|Capítulo 10| ✔

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Aquella noche en el salón de la residencia Foster, Robín se sentía más inquieto que de costumbre, cada tanto lanzaba miradas hacia la entrada a la espera de que llegara Anna.

Había prometido mantenerse alejado de ella, pero se le estaba haciendo imposible.

Entretanto esperaba que ella apareciera, había aprovechado el momento para deambular por la estancia.  Los músicos comenzaron a tocar un nuevo vals, y al encontrarse con Cecil Cameron una amiga de su infancia, la invitó a bailar. Estaba por dar el último giro, cuando Robín vio ingresar a Anna con sus padres y su mejor amiga.

Al culminar la pieza, Robín se despidió de Cecil con una reverencia y fue en busca de la culpable de su constante malestar.

Anna había visto a Robín apenas entró. Lo vio bailando con una mujer. -casi juraba que eran de la misma edad- Al ver la escena, se le instaló un nudo en el estómago. Quería salir huyendo, pero al ver que terminaba el vals y que el se alejaba de ella sin siquiera dedicarle una mirada pudo volver a respirar y el nudo se aflojó solo un poco.

Mientras lo observaba fijamente, se percató de que se dirigía hacia ella, quiso escapar de allí, pero los pies no le respondieron.

Una vez Robín hubo llegado a donde se encontraban Anna y su amiga, las saludó con una reverencia.

-Buenas noches Rob. -Dijo Anna.

Chloe hizo una reverencia.

-Buenas noches señoritas. -Contesto haciendo una reverencia a la par - ¿Cómo has estado Anna?

-Bien, gracias Rob, ¿Y tú? -contestó intentando no sonar afectada por la escena que presenció anteriormente.

-Me alegro, bien, gracias. -Dijo, preguntándose que le sucedía.

-Si no le molesta, necesito ir con Chloe, -acordándose de pronto que estaba su amiga con ellos- al apartado para mujeres.

Necesitaba alejarse de él.

-No hay problema. -Dijo confundido.

-Con permiso. -Dijo Anna a apartándose, y sin más se alejó con Chloe pisándole los talones.

-Espera Anna, -dijo preocupada Chloe- ¿Qué te ha sucedido?

-Nada, es que apenas hemos llegado lo vi bailando con otra mujer. -Anna trató de contener las lágrimas.

-Oh, Ann, de seguro que no fue nada, no te pongas así, ¿por qué no hablas con él?, no quiero verte triste. -La animó su amiga.

Entretanto Robín intentaba descifrar que le había ocurrido, hasta que de pronto comprendió, lo había visto bailar con Cecil, había interpretado que entre ellos había algo y sintió la necesidad de aclarar las cosas con Anna.  No quería lastimarla y como un tonto lo había hecho. Ahora le tocaba arreglar las cosas.

Mientras la buscaba, algo le llamó la atención y decidió ir hacia allí. La encontró conversando con un caballero, al acercarse percibió lo tensa que se ponía al verlo.

Anna hizo las presentaciones correspondientes.

-Señor Henderson, le presento a Jonatan Mc Calister, futuro conde de Snowdawn. -presentó Anna, este hizo una reverencia.

-Señor Mc Calister, -dijo señalado a Robín- le presento al señor Robín Henderson, marqués de Winchester. -Este a su vez hizo una reverencia también.

-Disculpa que te interrumpa, pero ¿Podemos hablar? -preguntó Robín algo nervioso.

-Si, mientras sea rápido...

-Prometo que lo será. -La interrumpió.

-Bueno, esta bien. -Contestó Anna- Jona ve a decirle a Chloe que en un momento me reuniré con ella.

Una vez que vio a Jonatan perderse por entre la gente, Anna aceptó el brazo que le ofrecía Robín.

-¿Te parece si vamos al jardín a hablar? La noche esta agradable y hay bancos para sentarnos, prometo ser breve. -Dijo algo esperanzado.

-Por mí esta bien. -Contesto Anna.

Y juntos atravesaron las puertas balcón hacia el jardín.

Hacia una noche placentera, había una brisa que agitaba los rubios rizos de Anna iluminados por la luna llena, llevaba un vestido que realzaba su belleza, y Robín al percibirlo se quedó sin aire, caminaron hasta un banco y tomaron asiento.

-Bien Robín, -dijo muy seria- de que querías hablar conmigo.

-De la forma en que te comportaste hace un rato, sé que me viste bailar con Cecil. -Dijo mirándola a los ojos- Quiero que sepas que entre ella y yo nunca hubo y nunca va a haber nada, en serio.

-La verdad, no sé por qué me das esta explicación y no importa. -Contestó Anna, haciendo esfuerzo por no llorar.

-Lo siento, he sido un tonto, no quise lastimarte. -Dijo mientras tomaba el rostro de Anna y veía como se relajaba su expresión.

-Esta bien, ya pasó. -Contestó más tranquila.

-¿Crees que podrías concederme bailar un vals más tarde? -Robín se sentía ansioso.

-Creo que podría. -Contesto Anna con una sonrisa tierna en los labios. A Robín se le paró el corazón por el gesto.

Se pusieron de pie y comenzaron a deambular por el jardín el cual había sido ocupado por otras parejas.

Al rato, volvieron a ingresar al salón, con los ánimos más calmados, justo para el inicio del vals.

Al llegar a la pista, Robín la tomo en sus brazos y comenzaron a girar.

-Hay algo que debo contarte. -Dijo Robín.

-Dime. -Quiso saber ella.

-Este fin de semana no voy a estar en Londres, tengo que ir por unos asuntos a Southampton, para el lunes voy a estar de vuelta. -Dijo notando lo tensa que se había puesto. -Si quieres cuando vuelvo, vamos a dar un paseo por el parque.

-Me encantaría. -Dijo relajándose entre sus brazos.

Mientras giraban al compás de la música, Anna notó que Robín aquella noche -No sabía con exactitud si en las anteriores veces que se vieron también había pasado- la trataba algo diferente, como si algo en él hubiese cambiado, aunque desde que lo conoció siempre la había tratado cortésmente, esa noche era diferente, no parecía querer huir como en las anteriores veces.

-¿Ocurre algo? -preguntó Anna.

-No, no ¿por qué preguntas? -dijo Robín apartando la vista al darse cuenta de que se le había quedado mirando por largo rato. -Es solo tu impresión.

-Si tú lo dices... -Contestó Anna algo confundida.

Al finalizar la pieza, Robín devolvió a Anna junto a su amiga. cuando la pareja llegó. Encontraron a Chloe hablando animadamente con Jona cosa que sorprendió a Anna.

Chloe tenía una sonrisa radiante. Anna se acercó a su amiga y le habló en un susurro.

-Mañana me cuentas todos los detalles. -Le dijo guiñándole un ojo.

-Por supuesto Ann, - contestó Chloe- tu también ¿he?

-Si, mañana te cuento que pasó. -Le respondió su amiga.

-Con su permiso señores, - interrumpió la madre de Anna haciendo una reverencia- tendrán que disculparnos, pero ya tenemos que marcharnos. -Dijo mirando a su hija- Vamos Anna, mañana tenemos almuerzo en lo de Lady Bincent. Avisarle a tu madre Chloe que mañana temprano estamos por allá.
Y sin más las dos dejaron el grupo tras una reverencia.

Amor eterno®✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora