Oscuros Secretos (Borrador)

Capitulo 6

Intente moverme pero mis brazos y piernas no respondían. 

El miedo se abrió paso en mi interior al igual que las gruesas y calientes lágrimas que comenzaron a emanar. Una fuerte punzada recorrió toda mi cabeza al mismo tiempo que me costaba horrores seguir respirando.

Me sentía ahogada, mi corazón parecía pararse por segundos solo para retomar abruptamente su ritmo acelerado. Sudada, ansiosa, aterrada, comencé a observar toda la habitación hasta que di con ella.

Mi madre, estaba acurrucada en el suelo junto a la camilla en la que estaba atada. Su cara se veía magullada y su ropa estaba cubierta de sangre al igual que su rostro. Las lágrimas salieron descontroladas, estimulando espasmos que sacudían con fuerza mi abdomen . El nudo en mi garganta era tan grande que apenas si lograba tragar.

—¿Mamá? — solté en un sollozo — ¿Qué está ocurriendo? ¿Que te paso?

No me contesto, solo permaneció inmovil, observándome con esos ojos idénticos a los míos. Parecía... arrepentida o ¿culpable? Pero... ¿Por que? Estaba tan absorta tratando de descifrar que decían sus ojos, que no me di cuenta que no estábamos solas. Había alguien de pie en la parte de la habitación a la cual la miserable luz del bombillo, no iluminaba.

Mi corazón se aceleró vertiginosamente al notar como poco a poco la cara de nuestro raptor se hacía cada vez más visible ¿Qué diantre estaba ocurriendo? ¿Por qué nos hacía esto?

— ¡¡Nooo!! — grite antes de moverme bruscamente tratando de liberarme — ¡¡No la toques!! — la ira se adueñó de mí. Mis muñecas comenzaron a escocer debido al forcejeo, pero ese desagradable dolor era lo que menos me importaba en ese momento — ¡¿Qué es lo que has hecho?! ¡¿Te has vuelto loco?! —Solté eufórica — Pa.....

Un fuerte dolor se extendió por toda mi mejilla, volteando mi cara velozmente.

Desperté asustada con un fuerte dolor en mi cabeza, puntada tras puntaba me hacían cerrar los ojos con fuerza. Sentía que el corazón se me saldría del pecho en cualquier momento. Algo cálido se resbalaba por mis mejillas y note como gota tras gota caían en mis manos. Diablos ¿Una pesadilla, justo ahora?

¿Desde cuándo no me ocurría esto? ¡Aghh! Respire profundamente intentando ralentizar mis latidos .Cálmate. Cálmate. Solo fue una pesadilla. Eres más fuerte que esto.

Recordé claramente las palabras de mi psicóloga <<Aunque lo que ocurrió siempre va a ser parte de ti, no debes permitir que determine como será tu vida a partir de ahora. Esa decisión te pertenece solo a ti>> Su voz salía como susurros que siempre lograban serenarme.

Luego de unos minutos en los que ya estaba considerablemente calmada entreabrí mis ojos y observe donde estaba. Y así como la calma había llegado a mí, me abandono rapidamente al darme cuenta donde me hallaba ¡¿Qué diablos hacia aquí?! Lo último que recordaba era mi penosa actuación frente al ebrio de Jhon.

<<¡Dios Mio! ¿Que había hecho?>> Pensé abrumada pasando mis manos repetidas veces por mi cuerpo comprobando que tenía la misma ropa que traía en la noche. Un suspiro de alivio se escapó de mis labios liberando un poco la tensión en la que se hallaba mi mente. Tenía que salir de aquí.

Antes de poner un pie fuera de esa gran cama, mi cuerpo experimento una familiar sensación. Levante mis ojos hacia la puerta de la habitación y entonces, lo vi.

Estaba tan arrebatadoramente sexy, vestido únicamente con unos pantalones de chándal que se sujetaban firmemente a sus caderas, dejando a la vista su trabajado torso, dándole un grandioso espectáculo a mis ojos ¿Por qué tenía que estar tan... Tan...?