- ¿Estas bien?
- Prende las luces por favor. – Las luces se encendieron en la planta baja y Matt entendió que no quería hablar de ello. –Conozco perfectamente el edificio pero aun así debes ayudarme, puede que al pasar los años haya olvidado… algunos detalles. – Dije mientras examinaba el lugar en donde me encontraba.
- Sabes que estoy aquí para lo que necesites. – Responde de manera entusiasta. Al examinar el lugar, note que había dos cámaras que apuntaban hacia mí.
- De casualidad, ¿tú estas manejando esas cámaras?
- ¿Qué cámaras? – Con su respuesta comprendí que Claire sabía que había llegado. Con agilidad tome una de mis armas y dos pequeñas explosiones se escucharon.
- Déjame desactivarlas… ya lo hice.
- ¿Genial? – Contesto dudoso, reí ante su tonada.
- ¿Puedes entrar a las cámaras del edificio? – Luego de unos dos o tres minutos escuche su voz.
- No, están bloqueadas con algún tipo de virus extraño… seguramente creado por el equipo de Claire. – Suspire en forma de queja.
- Um, veré que puedo… - Una voz me interrumpió.
- Parece que luego de varias horas has encontrado mi… escondite. Cuéntame, ¿te fue fácil hallarlo? – Por la pequeña cucaracha escuche el asombro de Matt.
- No soy yo _________ (tn). – Yo sabía quien era.
- Hola Claire. Ya sabes que hacer Matías. – Le susurre. Recibió mi orden y comenzó a rastrear su voz para ver de que lugar del edificio provenía.
- Vienes en busca de tu… ¿Cómo decirlo? ¿Amor, tal vez? – Su risa resonó en toda la planta.
- Sube al primer piso por las escaleras y ve al pasillo que contiene varias puertas. – Matt me ordeno.
- Adivinaste querida amiga. – Le conteste a mi… querida enemiga mientras tanto yo subía por las escaleras con una de mis armas en mano.
- Oh que pena, no creo que lo encuentres. – Me encontraba ya en el primer piso.
- Matt, necesito el número de la puerta en la que esta.
- Estoy en eso. – Responde.
- Nunca me vas a encontrar… a Justin, menos que menos. – La rabia y el odio corría por mis venas. Abría y buscaba incansablemente a Justin puerta por puerta.
- ¿Estas segura?
- Puede que me encuentres pero no antes de que… mate a tu querido Bieber.
- ¡Matt! – Grite, necesitaba saber donde estaba y ahora.
- ¡Puerta 109! – Responde agitado.
Con mucha rapidez comencé a buscar. 96, 97, 98, 100, 105…109. Al encontrarla, le di una fuerte patada la cual hizo que la puerta se abriera bruscamente.
- ¡Se acabó Claire Adam! – Tenía tanta furia que era capaz de dispararle en ese instante.
- Ups, me encontraste. – Se encontraba sentada al lado de una computadora con una sínica sonrisa.
- ¿Dónde esta Justin? – Gritaba, sudaba y le apuntaba con el arma.
- Ou lo siento, pero el no esta aquí. – Adam estaba lo más tranquila, algo me huele mal.
- ¡¿Dónde esta?!
- Relájate, esta lo más tranquilo en un crucero rumbo a Miami.
- ¿Cómo?
- Lo que escuchaste y tú… - Se puso de pie. – …caíste en mi trampa.
Unas fuertes manos comenzaron a sujetarme por detrás. Forcejeaba con todas mis fuerzas hasta que logre liberar uno de mis brazos. Un buen golpe a uno de sus matones en su nariz; por la sangre que caía… seguro que se la había quebrado. Al segundo matón, el rubio del cual habíamos encontrado un cabello, le dispare en sus dos rodillas para asegurarme de que no se levantara. Los dos matones se encontraban en el suelo sangrando mientras que yo tenía a Claire frente a mí. Levante mi mano en donde portaba el arma y le volví apuntar.
- Te lo repito por última vez, ¿Dónde esta Justin? – Ella solo sonrío y yo… sentí un dolor punzante en mi hombro izquierdo.
El dolor se expandía por todo el brazo y al cabo de unos segundos me encontraba en el suelo. Inmóvil pero consiente. Pude sentir que quitaban una aguja del lugar en donde comenzó el dolor.
- Antes de que te vayas, quería mostrarte algo. – Con uno de sus dedos levanto mi mentón para que mirara hacia la pantalla de la computadora.
- Lo siento ________ (tn). – Lo último que vi fue el rostro de Matías, mi supuesto amigo, en la pantalla riéndose de mi tragedia. Otra persona que se sumaba a la lista de traiciones.
