterarme de eso.

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Hola, pérdon pero ya entre a la escuela, por lo tanto ya no subire todas las semanas pero los capitulos los alargare como recomprensa :)

Bueeeno, pobre de Amanda ¿no?

Gracias por leer, tambien lean Suicidal soul y Mi Viaje Deseado...

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Gracias

-N.

The Angel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora