Capitulo 3

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Sus fuertes brazos me envolvieron en un cálido abrazo, me tomo unos segundos reaccionar y devolvérselo.

 Me sentí nostálgica, su cuerpo era tan reconfortante como lo recordaba, solo que ahora tenia mas músculos y su espalda estaba mas ancha. Perdí la cuenta de cuantas noches soñé con esto desde la ultima vez que lo vi, y ahora estaba aquí siendo estrujada por su cuerpo.

Me encontraba en el aire, en una espesa bruma de placer, al percibir que su pecho estaba ligeramente acelerado.

Sin embargo, no pude evitar pensar que había algo mas, no sabia exactamente que era, pero sentía que estaba abrazando a un completo extraño, lo que era de esperar después de seis años sin verlo.

— Leah ¿Que haces aquí?.—musitó con su barbilla pegada a mi cabello.

— Yo eh... Bueno... ¿No es obvio?— conteste separándome de su cuerpo, necesitaba espacio— Ahora trabajo aquí.—finalice con una sonrisita.

Me miro de arriba abajo, tomando el tiempo necesario para detallar cada parte de mi cuerpo, no fue hasta ese momento que note que la bata se encontraba medio abierta, dando una clara vista de mis pechos.

El rubor tiño mis mejillas al instante, mientras aferraba la tela con fuerza, intentando cubrirme de su escrutinio.

Su cara reflejaba un dejo de sorpresa, tuve que carraspear para que levantara sus ojos a mi cara y lo mire enarcando una ceja. 

— ¿Que te paso?— dijo con un un tono burlesco— ¿Que te hiciste? Porque no recuerdo que esas estuviesen ahí antes.— levanto las comisuras de sus labios mientras señalaba en dirección a mis pechos.

¡¡Cretino!! 

Creo que de haber puesto hielo en mi cara en ese momento este se habría derretido casi instantáneamente.

—Sigues siendo el mismo idiota.— Intente sonar enfadada pero su insistente sonrisa me hacia querer sonreír también.

—Y tu sigues sonrojandote cuando te hablo.— contraataco acercándose nuevamente.

Quise ocultar mi rostro pero el fue mas rápido y me tomó de la barbilla.

— Estas aun mas hermosa desde la última vez que te vi.— Susurro acortando la distancia que separaba nuestros rostros.

¿Que demonios? ¡¿Me iba a besar?!

Mi pulso se disparo al posar mis ojos en sus enrojecidos labios, el corazón latía desbocado y un familiar hormigueo cubrió mi piel en el momento en el que sentí su aliento aun mas próximo.

Sin duda su cercanía seguía afectándome igual que an... No, esta vez era peor. 

Mis sentidos se nublaron por completo, cerré mis ojos disfrutando del maravilloso olor varonil que desprendía, hasta que escuche unos pasos que provenían del piso de arriba. 

Solo eso basto para sacarme de mi estado de estupidez  ¿Acaso había olvidado que estaba a punto de tirarse a otra tía unos minutos antes? O ¿El hecho de que a pesar de verse tan... sexy,  llevó mas de seis años verle y no se que persona es ahora? 

Me aleje abruptamente de el. Y lo mire indignada, aunque vamos, tampoco hubo mucha resistencia de mi parte.

— Creo que... están esperándote.— manifesté apuntando al piso de arriba— Hasta mañana.— su cuerpo se mantuvo rígido ante mi rechazo, se quedo allí parado, sin hacer ni decir nada. Era mi oportunidad de escapar.

Una molesta sensación se abrió paso en mi pecho, aun después de todo el tiempo sin vernos, nada parecía haber cambiado, casi se sentía  como esos días en los que yo le veía mientras el se enrollaba con otras chicas. 

Oscuros Secretos (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora