CONOCIENDOTE

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—Tú me vas a volver loca igual a ti, ¿Que te sucede? desde que me mude aquí estas que no te aguanto—regaño a mi perro mientras camino a casa ya que ningún taxi nos quiso llevar llenos de barro y mojados—estoy pensando seriamente en un castigo para ti—lo mire y como si me entendiera llevaba su cabeza gacha.

— ¡Pero señorita Serena, ¿qué le paso?!

Un fuerte estornudo me asalta —es culpa de el—respondí a Artemis, señalando a Doro ya con mi nariz constipada.

—Pues suba y beba algo caliente si no enfermara—

— ¡Aaaachiis!, eso mismo haré, ¡aaachisss!—subí al elevador y llegue a mi piso.

Escuche un sonoro estornudo al acercarme a la puerta de mi departamento y entonces lo vi.

— ¡¿Que rayos?!—el alzo su rostro mirándome con sus bellos ojos.

—Genial—su voz me saco de mis pensamientos— ¿Ahora me sigues?

— ¡Claro que no! yo vivo aquí es usted quien me ha seguido—debatí.

—Fíjate que no, yo vivo aquí—señalo la puerta frente a mi departamento.

— ¿Puedes decirle a tu perro loco que se aleje un poco de mí?—baje la vista y vi que doro parecía un gato enredándonos en las piernas del extraño de lindos ojos.

— ¡Rayos doro!, ¿porque no puedes ser un perro normal por una vez en tu vida?, ¡ven aquí!—lo atraje un poco hacia mí.

— ¡Aaaachiiis!... ¡demonios ahora solo falta que me enferme!—

— ¿Porque no entra?—maldita curiosidad.

— ¿Porque?, porque un perro loco y su dueña, se tiraron sobre mí en el parque, me hicieron caer, golpear en la cabeza y... ¡aaachiiis!—se recuperó del estornudo y prosiguió—...Y para variar un poco me hicieron perder mis llaves—

—Yo...yo ya le dije que lo sentía—respondí con vergüenza— ¿qué más quiere que le diga?...y tu ¡aaachisss! ¿Puedes quedarte quieto?—ordene a mi perro que no paraba de brincar— ¿sabe qué?...yo mejor me voy—metí la llave en la cerradura, abrí y doro entro voltee a ver el hombre que me observaba— ¿Quiere pasar?—

— ¿Qué?—contesto.

—Que si quiere pasar a mi departamento, así llamamos al señor Artemis para que traiga las llaves de repuesto—

El levanto una ceja— ¿Acaso tú y tu perro quieren terminar el trabajo?—

—Bueno si no quiere despu...—

—Está bien—me hice aun lado y sentir un olor a alcohol, observe su mano que aun llevaba vendada y con sangre fue entonces que recordé lo que escuche esta mañana antes de irme al trabajo.

—Tu perro está mojando la alfombra—

—Mmmm si, espérenme aquí los dos ya regreso—fui a la habitación por dos toallas salí y le entregue una al extraño.

—Tenga debe sacarse esa chaqueta está muy mojada —dije mientras secaba un poco a doro vi al hombre sentarse en el sofá mientras ponía croquetas para mi perro y preparaba café, coloque la charola en la mesita.

—Tenga beba un poco de café, ahora llamo al señor Artemis para que traiga la llave—tomé el teléfono y llame— no contesta—remarque tono, tono—nada, tal vez salió y...—me quede callada al ver que aquel hombre se había dormido en mi sofá— ¡hey! ¿Estás bien?—toque su brazo y estaba muy caliente—Dios está ardiendo—lo recosté en el sofá, le saque los zapatos— está demasiado caliente doro ¿qué hago?—

Déjame Amarte(EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora