Al cabo de unos segundos quede profundamente dormida.
*- ¿Cómo pudiste hacer esto Madison? ¿Cómo puedes trabajar con ella? ¿Cómo pudiste traicionar a tu familia? – Aquel hombre levantó la voz.
- No entiendes nada Richard. – Dijo aquella mujer, malvada mujer.
- Si entiendo Madison, entiendo que eres una mentira. – La señalo acusándola con su dedo índice mientras le hablaba a elevada voz.
- ¿Pues tu no me mentiste? ¿Acaso alguna vez me dijiste que eras del FBI? – Ella estaba tranquila.
- No te lo dije para protegerte, a ti y a _______, pero tú, tú sabías en que te estabas metiendo! ¡TU LO SABÍAS Y SIN EMBARGO TE ADENTRASTE MÁS CON ELLA! – Señalo a la dueña de todo este lio, Claire Adam.
- Es divertido ver como toda su hermosa familia se desmorona. – Dijo de brazos cruzados mientras salía de la oscuridad. – Richard, querido amigo – Hiso silencio mientras se acercaba a él. – debes aprender, que no toda historia tiene un final feliz. – Richard la contemplaba con desprecio mientras que Adam le daba palmadas en la espalda.
- ¿Estas contenta verdad? ¿Lo disfrutas cierto? – Claire rio.
- No tienes idea de cuanto amo esta escena. – Se puso unos pocos metros detrás de él cruzada de brazos, seguía mirando esta escena que para ella era divertida. Cínica.
- Y tu, debes estar contenta también o me equivoco? – Dijo refiriéndose a Madison.
- No todo es como tú lo piensas.
- Tan solo contéstame una cosa, ¿Por qué haces esto? – Madison pensó la respuesta unos segundos.
- No te incumbe.
- ¿No me incumbe? – Richard estaba impresionado, esa no era su esposa, no podía serlo.
- Ya Madison, termina con esto de una vez. – Dijo Claire fastidiada. Madison sacaba su mano oculta en la cual sostenía un arma.
– Estoy esperando Madison, sabías lo que tendrías que hacer si una persona te descubría…- Richard rio.- ¿Qué harás ahora? ¿Me mataras para que tu secretito quede oculto? – Madison miro su mano y al arma que portaba en ella. – Piensa en tu hija, piensa en ________. – Al nombrarla Madison clavó su mirada rápidamente en el y al cabo de unos segundos dos disparos fuertemente se escucharon.
- ¡Nooo! – Me desperté sobresaltada. Debido al susto y la desesperación me senté en la cama a tratar de tranquilizarme. Cubrí mi rostro con mis dos manos y al hacerlo pude notar la gran cantidad de transpiración que había en ella. Comencé a llorar, ese sueño había sido aterrador…mi madre matando a mi padre, no eso no podía haber sucedido.