Abrió la gran puerta de la lujosa casa y salimos. Esto había sido como dice la frase “matar dos pájaros de un tiro”, aleje a Justin de su querida amiga y no volví a ver a Ryan. Ahora lo que tendría que hacer es tratar de que Ryan no contradiga mi historia. Llegamos al auto. Me subí, Justin estaba molesto seguramente porque le arruine la noche en aquella fiesta. Sorry honey. (Perdón cariño) –pensé- Luego de media hora llegamos. Justin puso el auto en la cochera y salió de él. Por el retrovisor pude ver que Justin pasaba por detrás del coche, seguido de eso creo que entro a la casa. Ahora que pienso, estoy saliéndome mucho de la misión. Me tomo muy en serio esto de ser Clara, de ahora en más me ocupare solo de proteger a Justin y saber quien esta detrás de él.
-Oye, vamos adentro. Si te sientes mal debes descansar.- Dijo Justin a través de la ventana. Me abrió la puerta y salí del auto. Justin cerro la puerta y empezamos a caminar para entrar a la casa, así lo hicimos. Ya estaba acostada en el cómodo colchón con el pijama puesto que era de mi color favorito, violeta... y consistía en un pantalón a cuadrille y una remera lisa de algodón. Mi mente maquinaba una serie de pensamientos a los cuales no quería prestarles atención debido al cansancio. Estaba de costado mirando la ventana, había un poco de viento… eso hacia que el árbol que estaba justo al lado del balcón hiciera un poco de ruido. De repente, siento que un lado de la cama se hunde, alguien se estaba recostando. Ese “alguien” paso su mano por mi cintura y apoyo su mentón en mi hombro.
-¿Te sientes mejor? – Pregunto de una forma tierna, lo miré.
-Si, gracias. – Le sonreí. Justin beso mi hombro, sonrió… yo le respondí de la misma manera. Estuvimos sonriendo por unos segundos hasta que la sonrisa de Justin desapareció, se separó de mí de una forma brusca y se sentó en la punta de la cama. Yo solo lo miraba sin entender.
-¿Por qué las cosas tienen que ser así? ¿Por qué tienes que ser tan…falsa? – Dijo dándome la espalda.
-¿De que estas hablando? – Me senté en forma de indio.
-¿De que estoy hablando? –Se dio vuelta. –Hablo de que lo único que sabes hacer es aprovecharte de mi, de eso hablo. – Me miro y suspiro. Iba a hablar pero él lo hiso primero. - Mejor hablamos mañana. – Dicho esto se fue dejándome con la palabra en la boca, aunque ¿Qué tenia que decir? Si al fin y al cabo es verdad pero yo no soy ella así que no me tengo que quedar con su culpa, no lo haré y mañana trataré de hablar con él a ver si puedo hacer que la relación “crezca” por así decirlo. Me acosté nuevamente como estaba antes y trate de conseguir el sueño. “Tiene una sonrisa hermosa” fue lo único que se cruzo por mi mente. *El sonido de mi celular hiso que me despertara, me estaban llamando. Con todo el sueño del mundo tome el aparato que estaba en la mesita de luz, era Dylan.
-¡No me has llamado! – Dijo casi gritando.
-Oye, lo siento estaba cansada. – Dije explicándole.
-¿Tan cansada como para no marcar un número y llamarme para saber que esta todo bien e informarme? – O estaba de mal humor o estaba enfadado conmigo.
-Lo siento! – Suspiro.
-Bien, ¿Cómo fue todo?
–Digamos que… - Me senté en la cama y hable en tono bajo por si alguien escuchaba. – tuve varias sorpresas.
-¿A que te refieres?
-Clara engañaba a Justin con Ryan, el mejor amigo de Justin.
-¿En serio?
-¿Crees que lo inventaría?
-No. –Rio. - ¿Algo sospechoso?
-En la fiesta no vi nada sospechoso. ¿Tú pudiste averiguar algo?
-Esto se complica, no hay rastros de nada. Deberás arriesgarte.
-¿A que te refieres?
-Deberás buscar en su computadora, hackear su mail, celular… algo. No sabemos cuando ni donde intentaran hacerle daño. Tenemos que ser más rápidos que ellos _______ (tn).
-Bien, veré que puedo hacer.
-Entendido, bueno, es todo. Luego hablaremos.
-Bien, adiós. –Luego de colgar mire la hora, las 10 de la mañana.
Me levante de la cama y fui al baño. Me bañe, me cepille los dientes, peine mi cabello y me cambie. Me coloque un short blanco con una musculosa blanca también, para lograr un conjunto agradable me coloque una camisa roja con cuadros desabrochada. En los pies, unas converse rojas al igual que la camisa. Un poco de perfume, maquillaje suave y algunas pulseras en mi muñeca derecha. Tome mi celular, lo puse en el bolsillo del short y baje.
