35: Algo anda mal.

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35: Algo anda mal.


Ah, me duele la cabeza, no sé ni dónde estoy, por primera vez en mi vida no siento hambre, esto tiene que ser obra de los aliens y del presidente Will Smith, quien no me ha protegido del rapto, ah...estoy en una cama, estoy sin zapatos...ah, traigo otra ropa puesta que se me hace conocida, un momento, ¡¿qué hice anoche?!

«Lo que me acuerdo, es que te pusiste nerviosa cuando Uziel te confesó que le gustas»

"Ah, hubiese preferido olvidar eso"

«Pero...»

"¿Él no le gustaba Alicia?, debe estar confundido"

«¿Cómo tú?»

"No...sí"

Observo el lugar, es una habitación bastante pequeña a diferencia de la mía, ¿el cobertor es de Jun Jou Romántica?, ok, si Ester lo ve, se lo roba. Las paredes eran de un color blanco, no había ventana.

—Parece que por fin despertaste —una voz bastante amable se adentró a la habitación, era una mujer con un plato de comida en la mano, ¿no es la mamá de Uziel?—. Debes estar confundida, después de todo, Uziel te trajo casi inconsciente.

—¿Me trajo?, esperen, ¿Qué es lo que exactamente pasó?, ¿y lo que cargaba ayer?

—No te preocupes, yo con ayuda de la novia de Joel, te vestimos con las ropas de Uziel, me contó que antes eran tuyas.

—Oh, ¿y dónde está él?

—Está en la cocina, de inmediato lo llamo.

—¡Oh, no, no hace falta qué...!

—¡Uziel, ella ya despertó! 

Mierda, mis oídos.

Inmediatamente él entró, tampoco estaba con las mismas ropas de la fiesta, tenía una más cómoda, le susurró algo al oído de su madre y ella se retiró, hmm, creo que esta habitación es de él, ¡estoy a solas con él en su habitación!

—¿Cómo te sientes? —me preguntó.

Yo miré la comida en la mesita de noche, no me daba hambre.

—Confundida, ¿Qué pasó después de que tú...? Bueno, eso.

Se pasó una mano por el cabello, suspirando, parece nervioso.

—Bueno...

—Me gustas, Jane. —Vio que ella entró en estado de shock, comenzaba a devorar la bandeja de pastelillos que tenía detrás—. ¿Qué haces?

—Sin comida no pienso, ¡espero que sea una alucinación!, ¡oh, panquecas! 

Después de un buen rato, se escuchó que golpeaban la puerta de los postres helados, Uziel iba a ir si no fuera porque estaba preocupado por su amiga confundida, pero no tuvo que hacerlo, ella misma abrió la puerta.

—¡Titán!

—Vine a ver los postres pero la puerta se trancó, ahora me comí la mayoría de los helados de fresa y chocolate. —Cayó al suelo, temblando, como si se fuera a morir—. Creo que comí demasiado... tengo frío.

—¡Helado! —La desquiciada Jane comía de todo tipo de helado hasta que su amigo vino y le frenó.

—¡Los que estuviste comiendo, contienen alcohol! —La miró algo deprimido, no podía saber que su amiga reaccionara de esa manera con una confesión y de parte suya.

Rodeada de idiotas 2, el regreso de tu mamá en tanga.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora