12: ¡No uses tu pistola eléctrica, amiga!
Después de una pelea contra esa vieja loca, descubrí que era la madre de Devi, y me equivoqué al respecto de su edad, tiene cuarenta, no sesenta, las apariencias engañan, y pensó que yo quería acosar a su ángel, de verdad se creyeron lo de lesbiana, son unas idiotas.
—Eso fue muy raro ¿no? —Uziel estaba raro hoy, estaba ¿feliz?, sonriendo cómo cualquier persona normal haría, parece que las vacaciones lo transforman.
—Como todos los días de mi vida.
Ambos estábamos caminando por las calles, Uziel me acompañaba hacia mi casa, yo no quería volver, no quería ver al instructor ese.
—A veces no entiendo tu vida, por cierto, ¿qué harás mañana?
—Supongo que dormir por todo el día, ya sabes, haré una huelga de hambre por el instructor.
—Te escaparas para comer hamburguesas ¿verdad?
—Las huelgas de hambre no son para mí, supongo que soy muy idiota para entenderme yo misma.
—Tú no eres idiota, sólo una persona especial, inclusive aprendes rápido muchas cosas. —De algún modo, me incomodaba y gustaba lo que decía Uziel, no pensaba en eso.
—Es que idiota y retrasada mental es otra cosa. No confundas mi naturaleza con la de mis hermanastros.
—Por cierto, ¿ya sabes que vas hacer en el futuro?
—Yo aún no lo sé.
—¿Y qué es lo que más te gusta hacer?
—Dormir y comer.
Esa es la historia de mi vida.
—Ok, eso ya me lo veía venir.
En ese momento me silva un muchacho.
—Hola, muñeca.
—Hola, codo —le respondí.
—Qué bonita está, mi reina, ¿quiere que la lleve a pasear un rato?
No sé qué edad tiene, pero parece tener como 19.
—Lo siento, ella está conmigo, no creo que le interese pasear contigo —dijo Uziel de forma civilizada.
Por lo menos lo civilizado aplica muy bien a él.
—Oh, perdona, no sabía que era tu novia, tienes buen gusto, ella no, por lo que parece.
No soy la novia de Uziel, pero me ofende que le diga feo, Uzi es apuesto, solo que mal arreglado.
—Oye chico, si tú, el de dos brazos, dos ojos y de brillitos gay, ¿te busco un boleto de avión?, ya sabes, para que busque a tu ego, se te subió demasiado.
Él frunció el ceño.
—La charla no es contigo.
—Pero me hablaste a mí primero, así que me incumbe, insultaste a mi amigo.
—¿Tu amigo?, ya decía que algo no cuadraba.
—Discúlpate con él —exigí.
—Jane, no...
—No me da la gana hacerlo.
—Si no lo haces, hay peo, mamaguevo. —Activé mi modo barrio.
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Rodeada de idiotas 2, el regreso de tu mamá en tanga.
HumorObviamente esta es la segunda parte de Rodeada de Idiotas, creo que el título es demasiado obvio. En fin, esta es una continuación sobre las hazañas de nuestra querida Jane (entre ellas, es seguir viva, hasta ahora). ¿Qué otras hazañas t...