Capitulo 14

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Mason's POV

Ocho Años...

Mire al niño frente a mí, pensando que tal vez estaba enfermo, ¿Si no porque tendría esa insistente sonrisa en su rostro? ¿Acaso había olvidado que ese hombre lo abandono hace dos años?

Mike Moretti fue el primero en despreciarme, su abandono convirtió a mi madre en un monstruo, no podía posar los ojos en su único hijo. Su sangre no era lo único que corría por mis venas, desafortunadamente a pesar de ser tan chico, era su viva imagen.

Mi madre no podía verme sin echarse a llorar, sus palabras despectivas me herían, cavando un profundo hoyo en mi pecho, estaba convencida de que yo era el, claramente algo no funcionaba bien en su cabeza desde que el la dejo.

¿Cómo evitar sentir repulsión al observarme en el espejo, si la persona que debía amarme incondicionalmente me repudio desde que estuve en sus brazos por primera vez?

Me odiaba, justo como mi madre lo hacía.

No sonreía, no jugaba, no tenía amigos, estaba completamente solo.

Incluso los adultos me otorgaban miradas llenas de extrañezas, no concebían que un niño tan pequeño fuese tan abstraído y serio, sin contar la máscara de frialdad que siempre cubría mi rostro.

Fui un iluso al pensar que su regreso mejoraría las cosas, eso la enloqueció mas. Su adicción era lastimarme, y con el... Había recaído.

Me impresiono la belleza de esta mujer, no entendía como pudo dejarla, la calidez que desprendían sus ojos cuando observaba a su hijo entre sus brazos, me hizo sentir miserable y aunque quise odiarla no pude.

Él se parecía mucho a ella, ambos con ojos azules y una cabellera negra muy distinta al rubio que me había heredado mi padre.

¿Por qué me dolía tanto el pecho?

—Hola, soy Jhon.—escuche su vocecita mientras se bajaba de sus brazos— Mi madre me ha dicho hace unos días que somos hermanos.—su sonrisa seguía ahí, como si hubiesen grapado sus mejillas.

Apreté mis labios con fuerza, molesto de ver la alegría que yo aún no había probado y a él parecía sobrarle en demasía.

—No me gusta que el este aquí.— susurro acercándose— Pero... ¡Estoy muy feliz de conocerte!

Extendió su brazo, esperando que aceptara su simpática presentación, pero no lo hice.

Salí corriendo, con un gran nudo en mi garganta, las lágrimas brotaron sin que pudiera evitarlo, me negaba a seguir viendo lo que nunca obtendría en mi hogar.

Jhon salió detrás de mí, antes de llegar a la puerta tomo mi camiseta con fuerza acrecentando la ira que ya formaba parte de la sangre que circulaba por mis venas.

—No llores.— dijo triste—Tu padre no dejara a tu mami por la mía... Otra vez—zanjo con seguridad—¿Quieres jugar? Hay un parque cerca de aquí—pregunto con entusiasmo, volviendo a sonreír.

Lo odie

—¡Jhon!— grito Lucia al ver a su hijo en el piso con la nariz ensangrentada.

Había estampado mi puño en su cara, sonreí aliviado de que el ya no lo hacía, quería que sintiera un poco del punzante dolor que habían provocado sus palabras.

Esperaba ver rabia en sus ojos pero no, ella me miro con lo que ninguna persona lo había hecho antes, con lastima, tal vez sabía que ya no había vuelta atrás en el camino que me vi presionado a escoger.

Oscuros Secretos (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora