Capitulo 4

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Me quede parada frente e la mesa, digiriendo lo que acababa de pasar ¡¿Que es lo que creía el muy idiota?!

Mi evidente gusto de volverlo a ver, no significaba que iba a olvidar el hecho de que ahora somos desconocidos, y mas considerando lo que Mason me había contado.

El era... peligroso.

No sabia en que sentido y no estaba segura de querer averiguarlo, sin embargo no era cuestión de querer o no, si quería ganarme su confianza tenia que conocerlo mas, y saber como era ahora.

Me dirigí a la cocina. Berth estaba junto a su hermana cocinando el almuerzo.

— Buenos dias. — dije sonriendo a ambas.

— Buenos días señorita Brown.— contestó Mara levantando sus manos de la tabla de picar— Veo que ha tenido una mañana un tanto movidita ¿eh?— soltó con picardía mientras me pinchaba el brazo con uno de sus regordetes dedos.

 Mi cara se encendió al instante.

—¡Mara!— la reprendió Berth— Discúlpela, suele ser muy entrometida.— musito un poco avergonzada, mirando a su hermana con severidad mientras esta se encogía de hombros restandole importancia— Oiga señorita ¿Usted conoce al señor Johnny? — termino con mirada curiosa.

— Yo-o eh-h ¡No! ¡Digo si!— conteste torpemente—Quiero decir, lo conocí hace algunos años, pero... bueno no lo había visto en un largo tiempo.

Asintió pensativa, dedicándome una mirada curiosa. Antes de que comentara algo mas me apresure a cambiar de tema.

— ¿Puedo ayudarles en algo?— pregunté con entusiasmo  — Ah y... Pueden llamarme Ameleah — agregue para aliviar la tensión del momento.

Ambas me sonrieron y minutos después ya nos encontrábamos las tres enfrascadas un una larga conversación.

Pase toda la mañana con ellas. Eran muy agradables. Me contaron que llevaban trabajando allí más de veinte años, conocían a John desde que era un crío, incluso habían cuidado de su madre. Quise preguntar donde estaba ahora la señora Lucia, pero me dio un poco de vergüenza parecer entrometida. Al menos no lo haría en mi primer día.

John prácticamente no vivía aquí, salia en la mañana y llegaba en la noche—o en la madrugada— . Ninguna tenia muy claro en que trabajaba o que hacia cuando salia. Solía ser muy reservado respecto a eso, no obstante según ellas era un amor de persona y un excelente jefe.

Pese a la charla que tuvimos, no pude obtener información relevante que me fuera de utilidad. Tenia un arduo trabajo por delante, pero me negaba a caer tan bajo como me había sugerido el repulsivo de Mason.

<< Lo conseguirás mas rápido si te metes en sus sabanas>> Había dicho con una sonrisa picara en su soberbio rostro 

¡Asqueroso!

Luego de nuestro encuentro esa mañana, no lo había vuelto a ver. John parecía estar evitándome a toda costa. Se iba mas temprano de lo habitual y llegaba aun mas tarde, haciéndome imposible tener cualquier contacto con el. Habían pasado ya tres días y el parecía haberse olvidado de mi presencia en su casa.

Subí a mi recamara después de despedirme de mis encantadoras compañeras. Como si hubiese estado programada, nada mas entrar cogí mi teléfono y le marque a Sofia.

— Vaya vaya, pensé que ya me habías olvidado.—contesto de inmediato con ese dramatismo tan característico de ella.

— Por dios Sofia, hablamos hace poco.— musite con tono cansado— Necesito que me escuches, luego puedes seguir con tu berrinche ¿si?

Oscuros Secretos (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora