|Capítulo 29| ✔

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Al terminar de almorzar pasaron al salón de visitas a seguir conversando. Mientras los hombres tomaban una copa de brandy, la señora Snick, les llevó el servicio del té.

-Señora Brighton, ¿Haría los honores? -preguntó Robín señalando la bandeja que había traído la cocinera- Debo admitir que en ese sentido no soy muy buen anfitrión sirviendo el té. -Bromeó Robín.

-Encantada señor. -Dijo Constance encargándose de servir el té.

Mas tardé, la familia de Anna salia de la casa de Robín para prepararse para otra noche movida.

Antes de dejarla marchar, Robín la llamó aparte a Anna.

-Esta noche espérame a las dose en la galería de Lady Bronson. Necesito decirte algo importante.

-Bueno Rob. Te veo más tarde. -Accedió Anna, le plantó un beso en la mejilla y salió tras su madre.

Anna, se pasó aquella tarde en un rincón del saloncito, acurrucada con las piernas encogidas bajo el vestido en un sillón leyendo poesía. Afuera hacía una hora que caía una lluvia intensa. Levantó la vista del libro, y miró por a través del vidrio como caía la lluvia. Se preguntó que sería lo que tendría que decirle más tarde esa noche.

De pronto se le vino a la mente el recuerdo de la charla de Clair en lo de la modista, ¿Y si había ido? ¿Y si había hablado con Clair y Robín había decidió volver con ella? Sintió un vacío en el estómago.

Estaba profundamente metida en sus pensamientos que no escuchó los golpes a la puerta.

-¡Anni!, ¡Anni! -la llamó Lucy.

-Oh, perdón, ¿qué sucede? -contestó Anna saliendo de sus pensamientos.

-¿Qué te sucede?

-Nada, nada. -Respondió mientras eludía su mirada.

-Dime que te sucede Anni.

-Nada solo estaba pensando en la historia que estoy leyendo.

-Bueno. ¿Me ayudas a elegir que me pongo esta noche? Cada vez que tenemos que salir siento que no tengo nada que ponerme.

-¿Bromeas? Lucy, en tu ropero tienes el doble de vestidos que yo, es imposible que no encuentres nada.

-Vamos, de paso quiero que te pruebes algunos de ellos.

-¿Qué? ¿Te has vuelto loca? Amas esos vestidos.

-Descuida, cuando me case iré a vivir con Fredy, y allí no podré llevármelos todos. Necesitaré lugar.

Lucy y Anna se llevaban un año de diferencia y sus contexturas corporales eran similares.

Una vez que entraron en el cuarto, Lucy abrió las puertas del ropero, fue sacando los vestidos y provando uno a uno. Hasta que Anna le dio el visto bueno a uno color esmeralda, hacia que resaltara su cabello castaño claro y su piel pálida.

-Bueno, ahora te toca a ti. -Le dijo Lucy mientras se ponía un vestido sencillo para estar de entre casa.

-¿Qué tal este? -preguntó Anna después de ponerse un vestido azul oscuro.

-Mmm no. -Le respondió Lucy.

Anna, se lo sacó y lo cambió por uno color bordó.

-¿Y este? -le preguntó mientras giraba

-si, ese te resalta el cabello rubio, pruébate otro.

Anna se lo quitó y rebuscó. Encontró uno color beige y se lo puso.

Amor eterno®✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora