SIN TI

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— ¿Qué es todo esto?— pregunto extrañado al ver como un grupo de hombres desocupa el departamento de Serena.

—Estamos desocupando este piso, la dueña lo ha vendido—por instante no reacciono, no respiro, no escucho, por un instante su mirada celeste está mi mente, por un instante me permito pensar nuevamente en su tacto y en la suavidad de su piel.

— ¿Cariño estás bien?— observo a la mujer frente a mí— ¿Darien?

—Si...si Rei estoy bien—respondo.

—Saldré por un momento, no tardare.

Se despide con un beso y se marcha, ingreso en mi departamento en el cual me recibe ese gran oso panda que aún está en el mismo lugar de siempre, camino hasta el, lo tomo entre mis manos y aspiro su olor, cierro los ojos fuertemente.

—fresas—susurro, sus palabras se cuelan en mi mente, "Darien Déjame Amarte, el que se rinde pierde"—quien perdió aquí princesa fui yo y solo yo, perdóname por ser un imbécil contigo, pero no te merezco por muchas razones y aunque me muera de celos y de rabia sé que encontraras alguien mejor que yo, alguien que jamás te hará daño mi hermosa princesa— gruesas lágrimas caen por mi rostro sin que lo pueda evitar— sería un completo idiota si no me hubiera dado cuenta de lo hermosa que eres Serena Tzukino— no sé si me equivoco o no pero jamás me permitiría hacerte más daño del que ya te he causado—la puerta del departamento es azotada con violencia.

—¿Viste lo que está sucediendo allá afuera?— la voz de Zaf me distrae, limpio mis lágrimas rápidamente— ¡Serena se marcha!— su mirada es una mirada mesclada entre rabia y lastima—¡No puedo creer que dejes que todo termine solo así Darien!, es que eres tan imbécil que la dejaras marcharse así nada más, solo por quedarte con el recuerdo de una mujer y con la copia de la misma— no tengo argumento para responder, no lo tengo al menos no tengo ninguno que lo convenza—¡Bien, bien si es así como lo quieres!...—un fuerte golpe es asestado en mi mejilla y por un momento me aturde.

— ¡¿Maldición Zafiro, estás loco?!—espeto enojado.

— ¡Te lo merecías por ser un imbécil!— sin decir más sale del lugar.

*Un mes después*

¡Un maldito mes sin saber absolutamente nada de ella, Zafiro no me habla, ni hablar de mi madre, el idiota de Seiya simplemente no sabe nada, Mina...¡ja!...a ella ni siquiera le puedo hablar sin que quiera golpearme, Andrew, Lita y Mal están más nulos que yo.

¿Es que no pueden entender que quiero saber si se encuentra bien?, observo el reloj de mi celular que me avisa que son las tres de la mañana, un movimiento a mi costado hace que fije la mirada en la mujer que ahora está a mi lado su cabello negro esta enredado entre las almohadas, su piel blanca contrasta con las sabanas negras de la cama y sus negros ojos están cerrados.

— No es ella, no es Setsuna, ni es Serena—trato de aclararle eso a mi mente—es Rei— con ella no tengo miedo.

No es que no me importa hacerle daño es solo que con ella siento que no estoy siendo amenazado por algo que me puede destruir nuevamente "amor", ese sentimiento que me puede llevar a la maldita ruina, no pienso volverme loco o destruirme a mí mismo por ese sentimiento, perdí a Set y eso casi me destruye, me levanto y camino hasta mi escritorio, abro uno de los cajones y encuentro una agenda en la que he estado escribiendo mi último libro, donde se leen en grandes letras el título, aun no lo termino pero no tengo duda de su título.

— "DÉJAME AMARTE"—hablo quedo, no sé si algún día tenga el valor de publicarlo, pero lo haga o no sin duda lo escribiré antes de que la obscuridad me cubra por completo.

Déjame Amarte(EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora