|Capítulo 40| ✔

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Robín se encontraba en el estudio como todas las mañanas, luego de haber desayunado. Estaba leyendo la primera plana.

Habían encontrado a una mujer muerta con una herida de bala en el pecho. La víctima había sido identificada como Clair Stevens.

Buscó la página policial y la comenzó a leer.

Mientras leía, tocaron a la puerta.

Cuando dieron la orden de entrar, Charles traspuso el umbral de la puerta seguido por un policía de Bow Street.

-Buen día, lord Henderson, soy Michael Colling, policía de Bow Street. -Saludó tendiéndole la mano.

-Buen día, señor Colling. -Contestó Robín estrechándosela- Supongo que viene por lo de Clair Stevens. Lo leí en el periódico hace un rato.

-Si, lamento haberlo molestado es que cuando fuimos había una nota sobre la mesa con su sello. Cuénteme por favor que hizo entre las seis y las nueve de la tarde.

-Estuve reunido con Lady Brighton, sus hijas y su yerno.

-¿Ellos lo podrán corroborar? -preguntó el policía.

-Por supuesto.

-Y dígame... ¿Qué relación tenía con la víctima?

-Ella fue mi prometida en el pasado. Le mandé la nota por qué quería saber con quien era la persona con la que había huido.

-Ajam, ¿Algo más que quiera agregar?

-Después de que ella se fue, a eso de las Cinco, llegó el señor Berret. Él me contó que él era la persona con la que ella huyó y que actualmente era su amante. A eso de las seis se fue y luego llegaron los Brighton.

-¿Le importaría pasarme las direcciones? -preguntó Colling.

-Desde luego, ya se las anoto. -Fue hasta el escritorio agarró un papel, una pluma y se las escribió.

Anna se encontraba en el jardín cortando flores para ponerlas en los jarrones del saloncito y el comedor.

Estaba concentrada en la tarea y tarareando una melodía cuando escuchó unas voces a su espalda. Giró para ver que pasaba y vio que se acercaba un policía.

-Buen día señorita, me llamo Michael Colling, soy policía de Bow Street. ¿Me podría confirmar si el señor Henderson estuvo entre las seis y las nueve en casa ayer a la tarde?

-Si, por supuesto. En ese horario estuvimos con lord Henderson en su casa, nos invitó él. De hecho, fuimos mi madre, mi hermana, mi futuro cuñado y yo ¿Pasó algo grave?

-¿No leyó el periódico de esta mañana? -preguntó Colling.

-No, aún no. -Anna estaba desorientada, ¿Por qué le preguntaban aquello?

-Pues hallaron muerta a la señorita Stevens.

-¿Qué? ¿Clair está muerta? -preguntó Anna sin poder creerlo.

-Si, le dispararon en el pecho ayer.

-Ella era la amante de Maurice Berret.

-Eso mismo me dijo lord Robín. Bueno, no la molesto más. Que tenga buen día.

-Adiós, señor. -Se despidió Anna algo afectada. 《¿Quién podría haber sido? Pensó.》

Aquella tarde Anna, fue con Chloe y Jona a pasear por el parque, mientras caminaban junto a otras parejas, vio que Robín se acercaba hacia ellos. Saludó con una reverencia y a Anna con un beso en la mejilla. Una vez que se apartó de la muchacha, le entregó un ramo de rosas blancas.

-Oh, Robín, gracias. Es muy tierno de tu parte. -Dijo Anna acercándose el ramo y oliendo su perfume. -Son hermosas.

-Me alegra que te hayan gustado. -Respondió Robín con una sonrisa.

Robín le tomó la mano que tenía libre, se la apoyó en el brazo y continuaron con el paseo, pero esta vez los cuatro.

Al fin podían volver a retomar su relación donde la habían dejado.

-Fue un policía hoy a mi casa. -Le contó Anna- Le dije que habíamos estado en tu casa a la hora en que mataron a Clair.

-Si, yo le dije lo mismo. -Respondió Robín agachando la cabeza- Me da pena por ella, pero si hubiera sido sincera desde un momento no habría terminado así.

-¿Qué quieres decir? -le preguntó Chloe.

-Yo supongo que el que le dio el disparo fue Maurice, es que cuando le dije que ella me había dado su nombre pareció demasiado afectado. Igual en cierta forma yo también soy el culpable.

-¿Cómo, a que te refieres? -preguntó Anna sintiendo que se le estrujaba el corazón.

-Es que si yo hubiese heredado el título de marqués en aquel momento, hoy estaría viva.

Cuanta más grande fuera la fortuna o mayor era el título nobiliario mejor. Es que a Clair le gustaba volar alto sin medir que podía estrellarse. Ella misma terminó firmando su sentencia de muerte.

-No fue culpa tuya, ella sola decidió tomar el camino corto. Ella sola tomó una mala decisión. Y tú tenias derecho a saber con quien había huido. Gracias a que lo averiguaste ahora podremos estar juntos sin que nada se interponga entre nosotros y nuestra felicidad. -Al decir esto, Anna se puso de puntillas de pie y le dio un beso en la mejilla.

-Según lo que leí en el periódico no hubo violencia en ninguna de las entradas ni en ninguna ventana. Y que al lado del cuerpo había una maleta. -Comentó Jonatan sumándose a la charla.

-Por eso digo que, sospecho que fue Maurice. Si no hay violencia de ningún tipo es por qué ella lo dejó entrar, además por lo que cuentan los vecinos se escuchó que discutían. Y alertaron a la policía. Clair habrá intentado huir y por eso la asesinó. Dicen que vieron el perfil de un hombre subir a un carruaje y salir a toda velocidad del lugar. Cuando la policía llegó encontró el cuerpo tendido sin vida de Clair junto a una maleta con poca ropa dentro. término Robín con el semblante serio.

-Igual hay que esperar a ver como se resuelve todo esto. -Dijo Chloe que hasta el momento había estado callada.

-Rob, ¿Quieres venir con nosotros a casa a merendar? -preguntó Anna rogando que dijera que sí.

-¿Tú dices que no habrá drama?

-Por supuesto que no, además sabes que siempre eres bienvenido en casa.

-Es verdad, pues cuando quieran vamos.

Al término del recorrido subieron al los carruajes y se pusieron en marcha.

Una vez que llegaron, Anna los guio al jardín donde se encontraba su familia. Anna volvió a dentro para poner las flores en un florero con agua limpia.

Cuando volvió, una de las doncellas había llevado el té con bollos recién horneados para acompañar.

-Señora Brighton, ¿me permite llevar a cenar a Anna y luego al teatro?

-Si señor Brighton. Anna te excusarse con Lady Margot no te preocupes.

-Anna debo irme, tengo que hacer unas cosas. Tipo ocho pm te paso a buscar en mi carruaje.

-Perfecto. Te estaré esperando. -Dijo Anna poniéndose de pie.

Lo acompañó hasta la puerta. Antes de que pudiera abrirla, Robín la tomó por la cintura la acercó hacia él, bajó si cabeza y le posó sus labios firmes sobre los delicados labios de ella.

-No te imaginas lo que extrañé tus besos. Casi me vuelvo loco todos estos días viéndote desfilar por las pistas de los salones en brazos de otros caballeros.

-Pero todo eso se ha acabado, no hay nada que nos pueda separar ya. -Le dijo Anna poniéndose de puntillas y dándole un fugaz beso que terminó más rápido de lo que hubiese querido.

-Más tarde paso por ti, te amo Anna. -Le dijo Robín dándole un beso en la punta de la nariz.

-Te amo Rob. -Se despidió ella.

Cerró la puerta una vez que el carruaje de Robín dobló en la esquina.

Amor eterno®✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora