Capitulo 2

562 65 2
                                    

No reaccione hasta que me vi siendo arrastrada por el oscuro pasillo, ni siquiera me había percatado del momento en que mis piernas comenzaron moverse.

Intente zafarme de su agarre pero me fue imposible. Su cálida mano se encontraba alrededor de mi muñeca y ya sentía un ligero hormigueo por la presión que estaba ejerciendo.

—¿Se puede saber quien eres? ¡¿y que diablos haces en mi casa?!—vocifero furioso mientras comenzaba a descender las escaleras llevándome consigo.

¡Dios mío! ¿Por que me pasaban estas cosas?

— Soy del servicio de limpieza.—solté rápidamente, haciendo malabares para pisar correctamente los escalones— Lo lamento, no quería ser inoportuna.—susurre bajito.

Creo que todos los vecinos pudieron escuchar la estruendosa carcajada que soltó.

— Déjeme decirle que ha hecho exactamente lo opuesto a lo que ha querido.— Justo en ese momento terminamos de bajar las escaleras y comenzó a arrastrarme hacia la cocina.

Soltó mi muñeca y encendió las luces, mostrandome su esculpida espalda.

Clave mis ojos en ella, pasando un descarado escrutinio por toda su fisionomía, deleitándome al ver semejante ejemplar masculino. Mordí mi labio con fuerza al ver esa perfecta curva que estaba apenas cubierta por sus pantalones.

Debería ser un crimen tener un cuerpo tan sexy.

—Supongo que este es el momento en que me explica, ¡¿Que demonios hacia en mi habitación?!—espeto molesto al mismo tiempo que se volteaba en mi dirección.

Pose mis ojos en su rostro antes de bajar mi cara, escondiendo la excesiva acumulación de sangre en mis cachetes, cualquier respuesta coherente se escurrio de mi mente al verlo.

¡Madre mía! Este hombre era el mismísimo diablo que había venido a tentarme.

—Señor... yo...— las palabras murieron en mi boca al sentir sus manos acunando mis mejillas, avivando el fuego  que las cubría.

—¿Hada?— expreso algo turbado— ¿Eres tu?

Desperté de mi letargo, al mismo tiempo que abría mis ojos con asombro, no había escuchado que me llamaran así en mucho tiempo ¿Estaría alucinando? ¿Como un desconocido sabría eso de mi? Solo una persona me llamaba así, pero eso era imposible ¿O acaso el era..?

Sacudí mis pensamientos, no, eso no era posible. Decidida subí mis ojos para enfrentarlo, pero no estaba preparada para esto.

Una tras otras las imágenes de recuerdos bombardearon mi cabeza.

¿Que hacia el aquí?

—¿Jhon?— pregunte aturdida.

...

¡Jhon suéltame! grite eufórica, me tenia cargada en sus hombros como si fuese un costal de patatas ¡Jhonny basta! Todos deben estar teniendo una hermosa vista de mi trasero justo ahora, idiota — sentí como rápidamente mis pies tocaban el suelo.

¡Ja! Siempre funcionaba, el solía ser muy sobre protector.

¿Cual trasero Leah? — rió haciéndose el gracioso mientras señalaba mi trasero — Oye hada, dime una cosa... ¿C-o-o-mo logras se-e-ntarte, — alcanzó a decir sin parar de reírse—,con eso?

Instintivamente lleve las manos a mi trasero, comprobando que este no se hubiese esfumado mágicamente.

No era una modelo, pero para tener dieciséis no estaba mal. Era bajita y de tez pálida, mi larga y castaña cabellera caía a lo largo de mi espalda, adoraba usar vestidos puesto que estaba consciente de que mis piernas eran lindas a pesar de mi limitada estatura, en cuanto a mis senos ahí si debía admitir que aun era una tabla de planchar, no se ni para que mi madre me obligaba a usar sostenes claramente ¡No tenia nada que sostener!

Oscuros Secretos (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora