3: ¡¿otro más?!

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3: ¡¿otro más?!


—Qué hermosa vista —expresé.

     —Estas mirando el suelo —dijo Mark.

     —Es más interesante, por cierto ¿qué hay de desayuno?

     —¿Me ves con cara de periodista?

     —No, de puto, pero ¿qué hay de comer?

     —Sí serás...

     —Dejen de pelear —dijo otra voz que entró al comedor.

     —Oh, Víctor, por fin llegas antes de cometer asesinato —dije.

     Todos nos encontrábamos en la mesa, menos Andrea, ese estaba cocinando para nosotros, Usui y Emilia habían estado tan preocupados por la ausencia de Víctor que jodían con un interrogatorio.

     —¿Cuánto es 3x2? —preguntó el titán...ah no, es Usui.

     —Seis, ¿por qué la pregunta?

     —Sí, es él —confirmó.

     Yo tengo hambre, necesito comida, creo que estoy viendo cosas raras, no dejo de mirar a Mark como papa frita, si cometo canibalismo, ya saben, de todas maneras los Ghoul dominarán el mundo, y Kaneka me iluminará.

     «¿Qué no es Kaneki?»

     ''Kaneka, ¿qué no viste que se volvió diva al terminar la serie?''.

     —Hermano, ¿es normal que vea a Mark como una papa frita? 

     Él me miró sin saber lo que yo estaba diciendo.

     —Sí. Mark, corre.

     —¿Por qué? —El rubio estaba confundido.

     —Porque también me pareces como una papa frita.

     Si miraran, Usui tenía cara de completo desquiciado muerto de hambre, nosotros no toleramos dos segundos después de la hora de comida.

     —¡Ayudaaaa! 

     Levanté la mirada, y vi a un Mark corriendo por su vida, Usui estaba detrás de él con los cubiertos en las manos, y un pañuelo blanco en el cuello, nos volvemos locos por hambre.

     «¿Tú qué sabes?»

     ''Nada''.

     «Ok»

     —¡Quiero un pedazo de Mark! —Esta vez, Noah fue detrás también.

     —¡Dejen un poco! —les grité, ¿qué?, tengo hambre.

     Víctor mira la escena, callado, solo suspira de fastidio, si hubiese sabido él que Usui se comportaría así, ni lo hubiera llamado.

     Parece que el único maduro era Javier, el menor de los hermanos.

     —¡Yo quiero la pata! 

     Hablé demasiado pronto, repito, el hambre los vuelve desquiciados.

     —¡Ya está el desayuno! —Aparece por fin Andrea con una bandeja grande en ruedas—. ¿Qué está pasando? 

     Usui, Noah y Javier tomaron asiento esperando ansiosos por la comida.

     —Evitaste canibalismo —le dije.

     —Pero si sólo me demoré tres minutos.

     —¡Pero fueron los tres minutos más largos de la historia!

Rodeada de idiotas 2, el regreso de tu mamá en tanga.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora