Tres días después era la fiesta en Winchester House. Anna entró al gran salón con su familia, admirando cada detalle. Estaba decorado en tonos esmeralda y dorado, iluminado por enormes candelabros pendiendo del techo. Tenía grandes ventanales que daban a una terraza grande que llevaba a los jardines.
Robín la llevó a dar un paseo por todo el salón y luego la condujo hacia los jardines.
-¿Aún sigues afectada por lo del otro día? -le preguntó Robín preocupado.
-No, ya no. Estoy tranquila en ese sentido. -Le respondió Anna.
-Te amo Anna.
-Te amo Rob.
-Mandé a avisar a mis empleados que estén atentos por si la ven para que no la dejen entrar. No quiero que arruine nuestra noche. Ven, quiero mostrarte algo.
La tomó de la mano y la condujo por el camino de grava hasta que llegaron a un invernadero, al entrar Anna sintió un sutil aroma a jazmines mezclado con rosas. Era un olor embriagador. Robín la condujo al centro del invernadero. Tomó a Anna por la cintura y la acercó a él, bajó la cabeza y la besó con ternura. Anna sintió que se le aflojaron las piernas y se tomó de la chaqueta de él por miedo a caer al suelo. Robín la sujetó más fuerte aún.
En un abrir y cerrar de ojos el beso cambió de matiz, paso de ser tierno a ser exigente y de exigente a necesidad. Después de que Robín se apartó para recuperar el aliento volvió a apoderarse de la boca de Anna.Cuando el beso hubo acabado quedaron los dos con la respiración agitada y con ganas de más, pero Robín era un hombre de valores e iba a esperar a estar casado con ella para intentar hacer un movimiento más osado.
Robín observó los labios irritados por los besos que habían compartido y ya se estaba arrepintiendo de haber tomado la decisión de esperar al matrimonio.-Volvamos, quiero bailar contigo uno o dos valses. -Le dijo Robín mientras le acariciaba la mejilla con la punta de su nariz.
Le estampó el último beso y salieron de allí.Al ingresar dentro del salón, la pareja se dirigió al centro para luego comenzar a girar en círculos.
Cuando el vals concluyó, Robín la volvió a llevar junto a la familia de ella.
-Oh, señor Henderson, déjeme decirle que la velada ha resultado todo un éxito. -Le comentó Constance.
-Muchas gracias, señora Brighton. -Le contestó Robín, con una sonrisa- ¿Ustedes como la están pasando?
-Muy bien, gracias, disfrutando la noche, y por lo que veo Anna también. -Contestó Constance dedicándole una sonrisa afectuosa a su hija.
Robín le dedicó una mirada y una sonrisa seductora. Le recordaba mucho a un lobo.
-Si, debo admitir que estoy pasando una velada agradable. De apoco le voy tomando el ritmos estos eventos.
-¿Viste que yo te dije que era cuestión de tiempo para que le siguieras el tranco? -le contestó Robín.
-Si, tenías razón Rob. -Le respondió ella con una sonrisa amable.
-Señora Brighton, ¿la ofendería si la invito a usted y a su familia a almorzar mañana al mediodía?
-Pero como cree, -dijo Constance haciendo un gesto con la mano como restándole importancia- al contrario. Estaremos más que encantados de venir.
-Muchas gracias señora Brighton. -Contestó Robín con una reverencia.
-Yo le debo las gracias a usted por la invitación. -Respondió Constance con una inclinación de cabeza a modo de reverencia.
Cuando la fiesta acabó, La familia de Anna incluida ella partieron hacia su residencia.
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Amor eterno®✔
Historical FictionAquella noche, Anna será presentada ante toda la sociedad, sin pensar que el destino le tiene algo deparado. Robín es el soltero más codiciado de toda Inglaterra. Después de aquel viejo escandalo ha decidió que jamás se casaría ¿Podrá mantener su pr...