Capitulo #37

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-Diga. - Conteste seria pues no me había fijado quien era.

-_________(tn) soy Dylan.

-Ah, hola! ¿Cómo estas?

-Ahora no hay tiempo para charla.

-¿Qué sucede? - Mire para todos lados haber si había alguien escuchando.

-Debes ir a tu casa...

-¿Por qué?

-Tu madre esta allí, acaba de llegar. No nos dio tiempo a nada, en un abrir y cerrar de ojos ella estaba allí.

-¿Cómo?

-Lo que escuchas, debes ir para allá.

-¡Rayos, debo cambiarme! ¡Ash! Bien, ya voy. - Corte y tire en celular en el asiento de copiloto.

Al parecer la verdad esta desesperada por salir a la luz. Ya estaba cambiada, estaba como la verdadera _________ (tn) Smith, ropa simple. Me había quitado la peluca, los lentes de contacto y por las dudas me había cambiado de ropa, por si acaso surgían confusiones en cuanto a Clara y a mí. Larga historia de como me cambie pero lo había logrado. En el asiento trasero llevaba una mochila con la ropa de Clara para cuando vaya al estudio. Iba a gran velocidad, esquivando los semáforos, pensando en como todo se estaba dando para que yo investigara sobre la muerte de mi padre.

Diablos papa, ¿Qué te habrá sucedido? Minutos más tarde estaba en la puerta de mi casa. Antes de bajarme tome mi teléfono y envié un mensaje a Dylan avisándole que ya había llegado, por si acaso. Esta vez el aparato telefónico lo guarde en el bolsillo trasero de mi jean. Baje del auto y active su alarma. Suspire, ¿que pasara ahora? Decidida camine hasta la puerta de entrada pero alto, ¿como entraría? Rayos, no tome las llaves de la casa... nunca las saque de la valija. Piensa Smith piensa. Ya se, la puerta que da al patio. Mirando para ver si había alguien camine hacia la enredadera en la cual del otro lado esta el patio y por lo tanto la puerta que da a él. Debía trepar para cruzar al otro lado, pues así lo hice.

Con rapidez y agilidad trepe por el gran árbol que se encontraba al lado de la enredadera. Llegue hasta la sima del árbol y salte a la sima de la enredadera. Cruce las dos piernas para el otro lado y en un abrir y cerrar de ojos me encontraba en el patio. Camine hacia la puerta, con suavidad tome la perilla y la gire. Abierta, no me sorprende... siempre lo estuvo. Bien Smith, ya te encuentras en casa, pensé. Cerré la puerta y sin hacer ruido camine hasta el comedor. Ahí la vi, estaba hablando por teléfono y noto que yo, su hija, estaba en casa. Lo supe por sus movimientos al hablar y por como cambio su tono de voz, como queriendo aparentar que estaba hablando con una amiga. No soy tonta, para nada. Con todos estos pensamientos pareciera como si la odiara, pero no es así, solo busco la verdad.

-¡Madre! ¡Que sorpresa que estés aquí! - Dije caminando hacia ella, pareciendo sorprendida. Ella se dio vuelta, le dijo unas palabras en susurro a quien estaba del otro lado del teléfono y corto. Me miro y se acercó a abrazarme.

-¡Hija! Me da tanto gusto volver a verte. - Nos separamos.

-A mi también me da gusto verte madre.

-Pues si me quieres tanto y disfrutas volver a verme, disfruta de estos minutos porque vine para buscar algunas cosas que necesito ya que debo volver a mi viaje de trabajo. - Vaya escusa. Las cosas ya comienzan a dejar de cerrarme, lo peor es que recién ahora me doy cuenta de que mi madre esconde algo, algo grande.

-¿No te quedaras ni un día? - Mi madre, Madison, suspiro.

-Lo siento querida, pero no puedo. - Acaricio mi mejilla. - Si yo voy a ser quien mantenga a esta pequeña familia debo trabajar. Espero que me entiendas.

-Te entiendo. - Mire al suelo y suspire.

-¿Estas bien?

-Si, lo estoy...

-Pues bien, iré a preparar mi maleta y te dejaré de nuevo la casa para ti.

-¡Espera! - La tome de la mano suavemente para que no huyera.

-¿Qué necesitas?

-Necesito que respondas una pregunta pero con la verdad, no me mientas. No soy tonta, entendido?

-Pues claro dime. - Se cruzo de brazos a la altura del pecho.

-¿Cuál fue la causa de la muerte de mi padre?

Mi Deber es Protegerte (Justin y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora