Capitulo #50.

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Entre, tal vez por última vez, a mi oficina y cerré las cortinas de las ventanas. Nadie debía saber que estaba desobedeciendo a Dylan porque si no alguien podría informarle y me metería en problemas… más de los que ya estaba metida. Todo sea por ti Justin y por ti padre. Fui hacia mi escritorio y lo empuje un poco hacia delante. Me agache para abrir el inesperado lugar en donde se encontraban mis tesoros, mis armas.

Levante una de las grandes baldosas que cubrían el suelo y tome una pistola con silenciador y dos potentes armas más. Estas se colocaron en un cinturón el cual se ajustaba a mi cadera junto a tres granadas de humo letal sumado a tres granadas explosivas. Agarre dos tobilleras, me las coloque y en cada una de ellas puse un cuchillo. Por último, tome mucha munición… la necesitaría y me puse el chaleco anti-balas. La baldosa volvió a su respectivo lugar al igual que mi escritorio. Al pararme, detecté que la puerta se abría.

A velocidad de una bala corrí, sin hacer ruido, a esconderme cerca de la puerta para poder escapar… no tenía tiempo para interrupciones. Pude ver que quién entraba era Maylen, seguro Dylan le había encargado no dejarme salir. En el momento en que ella se acercó al escritorio, salí de aquella habitación. Baje corriendo por las escaleras las cuales me llevaban al estacionamiento. Camine con rapidez hacia mi auto, salte para poder entrar en él.

Tome las llaves y lo encendí. Iba a toda velocidad, tenía que llegar antes de que Dylan entrara con su equipo al edificio. Si no llegaba para ese entonces, tendría otro problema agregado a la lista. 

- ¿Cómo vas Matt? ¿Has podido entrar al sistema? – Pregunte en espera de una respuesta, no contestaba. - ¿Matt estas ahí? – Escuchaba atentamente. - ¿Matt?

- ¡Estoy aquí! – Respondió rápidamente. – Lo siento, estaba resolviendo un pequeño problema.

- Matías, te necesito atento en esto… nada de distracciones. Solo te tengo a ti ahora, si me fallas puedo morir… así que si me quieres viva, debes ayudarme. ¿Entendido? – Dije seria mientras manejaba. 

- Entendido, lo siento. Ya he accedido al sistema.

- Excelente, ya llegue.

*Me encontraba escondida detrás de un remolque de basura.

Allí se encontraba Dylan junto a su equipo preparados para entrar. Pude ver que también estaba SWAT, unos agentes mucho mejor entrenados preparados para cualquier tipo de cosa. Comencé a pensar una manera para distraerlos y así poder entrar. Mire a mis alrededores y una idea llego a mi. Había un auto estacionado en donde no se encontraban muchos agentes, era el lugar perfecto para tirar una granada.

- ¿Cómo entraras? – Pregunto Matt. 

- ¿Te gustan las explosiones querido amigo?

- ¿Qué locura harás _____ (tn)? – No respondí, me dedique a quitar cuidadosamente una de las granadas que llevaba conmigo.

Observe por última vez la zona en donde explotaría aquella granada. Salí, apenas un poco, de mi escondite para poder apuntar con facilidad.

Tenía que hacerlo, por Justin.Le quite el seguro y conté, uno… dos… tres. La arroje lo más cerca del auto; cayo justo debajo de este. Me tire al suelo para que la explosión no me causara daño. Segundos después se escucho un muy fuerte estruendo. Era mi oportunidad. Me levante y fui corriendo hacia la entrada principal. Gracias a Matt, la puerta estaba abierta. Me adentre en el edificio de mi padre, en el cual había pasado agradables momentos junto a él. Adoraba acordarme de todas las situaciones en las que había estado con mi padre pero ese no era el momento adecuado para recordar. 

- Ya entre, baja las persianas.

- Enseguida. - Las persianas se bajaban lentamente y hacían un ruido molesto.

Ese ruido se vio afectado por gritos, gritos que llevaban mi nombre. Me di vuelva para ver de donde provenían y lo vi corriendo hacia mi. Todo sucedía muy rápido pero yo le veía en cámara lenta. 

- ¡_____(tn)! ¡Vuelve por favor! ¡Por favor! – Lo repetía una y otra vez mientras se acercaba a la puerta pero ya era tarde… estaba adentro, no había vuelta atrás. - ¡Sal de ahí! ¡Puedes salir muerta! ¡______(tn)! – Las persianas se habían cerrado por completo dejándolo afuera.

Sabía que podía salir muerta, sabía que tal vez nunca volvería a verlo pero no iba a dejar que Claire se saliera con la suya. No esta vez. Lo siento Dylan.

Mi Deber es Protegerte (Justin y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora