No me creo eso de que no sepa porque murió mi padre. ¡Ash! Padre, ¿Por qué te fuiste? ¿Por qué me dejaste? Dije mientras miraba el techo, te extraño tanto. Nada me va a impedir que sepa lo que te sucedió y que haga justicia, nada ni nadie.
*Narra escritora*
Madison subió rápidamente las escaleras hasta el segundo piso. Fue a la habitación de su respectiva hija en la cual, la ventana, daba a la calle. Se asomo a ella y contemplo como su hija se subía al auto y con furia azotaba la puerta que daba al asiento del conductor. Lo encendió y a toda velocidad desapareció de su vista. Tomo su celular, marco un numero desconocido y mientras seguía contemplando a través de la ventana, esperaba que la persona a la cual llamaba contestara. Luego de tres tonadas, finalmente esa persona atendió.
- Escucha.
- …………
- Si, hace unos segundos se fue.
- …………
- No, quédate tranquila.
- …………
- Llego la hora, comencemos.
*Narras tu*
Me encontraba nuevamente en mi auto yendo a toda velocidad hacia la estación. Hoy no descansaría hasta encontrar la verdad. Mi madre mentía, lo podía sentir. Sus acciones, su forma de hablar, estaba segura. Para estar relajada y levantar un poco el ánimo puse la radio…estaban pasando Stronger de Kelly Clarkson, gran canción. Minutos después, me encontraba subiendo las escaleras hacia la oficina de Dylan. Frente a la oficina de Dylan estaba Maylen, quien tenía su escritorio frente a mi jefe ya que era su asistente.
- ________ (tn) que sorpresa tenerte aquí después de tanto tiempo. – Se levanto de su asiento, se acercó a mí y me abrazo.
- Hola Maylen, ¿Cómo has estado?
- Muy bien y tu?
- Lo llevo como puedo. – Conteste sincera.
- ¿Qué sucede?
- Mira, no es de mala, sino es que ahora no tengo tiempo si? Cuando termine todo esto, te prometo que nos sentaremos a charlar.
– Entendido. – Sonrió.
– Si buscas a Dylan, ahí viene.
- Mil gracias. – Luego de tener una pequeña charla con Maylen, camine hasta la puerta de la oficina.
- ________ (tn) entra a mi oficina, en segundos vuelvo. – Dijo mientras me daba un beso en la mejilla en forma de saludo. Dylan se esfumo de mi vista y yo entre a su oficina, nos tenemos mucha confianza si no, no me dejaría entrar a su oficina así… es mi mejor amigo se podría decir, el único que me ayuda en este mundo… Ya dentro inspeccioné el lugar con mis ojos, todo estaba como lo recordaba. Reí al ver todas las carpetas de casos, expedientes, información y más en su lugar, un gran mueble. Dylan… siempre tan ordenado aunque esta vez se le había olvidado colocar una en el estante y como buena amiga que era decidí tomarla y colocarla en su respectivo lugar. Tome un pequeño banco para poder pararme en el y buscar su lugar ya que todo estaba ordenado por orden alfabético. El nombre de esta carpeta comenzaba con S, empecé a buscar…O, P, Q, R….S, aquí. Con mis manos hice un hueco entre todas las carpetas para colocar la que faltaba, hecho. Al ponerla en su lugar, note que una de todas esas carpetas tenía mi apellido en grande y justamente esa carpeta, no estaba en su lugar por orden alfabético. La tome y con ella en mano, baje del pequeño banco. Comencé a observarla, ¿Por qué tendrá mi nombre? ¿Acaso esta carpeta se tratara de mi? ¿Y si se trata de mi padre?
