Capitulo #38.

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- ¡Madre! ¡Que sorpresa que estés aquí! – Dije caminando hacia ella, pareciendo sorprendida. Ella se dio vuelta, le dijo unas palabras en susurro a quien estaba del otro lado del teléfono y corto. Me miro y se acercó a abrazarme. 

- ¡Hija! Me da tanto gusto volver a verte. – Nos separamos.

- A mi también me da gusto verte madre.

- Pues si me quieres tanto y disfrutas volver a verme, disfruta de estos minutos porque vine para buscar algunas cosas que necesito ya que debo volver a mi viaje de trabajo. – Vaya escusa. Las cosas ya comienzan a dejar de cerrarme, lo peor es que recién ahora me doy cuenta de que mi madre esconde algo, algo grande.

- ¿No te quedaras ni un día? – Mi madre, Madison, suspiro. 

- Lo siento querida, pero no puedo. - Acaricio mi mejilla. – Si yo voy a ser quien mantenga a esta pequeña familia debo trabajar. Espero que me entiendas.

- Te entiendo.

- ¿Estas bien?

- Si, lo estoy.

- Pues bien, iré a preparar mi maleta y te dejaré de nuevo la casa para ti.

- ¡Espera! – La tome de la mano suavemente para que no huyera. 

- ¿Qué necesitas?

- Necesito que respondas una pregunta pero con la verdad, no me mientas. No soy tonta, entendido?

- Pues claro dime. – Se cruzo de brazos a la altura del pecho. 

- ¿Cuál fue la causa de muerte de mi padre? – Madison quedo perpleja, de seguro no esperaba esa pregunta. Sus brazos que antes estaban cruzados cayeron, volviendo a la normalidad. 

- ¿Por qué preguntas eso, ahora?

- Pues porque después de todo este tiempo, finalmente, quiero…necesito saber la causa de su muerte. – Entrelacé mis manos, estaba nerviosa…algo no muy común en mí. 

- No es un buen momento para hablar de tu padre, no cuando debo enfocarme en el trabajo.

- Y yo debo enfocarme en mis estudios. – Hice una mueca. – Madre, no puedo vivir con esta presión en el pecho hasta que muera, el no saber que le sucedió me afecta y mucho. Necesito saberlo y te exijo que me digas que le sucedió. – La señale. Ella hiso silencio y miro al suelo.

- _______(tn) no puedo contestarte esa pregunta. – Levanto la mirada.

- ¿Cómo?

- Lo que oyes, no puedo responderte esa pregunta.

- ¿Por qué? Vamos, inventa una buena excusa total yo soy la reina de las idiotas, ¿verdad? – Levante los brazos y los baje rápidamente en forma de queja y enojo.

- No hija, no es así. No es lo que tu crees…es solo que…- Se acercó y me tomo de los hombros. 

- ¿Qué? ¡Habla de una vez!

- No se porque ni como murió tu padre. – Volcó su vista al suelo. 

- ¡¿Cómo es que no sabes?! – Le grite. 

- ¡Tan solo no lo se!

- ¿Y se supone que debo creerte?

- Debes creerme pero ni mis palabras ni el hecho de que sea tu madre cambiara tu pensamiento sobre esto, eres muy terca Smith. El tema se termina aquí. – Dicho esto se dio media vuelta y subió, a rápidos pasos, la escalera.

No me creo eso de que no sepa porque murió mi padre. ¡Ash! Padre, ¿Por qué te fuiste? ¿Por qué me dejaste? Dije mientras miraba el techo, te extraño tanto. Nada me va a impedir que sepa lo que te sucedió y que haga justicia, nada ni nadie.

Mi Deber es Protegerte (Justin y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora