Rodeada de idiotas 2, el regreso de tu mamá en tanga.

15: soy infantil ¿y qué?

Wiiiiii, ¿por qué celebro si no me dijeron nada bueno? ¡Qué mal!, ¿por qué me enojo si no me dijeron nada malo? ¡Esto no me puede estar pasando!, ¿por qué lloro si no me dijeron nada triste?, no me entiendo, es más, nadie me entiende, excepto Uziel y Usui, ellos si saben.

     ―¿Por qué estamos viendo Coraline y la puerta secreta? ―preguntó Uzi.

     ―Porque no se me ocurrió más nada que ver, además, ese gato negro me agrada.

     ―Ok.

     Los dos estábamos en el piso­­­­­, mirando la película, en realidad yo no, me fijé en la ventana, el cielo estaba hermoso, olía a felicidad y un toque de hermosura.

     «Emmm, si sabes que está lloviendo ¿cierto?»

     ''¿Y por qué crees que me encanta?''

     «Ahh»

     ―Oye, Uzi.

     ―¿Sí? ―Fija su mirada en mí.

     ―¿Cuándo será la salida?, ya sabes, para la convención.

     ―El domingo.

     ―Ok.

     Uziel estaba demasiado concentrado en la película, aunque admito que es bastante adictiva de ver. Oh, ¿eso es un estambre?

     Unos minutos después...

     ―Oye, Uzi, ¿me ayudas? 

     Él había estado tan distraído en sus pensamientos que no se había dado cuenta de que me enredé con unos estambres.

     ―¿Qué te pasó?

     ―Encontré la bola de estambre de Aoi. ―Vi que en unas de las puntas del extremo del estambre, estaba mi gato jugando―. Este gato no me colabora, pero aun así, lo quiero.

     Esbozó una sonrisa al verme así, supongo que soy el mejor bufón que ha visto en su vida.

     ―Es algo infantil, ya sabes, pedirle ayuda a un gato ―me dijo.

     ―Lo sé.

     Uziel es una de las pocas personas que no me hace sentir incómoda, incluso los silencios con él nunca se me hicieron incómodos.

     ―Bien, te ayudo.

     Ese es un gran amigo, es tan buena persona que dan ganas de pedirle matrimonio.

     Me ayudó a deshacerme del estambre, lo cual costó como una hora, de verdad que meto mucho la pata.

     ―¡Sí!, ¡de nuevo Uzi salva el día! ―dije, agarro una escoba y pongo el palo a los costados de sus hombros como si fuera una reina nombrando a un humilde sirviente, un caballero―. Te declaro a ti: Uziel Angelo Oreo Cococete Lawliet Drácula Ramírez 2.0: héroe.

     ―Deja de hacer eso ―dijo entre risas inevitables.

     Cada vez se le ve más confiado, lo cual me gusta.

     No sé por qué, pero no me acostumbro mucho a las risas inesperadas de Uziel, admito que me gustan, es unas de las sonrisas más lindas que he visto.

     ―¿Hacer khé beio Uziel?, yo aquí soy la reina de la estupidez ―dije poniendo la cara famosa del mundo mundial: la cara de estúpida.