El, ya no cree que que pueda volver a amar, no cree que lo merezca ya que está seguro de que todo lo que toca lo destruye. Pero no cuenta con una hermosa mujer que está decidida a conquistar su corazón y demostrarle que es capaz de amar nuevamente...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
*Serena*
El final que Darien le dio a su libro fue perfecto, el haberme casado con él en el lugar donde empezó todo significó mucho para mí, 13 años de matrimonio nos unían y cuatro hijos que no podían ser más increíbles y perfectos, y digo cuatro porque un mes después de nuestro matrimonio me enteré de que llevaba una vida en mí, una vida que fue producto del amor y de una tarde de tormenta, el embarazo fue complicado y no pudimos tener más bebés pero para Darien y para mí todo era perfecto gracias a Selene, Darien y yo aprendimos a ser padres juntos.
—Darien— susurre al verlo a través del cristal de mi consultorio entrar a la veterinaria, cada vez que lo veía mi corazón latía tan desbocadamente como la primera vez que nos besamos, ahora con líneas plateadas adornando su lisa cabellera negra, seguía aún tan guapo y perfecto ante mis ojos y ante los ojos de mi ayudante de 18 años que tan solo con una mirada y una sonrisa suya se sonrojaba.
—Hola hermosa—se dirige y tomándome por la cintura me apega a su cuerpo dándome un beso capaz de robarme el aliento—te extrañe—dice una vez que se separa de mí.
—No exageres esta mañana desperté junto a ti en nuestra cama—entierra su rostro en mi cuello— ¡Darien me haces cosquillas!—chillo al sentir su lengua acariciando mi cuello.
—Sigues siendo tan hermosa como siempre Princesa—besa mis labios de manera dulce—te amo—susurra en mis labios.
—Y yo a ti mi amor—me besa una vez más, sus besos siguen siendo mi debilidad, siempre somos muy sinceros con nuestras demostraciones de amor, nos amábamos y no podíamos evitarlo nuestros hijos lo sabían y aunque a veces los incomodábamos Darien y yo siempre les decíamos que habíamos estado seis años separados y que debíamos recuperar ese tiempo.
—Creo que debemos irnos a casa porque si no...—me apego aún más a su cuerpo—te hare el amor aquí mismo—sonrío.
— ¡Darien debes comportarte!—golpee su hombro.
— ¡¿Qué...?!...no es como si nunca lo hubiésemos hecho—exclama divertido mirándome con ojos sugerentes, sentí mi rostro calentarse—Oh hermosa han pasado tantos años y aun te sonrojas.
—No te burles—exclame—además aquella vez...
—Aquella vez estaba de gira promocionando mi último libro y al poner un pie en la ciudad vine hasta aquí porque me moría de ganas de hacerle el amor a mi esposa...y por la forma en que mi amada esposa respondió a mis caricias creo que ella también me extrañaba—los dos reímos—¿Vamos a casa?—asentí.
—Sí, no creo que sea muy seguro que nuestros cuatro hijos estén solos en casa, es muy probable que la encontremos en llamas—bromee.
—Me agrada mucho que Rini y Mamo hayan venido a pasar sus vacaciones a casa—ellos estudian en la universidad en New York, Ale, Sele, Darien y yo solo viajábamos con ellos cuando Mamo tiene alguna pelea de campeonato ya que aparte de sus estudios es boxeador que va camino a ser profesional aunque en cada pelea Darien prácticamente nos tiene que amarrar a mí y a mis hijas para que no subamos al cuadrilátero para golpear al oponente de Mamo.
