SERENA KOU

3.5K 282 19
                                    


— ¡Mami te amamos!—Rini grito por la ventanilla del auto mientras los demás agitaban sus manitas, mis ojos se centraron en un punto al otro lado de la calle.

Se supone que tu deberías estar tranquilo—puse la mano en mi corazón tratando de que sus latidos se calmaran, cerré los ojos tratando de calmar mis latidos—esto es ilógico, es absurdo y es demasiado para mí—hablaba con mis ojos aún cerrados— esto es absolutamente...

—Absolutamente maravilloso Serena Tzukino—esa profunda y fuerte voz me hizo abrir los ojos de golpe, él estaba allí frente a mí y mi corazón parecía querer salirse de su lugar, estaba frente a mi estaba muy cambiado, ya usaba barba y su cabello ya no estaba largo, ahora estaba corto y lucía algo despeinado se veía notablemente más joven y más bello de lo que alguna vez lo vi, pero en sus ojos, fue en sus ojos donde vi la diferencia pero no sabía lo que había detrás de ellos.

— ¡Lo siento!—estaba por replicar y fue entonces que sentí unos suaves labios sobre los míos, todo lo que creí que era odio, rabia y dolor se agitó dentro de mí, sus labios seguían siendo tan suaves y perfectos aún era capaz de hacerme tocar el cielo solo con un beso, sentí su lengua acariciar la mía y....y... ¿mi rostro?

— ¿Qué?—desperté con doro lamiendo todo mi rostro— ¡...he basta doro...bájate de la cama!—bajó de la cama y corrió por el pasillo— ¡Buf.... ¿qué clase de estúpido sueño fue ese Serena Tzukino?...!

Me reproché a mí misma, me levante me duche y baje a buscar a mis pequeños hoy se marchaban y aún no tenía decidido como hablaría con Darien respecto a mis hijos, baje las escaleras y los encontré en la mesa— ¡vaya...esto es un milagro son las 6 de la mañana y ustedes ya están de pie!—me regala una tierna sonrisa y siguen devorando su desayuno.

—Están muy emocionados—Taiki asoma sus ojos detrás del periódico.

— ¡Si mami hoy veremos a Abu, tía Amy le hablo hace rato y está feliz de recibirnos!—Rini hablaba con emoción.

—Claro que mi madre está feliz de recibirlos en casa ella adora a estos tres angelitos.

—Gracias Amy por aceptar ir con ellos—aprieto su mano en señal de gratitud.

—Para mí es un gusto Sere, Taiki se tomará libre el día de hoy para llevarnos a casa de mi madre.

—Sip, enanos así es, así que si ya terminaron de devorar sus desayunos suban a arreglarse que dentro de poco nos vamos— mis pequeños me dieron un sonoro beso en la mejilla y emprendieron la carrera al segundo piso— ¿Sabes cómo se lo dirás?— escucho esa pregunta y es la misma que he pasado haciéndome casi toda la noche.

—No lo sé.

—Sere, ¿el anoche te dijo algo?...digo que si entraste en ese estado es porque lo viste.

—Sí, lo vi Taiki y no apenas y deje que me llamara una vez no sé cómo le voy a decir todo—sujeto mi cabello frustrada—aun no comprendo la idea de Seiya de hacerme esto, es tan....no se me dejo en una posición muy difícil—quedo pensando por un momento ¿Qué fue lo que motivo a mi Seiya a decirles la verdad a mis pequeños?—No sé cómo se lo tomara Darien, no lo sé no estoy muy segura.

— ¿Pero si se lo dirás, verdad mami?—Mamoru está parado en el umbral de la puerta con una mirada suplicante, le hago un gesto para que se acerque y lo hace sentándose en mi pierna.

—Mamo, si te dije que lo haría, ten por seguro que hablaré con él, está bien—el asiente— solo dame esta semana...es que aún no sé cómo decírselo.

Déjame Amarte(EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora